‘The Staircase’: el estremecedor caso real de la familia Peterson
El terrible caso del homicidio de Kathleen Peterson en 2001, se llevó a la pantalla en 2017 en una miniserie de Netflix. El presente año, HBO retoma dicha docuserie y crea The Staircase, una teleserie basada en la misma. Un juego metafílmico interesante, donde se presentan diversas versiones y fuentes pertenecientes al caso de los Peterson.
Colin Firth y Toni Collette conforman el elenco actoral protagonista. Encarnando de forma sobresaliente al matrimonio Petterson. La obra de HBO se basa en la docuserie francesa de Netflix homónima. La cual documentaba la vida de la familia Petterson, y en concreto, la de Michael tras la muerte de su esposa Kathleen. Su testimonio afirma que ella calló por las escaleras. La acusación oficial, y a la luz de la escena del crimen, juzga al marido por asesinato.
El documental francés comenzó a desarrollarse como miniserie con El caso de la escalera (Jean-Xavier de Lestrade, 2004). No obstante, y ante los hechos acontecidos y el inconcebible desarrollo de estos, la obra se continúa con una segunda parte: The Staircase 2. The Last Chance (Jean-Xavier de Lestrade, 2013). En 2018, se añaden tres episodios en exclusiva para Netflix, los cuales fueron preestrenados en el Festival de Tribeca.
Otra dosis de true crime: cuando la realidad supera la ficción
En la última década ha habido una gran proliferación de series del género de true crime. Cuando las ideas y la imaginación llegan a su límite, la realidad aparece para sorprendernos. Con situaciones y hechos que superan cualquier creación ficticia. Este es el caso de asesinatos como el del músico Gary Hinman en 1969 y posteriormente la actriz Sharon Tate a manos de “La familia Manson”. Múltiples cintas fueron basadas en este hecho como The Other Side of Madness (Frank Howard, 1971), la miniserie Helter Skelter (Tom Gries 1976) o Las chicas de Manson (Mary Harron, 2018), entre otras. Helter Skelter además, ha vuelto a ser adaptada para Epix en 2020. Incluso Quentin Tarantino lleva al cine la espléndida Érase una vez en…Hollywood (2019), donde aborda el sangriento asesinato.
Junto a este, muchos otros casos espeluznantes han sido objeto de creaciones audiovisuales. La más reciente Candy (Hulu, 2022), se descubre además como una de las mejores obras de true crime.
La presente The Staircase creada por Antonio Campos no decepciona tampoco. Con una perspectiva metafílmica que pone el foco en el rodaje del documental y los entresijos de este. Junto a esto además, se añaden secuencias que recrean posibles versiones del homicidio. Recurso que solo puede utilizarse en la ficción. Más allá de las imágenes reales rodadas en el documental. Estas escenas ficticias que reconstruyen lo ocurrido, son una de las mejores piezas de la serie. De carácter muy gráfico e incluso gore. Saciando así la sed de la audiencia de visionar algo más que las simples declaraciones del acusado y su familia. En la sociedad posmoderna que nos acontece, el aburrimiento cala en todas las dimensiones vitales. La sangre y la recreación en esta se convierten en un recurrente antídoto para el hastío contemporáneo.
The Staircase: ¿homicidio o accidente?
Una mujer cae por las escaleras. En el lugar donde yace, un gran reguero de sangre la rodea. El esposo, Michael, llama a emergencias para avisar que su mujer se está muriendo. Unos minutos más tarde, vuelve a llamar para decir que ya no respira. Cuando la policía llega a la escena, descarta por completo que aquello pueda ser un accidente. Con esta premisa, se desarrolla una trama argumental donde constantemente se pone en duda si la muerte de Kathleen fue un homicidio o un accidente. Teniendo siempre como base fundamental, que Michael sería juzgado por asesinato.
Las subtramas que atraviesan el argumento principal son espeluznantes. Añadiendo en cada episodio un detalle cada vez más escabroso e inconcebible en relación con todo lo acontecido.
Sin embargo, no hay que olvidar, tal y como articula uno de los personajes en la serie, que miles de mujeres son asesinadas y posteriormente ocultadas. Algo que, en el presente, desafortunadamente, sigue ocurriendo – aunque en menor medida -. El silencio ante la violencia de género, o la duda sobre si el agresor ha podido hacerlo o no. Lo cual tiene una única respuesta segura que es: la violencia sí tiene género. Y miles de mujeres son asesinadas por el simple hecho de serlo.
Una creación metafílmica cuidada hasta el mínimo detalle, pero no libre de polémica
La producción de HBO lleva a cabo un trabajo excepcional de reconstrucción de los hechos reales. Teniendo su mayor virtud en las interpretaciones del elenco actoral. Uno de los mejores trabajos reside en un personaje que quizás pasa desapercibido. Freda Black, la asistente fiscal, es interpretada por Parker Posey. Esta, tiene un sorprendente parecido físico con la original. Sin embargo, su mayor similitud, mérito del impecable trabajo de la actriz, reside en su forma de hablar y actuar.
El protagonista Colin Firth está irreconocible en su papel de Michael. Del mismo modo que Toni Colette está brillante en su interpretación de Kathleen. Junto a este tándem, aparece también una actriz colosal como es Juliette Binoche en su papel de Sophie, pareja de Michael y montadora del documental francés.
Este último personaje ha sido uno de los más polémicos de la teleserie. Dado que, a través de ella, se cuestiona la objetividad de la docuserie original. Sin embargo, tal y como en la misma serie se articula, ¿qué es la objetividad? Porque siempre que haya una persona implicada, la objetividad nunca existe. Todo se torna subjetivo. Todo tiene una perspectiva desde la que se mira y un ángulo desde el que se enmarca. Es por ello que es de vital importancia contrastar las informaciones. De este modo, la perspectiva de género de la presente serie se podría cuestionar por sus enfoques. Así como por la construcción del personaje de Sophie.
La historia de la familia Peterson siempre estuvo rodeada de enigmas. Y con la presente serie, estos enigmas solo se envuelven con un halo más morboso. Pero no resuelven, ni tan siquiera buscan resolver, lo que realmente ocurrió en el año 2001 en la casa de los Peterson.