‘Un lugar tranquilo 2’: ¿Era necesario?
El actor John Krasinski sorprendió a propios y extraños cuando se sentó en la silla del director de la película Un lugar tranquilo en 2018. el resultado fue una interesante y solvente cinta de terror en un futuro distópico plagado de sanguinarios extraterrestres. Ahora nos llega al cine: Un lugar tranquilo 2.
Con un reducido presupuesto de 17 millones de dólares consiguió que la cinta protagonizada por su pareja, la excelente Emily Blunt, amasara la friolera de 335 millones. Estaba cantado, harían una segunda parte. Había que exprimir a la gallina de los huevos de oro de Krasinski. Ahí nace: Un lugar tranquilo 2.
El estreno de Un lugar tranquilo 2 iba a ser en 2020 pero fue retrasado por la pandemia hasta que al fin la pudimos ver el 18 de junio. Ha sido un rotundo éxito recaudando este fin de semana más de 190 millones de dólares.
Un lugar tranquilo 2: El éxito de la repetición
La película está bien dirigida, correctamente interpretada e impecablemente producida. Consigue darte algún que otro susto, no es larga y su acertado ritmo no deja que te descuelgues. Hasta ahí todo bien si no fuera por un pequeño detalle: Un lugar tranquilo 2 es la misma película que Un lugar tranquilo.
Ojo para los que no la hayan visto, que pueden haber SPOILERS:
Un lugar tranquilo 2, a diferencia de la primera parte, te muestra el día 1 de la invasión extraterrestre. Aprovecha esas escenas para presentarte al personaje del siempre Peaky Blinder, Cillian Murphy, nuevo protagonista masculino de la saga. Una vez te han contado que la invasión fue como la mayoría de las invasiones extraterrestres a las que nos tiene acostumbrados, marcianos monstruosos, sanguinarios y medio tontos que llegan para aniquilarnos, la película continúa desde donde se quedó la primera parte.
El personaje de Krasinski murió en Un lugar tranquilo para salvar a su familia, así que, Evelyn, el personaje de Emily Blunt, se quedó sola con tres de sus hijos y el lugar en el que vivían ardiendo en llamas.
Evelyn se propone salvar a sus hijos y va en la búsqueda de un nuevo hogar para ellos. Lo que encuentra es un lugar lleno de trampas en el que vive el personaje que interpreta Cillian Murphy.
Una vez se reconocen y recuerdan viejos tiempos, la familia se instala en ese nuevo lugar tranquilo. Pero Millicent Simmonds, la hija sordomuda de Evelyn, no está tranquila y quiere salvar a la humanidad con su sonotone.
Se le ocurre escaparse de allí para buscar una emisora de radio en la que poner el ruido del audífono y eliminar a los extraterrestres, como ya hicieron antes en Mars Attacks! de Tim Burton.
Cuando Evelyn se da cuenta de que su hija se fue sin avisar, le dice a Murphy que vaya tras ella. Y él, cómo no, lo hace. A partir de aquí se suceden luchas con extraterrestres de camino a un final calcado al de Un lugar tranquilo y que, para colmo, sigue quedando abierto.
¿Otro remake encubierto?
¿Por qué nos engañan? Si el propio Krasinski había dicho que nunca tuvo en mente hacer segundas partes de Un lugar tranquilo, ¿por qué le piden hacer Un lugar tranquilo 2?
¿Qué sentido tiene pagar el precio de una entrada de cine, soportar los comentarios o risas de los espectadores y el sonido de bolsas, móviles y palomitas para volver a ver una nueva versión de una película que ya habías visto?
Así me sentí con la primera parte de la nueva trilogía de Star Wars que casi hizo que saliera del cine, por sentirme estafado.
¿Tanto cuesta hacer algo nuevo? Los jefazos de las productoras creen que mejor no innovar, que mejor no arriesgar. Que si nos dan lo que ya nos gustó, es un éxito asegurado. Pues no señor. No es así. Al menos no para muchos.
Necesitamos nuevas obras. Nuevas películas y series que nos sorprendan y entusiasmen. Que no nos hagan emborronar primeras partes o primeras temporadas de series que fueron excelentes. No nos olvidamos de lo que consiguieron continuando series que nacieron como miniseries como: Big Little Lies, Handmaid’s Tales o True detective.
Un poco de respeto. Ya está bien.
Cuando John Krasinski se hartó de ser el graciosillo
John Krasinski, un actor de comedia que gracias a la versión americana de The Office se hizo mundialmente conocido, parecía querer dar un giro a su carrera. Escribió y dirigió Un lugar tranquilo otorgándose un papel con características muy diferentes a las que nos tenía acostumbrado. Con cero comedia.
Krasinski ya lo había intentado antes en producciones como 13 horas: Los soldados secretos de Bengasi de Michael Bay, Detroit o Jarhead.
Pero no fue hasta Un lugar tranquilo que consiguió su objetivo. Ese mismo año encarnaría al personaje Jack Ryan en la serie del mismo nombre. Ya teníamos un nuevo actor dramático de acción.
Plan cumplido.
Dejadlo hacer sus nuevo papeles y dirigir sus películas originales. Dejad que nos siga sorprendiendo, o al menos, intentándolo. Ya está bien de Un lugar tranquilo 2, 3 y 4. Pasemos página.
¡Saludos furiosos!