‘The White Lotus’: las salvajes consecuencias del postmodernismo
Mike White, el creador de Iluminada, sorprende con The White Lotus, una serie de de HBO con un género un tanto inclasificable.
Una pareja recién casada, una familia y una mujer que acaba de perder a su madre, se juntan en una especie de resort de lujo, en el que se ven obligados a lidiar con el instinto animal y un american way of life desfasado. Mientras, los pobres trabajadores del resort sufren las consecuencias de sus actos.
En su acertado reparto encontramos nombres como: Connie Britton, Jennifer Coolidge, Alexandra Daddario, Murray Bartlett, Fred Hechinger , Steve Zahn, Jake Lacy, Natasha Rothwell, Sydney Sweeney y Brittany O’Grady.
Empecé a ver The White Lotus porque, en un artículo que leí, la comparaban con Succession. Estoy tan desesperada por ver la nueva temporada de la que, para mí, es la serie de la década, que sería capaz de tragarme vídeos enteros del creador solo haciendo ensaladas. Lo que me encontré no era Succession, pero era algo muy pero que muy raro, de un tono casi imposible de descifrar.
The White Lotus mezcla los dramas occidentales de siempre con momentos de mucha profundidad psicológica. Desde un punto de vista irónico, pero con una atmósfera (sobre todo, gracias a su maravillosa banda sonora de Cristobal Tapia De Veer) que remite a lo salvaje y a lo primitivo.
Como si todo lo que estuviese sucediendo, los grandes problemas humanos actuales, fuesen inevitables, dolorosos y hermosos a la vez.
The White Lotus: lujo, tristeza y crueldad
Aunque el tono de Succession es más oscuro y trágico, es cierto que ambos tienen como principal atractivo la crítica brutal que hacen a la sociedad generada por la expansión del estilo de vida americano y su radicalidad durante la era posterior postmodernismo (a ver si le ponemos nombre ya porque “postpostmodernismo” suena fatal).
Una brecha mayor entre ricos y pobres, machismo más radical por el auge del feminismo, una juventud refugiada en una realidad paralela con la tecnología y las drogas de diseño, individualismo exacerbado, más superficialidad gracias a las redes, peor periodismo…
Especialmente interesante me parece el personaje del director del resort (Murray Bartlett), esa persona entre los privilegiados y los explotados. Sufre las consecuencias psicológicas de una posición como la suya y acaba volviéndose, lógicamente, loco por completo.
También lo son las dos adolescentes (Brittany O’Grady y Sydney Sweeney (Euphoria) que igual se dedican a reírse de la gente y a putearlas (y que recuerdan mucho a las adolescentes interpretadas por Scarlett Johansson y Thora Birch en la película de culto de los 90, Ghost World) que a leer a Nietzche y a Freud, y a sufrir por las desigualdades sociales.
Aunque es difícil pillar el tono de The White Lotus, las intenciones de Mike White (director y guionista de la serie) son claras: relacionar la tristeza y crueldad del esperpéntico enorme resort turístico en el que se ha convertido el mundo con lo salvaje de la condición humana.
Tomad nota para este agosto. P.D: No recomendable de ver si estás en un resort.