‘Why are you like this?’: buen ejemplo de lo ridículo de la corrección política imperante
Why are you like this? (¿Por qué sois así?) es una serie australiana que se ha estrenado recientemente en Netflix. Está protagonizada por Naomi Higgins, Olivia Junkeer y Wil King y creada por Mark Bonanno, Naomi Higgins, Humyara Mahbub. La trama se enfoca en tres veinteañeros que se enfrentan a sus primeros trabajos y a un mundo lleno hasta la bola de corrección política.
Una de tantas
La serie realmente no tiene nada especial. Cuando uno la ve cree estar viendo algo que ya ha sido visto muchas veces. Un grupo de jóvenes que comparte piso y van lidiando con los problemas cotidianos del día a día. Solo por citar algunas, este es el argumento de: Friends, Cómo conocí a vuestra madre, New Girl, The Big Bang Theory.
El elemento innovador en Why are you like this? es que se llevan esto de la convivencia, que en las series mencionadas ha funcionado muy bien, a la época actual claramente. Una de las protagonistas trabaja como formadora en una empresa informática y está comprometida con todo lo políticamente correcto, la otra protagonista no es capaz de aguantar en un trabajo más de un mes y el chico de la historia tiene depresión porque no ha conseguido ser una gran Drag Queen.
No hay una trama consistente, solo que en cada capítulo pasa una cosa diferente que no tiene por qué estar relacionada con lo anterior o quizá sí. Es cierto que son solo seis capítulos de unos 25 minutos de duración, algo que no da mucho margen a desarrollar tramas y personajes, pero aún así han pecado de crear algo que no tiene mucha cohesión.
Why are you like this? Corrección política
Lo único que salva a esta serie para mí es el último capítulo. De hecho, recomiendo que la gente se ahorre los cinco primeros y vea solo el último. La serie juega mucho con la absurdez de la corrección política que hay hoy fomentada por las redes sociales, pero en el último episodio es donde se desarrolla esto con fuerza.
Las dos chicas protagonistas van a ir a ver una charla de una ilustradora que dibuja gatitos, pero antes de llegar comienzan a leer en redes sociales que la artista en cuestión tenía un taller clandestino donde niños hacían sus camisetas. Naomi Higgins interpreta a la chica que es muy fan de la dibujagatos y se encuentra en la encrucijada de si ir a verla tras enterarse de eso o no.
Su amiga, que es musulmana y, si no me equivoco, de Bangladesh, le explica que si esos niños no trabajaran ahí sus familias no tendrían para comer. Después esto se va convirtiendo en un gag y, cada vez que deciden que sí van a la charla, algo terrible sobre ella se destapa en Twitter.
Con esto y otros ejemplos más durante el capítulo, los autores explican lo ridículo de la cultura de la cancelación, tan de moda últimamente, en muchas ocasiones. Esto es lo único que salvaría de la serie que, por otra parte, no destaca especialmente en nada.