‘The Unwritten’: Metaficción literaria
Desde el momento de su creación, y hasta desaparecer a principios de 2020, el sello editorial “Vertigo” ha producido algunos de los cómics de mayor calidad de la Historia del medio. En 2009 comenzó “The Unwritten”, un ejercicio de metaficción que termina siendo un thriller conspiranoico. Acompañamos a Tom Taylor en esta arriesgada aventura. Y es que la literatura es lo único por lo que merece la pena morir.
The Unwritten: Aquejados de vértigo
En lasfuriasmagazine somos fans de “Vertigo”, sello editorial al que hemos dedicado unas cuantas líneas en artículos anteriores (“La Patrulla Condenada”, “La Cosa del Pantano”, “Stardust”, “El Último”, “Teatro de Misterio”…).
Bajo la batuta de Karen Berger, fue creado en 1993 por “DC Cómics” para servir de cajón de sastre donde meter sus antiguas colecciones enfocadas a lectores adultos, así como para lanzar otras nuevas. Al margen del “Comics Code Authority” (el Torquemada de los tebeos americanos), “Vertigo” se alejó de los stands de periódicos y demás puntos de venta no-especializada para centrarse en las tiendas de cómics, foco de atención de un público ya talludito y con bastantes menos remilgos.
Además, hacía esto ofreciendo a sus autores unas condiciones sin precedentes en el mundo editorial yanqui: total libertad creativa y el 50% de los beneficios. De esta forma, “Vertigo” floreció a partir de los 90 con un producto artístico y literario de gran calidad, acumulando premios y copando puestos en la lista de más vendidos del New York Times. “Sandman”, “Los Invisibles” “Predicador”, “Hellblazer”, “Fábulas”… la monda.
Cambio de siglo
Sin embargo, las ventas comenzaron a caer mediada la primera década de los 2000. El público empezó a interesarse cada vez menos por los cómics de autor en favor de las grandes franquicias de superhéroes que comenzaban a pegar fuerte, también, en el cine. Del mismo modo, los autores empezaron a encontrar condiciones aun mejores en otras editoriales.
“DC Cómics”, además, empezó a incorporar a personajes de “Vertigo” (tales como Animal Man, John Constantine o la ya mencionada Cosa del Pantano) a sus propios títulos. Este fue uno de los últimos pasos hacia la disolución del sello en enero de 2020. Desde entonces (y hasta la fecha), todas aquellas historias al estilo de las de “Vertigo” se engloban bajo “Black Label”, “Young Animal” o “El Universo Sandman”.
Pero no todo fueron malas noticias en la última década de esta línea editorial. Desde 2010 cosechó éxitos de la talla de “Punk Rock Jesus”, “American Vampire” o “iZombie” (esta última, adaptada a la televisión). Pero por encima de estos títulos destaca, para mí, “The Unwritten”, posiblemente mi serie favorita de “Vertigo” después de “Sandman”.
The Unwritten: Imaginando lo no-escrito
Mike Carey y Peter Gross son un guionista inglés y un dibujante americano que trabajaron juntos por primera vez en “Lucifer”. Un par de años después, le hicieron una propuesta a “DC” para colaborar, esta vez, en un libro propio.
“The Unwritten” (que podría traducirse como “El No-Escrito”, en español) comenzó como una tormenta de ideas entre los dos creadores. Ambos coincidían en que querían hacer un ejercicio de metaliteratura: hablar de ficción desde la ficción. Mike pretendía contar una historia acerca de una conspiración a través de distintas épocas literarias. Gross, por su parte, tenía en mente a un chico joven abandonado por su padre, después de haberle servido como inspiración para una lucrativa serie de novelas.
Finalmente encontraron una forma ingeniosa de entrelazar ambos planteamientos y, en julio de 2009 salió el número 1 de “The Unwritten”. La portada corrió a cargo de la galardonada ilustradora japonesa Yuko Shimizu, que seguiría desempeñando esta función hasta el final de la serie, en 2015.
En este artículo reseñaremos el primer volumen recopilatorio de la colección (que abarca doce números), al cual nos referiremos como un solo cómic.
Tom y Tommy
Tom Taylor es un hombre de veintipocos años cuya vida está envuelta en un denso misterio. Su padre es Wilson Taylor, el autor de la saga de fantasía más leída del mundo. El protagonista de sus novelas es un brujo adolescente de nombre “Tommy Taylor”, un trasunto con poderes mágicos de su propio hijo.
Terminado su decimotercer libro, Wilson desapareció sin dejar rastro de Villa Diodati, donde residía. A su hijo le dejó una considerable fortuna, así como un montón de conocimientos aparentemente aleatorios acerca de lugares geográficos y los acontecimientos literarios que en ellos se desarrollaron. Diez años después, Tom sigue asistiendo a convenciones de aficionados y firmando copias de los libros de su padre, cargando siempre con el sambenito de su sosias ficticio.
En una de estas convenciones conoce a Lizzie Hexam, una periodista y estudiante de (cómo no) literatura que le hace cuestionarse todo aquello que cree conocer acerca de su pasado. Los rumores en torno a la identidad de Tom Taylor se extienden por los medios de comunicación como una plaga bíblica. Los más comedidos consideran que su vida entera no es sino una pantomima ideada por su padre para vender más libros. Los más disparatados, opinan que Tom es la encarnación de Tommy Taylor en la vida real, salido de la página, poderes sobrenaturales incluidos.
El protagonista se ve envuelto, entonces, en un thriller conspiranoico que reaviva el misterio de la desaparición de Wilson Taylor. Buscando respuestas, Tom se percata de la existencia de una especie de logia que lleva décadas manejando los hilos de la literatura universal para satisfacer sus propios intereses económicos y políticos. Su sicario, un tal Pullman, le va pisando los talones al joven desde Londres hasta Roncesvalles, pasando por Ginebra, y hasta puede que dando saltos en el tiempo.
Reflexiones literarias
Tom Taylor está basado en Christopher Robin Milne, el hijo del autor de las famosas historias de “Winnie the Pooh”. Christopher Robin sirvió de inspiración para el personaje homónimo que aparece en dichas historias, hecho que arrastró a lo largo de toda su vida como una condena. Tommy Taylor, sin embargo, es un calco evidente de “Harry Potter”, con trazas de “Tim Hunter” (el hechicero adolescente que protagoniza “Los Libros de la Magia”, otro comicazo).
Mediante la dicotomía entre Tom y Tommy, los autores de “The Unwritten” reflexionan acerca del efecto que tienen las ficciones en nuestra sociedad moderna, y cómo las consumimos. También, realizan un comentario acerca de la entidad que toman personajes ficticios al arraigar en el subconsciente colectivo, así como de nuestra capacidad como masa cultural para distinguir entre lo que es real y lo que no.
“The Unwritten” está plagado de referencias literarias, sobre todo anglosajonas, y con el acento puesto en los géneros de fantasía y terror clásicos (John Milton, Mary Shelley, Robert Browning, Oscar Wilde, Arthur Conan Doyle, o Rudyard Kipling, por citar a algunos autores presentes en el cómic). Esto enriquece su lectura y la hace mucho más interesante.
La sombra de Vertigo
Del mismo modo, “The Unwritten” tiene todos los elementos esperables de una obra de “Vertigo”: un tono oscuro, numinoso, salpicado por un cierto humor negro y algo macarra; con personajes marginales, reflejo del mundo outsider que fue una vez (suspiro) el de los fanáticos de los cómics.