‘Vesper’, ciencia ficción ecológica con un poquito de Cronenberg
Kristina Buozyte y Bruno Samper dirigen Vesper, una distopía futurista que plantea cómo la humanidad lo vuelve a hacer mal a la hora de intentar evitar una crisis ecológica.
Al investigar masivamente la tecnología genética, diferentes virus y organismos creados por ingeniería se escaparon y se esparcieron en la naturaleza. Ahí comenzó el desastre. Esos experimentos genéticos arrasaron las plantas de cultivo, a los animales y a un gran número de humanos.
La oligarquía es el sistema que rige en las ciudades, ahora rebautizadas como ciudadelas. Un lugar donde todo el mundo busca su propia supervivencia.
Los alimentos escasean. Solo las ciudadelas venden las semillas con las que la sociedad de Vesper se alimenta. El problema es que estas semillas están codificadas para que solo produzcan una cosecha. Lo que origina hambruna y una lucha de clases más pronunciada que nunca.
Vesper, ¿ciencia ficción y la “Nueva carne”?
Las directoras de Vesper han construido una historia futurista que podría funcionar perfectamente como el episodio piloto de una serie. Su final abierto augura una posible y merecida continuación. Habrá que esperar a ver cómo le va cuando se estrene en cines.
Vesper es una entretenida película futurista y distópica en la línea ecologista de Gaia e In the Earth, con micorriza incluida, Ambas películas se pudieron ver en la pasada edición del Festival de Sitges.
La película, protagonizada por la joven actriz Raffiella Chapman, también cuenta con el excelente trabajo de actores como Eddie Marsan o Richard Brake, interpretando a su padre, y el de la actriz Rosy McEwen como la humanoide Camellia.
Chapman interpreta a Vesper, el personaje que le da nombre a la película. Una joven que cuida de su padre y que de forma autodidacta ha aprendido a modificar genéticamente algunas plantas. Ella, acompañada siempre con un dron que nos recuerda a Willy, la pelota de Tom Hanks en Náufrago, desea vivir en la ciudad y trabajar en algún laboratorio. Lo que no se imagina es que en su mano está la posibilidad de cambiar el mundo.
Una de las particularidades de Vesper, es que las máquinas, o el interior de éstas, está compuesto por carne, por material biológico. El corazón externo que mantiene con vida a su padre, el interior de su dron, que parece estar hecho con un buen puñado de callos madrileños, Camellia, o las nuevas formas de vida en formas de planta que habitan en el planeta, parecen surgir de la prodigiosa mente de David Cronenberg.
Vesper, una película que funcionaría mejor como serie
La película de Kristina Buozyte y Bruno Samper es muy entretenida y plantea un mundo lo suficientemente interesante como para que quieras conocer aún más detalles. ¿Quién vive en las ciudadelas? ¿Cómo son? ¿Quiénes son los peregrinos? ¿Para qué utilizan a los Jugs? Muchas preguntas sin responder que no estaría mal que nos las desvelaran generando una franquicia o como serie para alguna plataforma.
La factura de Vesper es correcta pero algo televisiva. Como película queda coja, no es su formato ideal.
En Vesper se tratan temas como la explotación infantil, problemas éticos como la utilidad o necesidad real de los seres sintéticos, o la cada vez más utópica posibilidad de que todo el mundo viva en igualdad de condiciones.
En conclusión, Vesper es una entretenida película llena de criaturas vegetales, drones con alma humana, señoros con granjas de niños, ciudades elitistas que le cierran la puerta a la pobreza y una niña con el poder de cambiarlo todo.
Ojalá que funcione en cines y podamos ver el resultado de uno de los finales más esperanzadores de esta edición del Festival de Sitges.
Saludos furiosos.