‘The monstrous dreams of Mr. Providence’, el acto onirista de Daria Schmitt
The monstrous dreams of Mr. Providence es una muestra de la belleza del noveno arte, también en su vertiente más oscura e inquietante. También un manifiesto tras el que todos aquellos a los que nos gusta soñar despiertos nos podemos amparar.
Daria Schmitt utiliza su considerable talento para contar una historia sobre historias, y la vida sonámbula de las palabras, hermosa y terrible por igual.
The monstrous dreams of Mr. Providence: Un paseo por el parque
Puede que te resulte raro, pero me siento un poco como una de estas viejas piezas de chatarra. Como ellas, estoy a la espera de algo. Y cuanto más espero, me vuelvo más viejo y polvoriento.
—The monstrous dreams of Mr. Providence
El Señor Providence vive en una cabaña dentro del parque público en que ejerce como vigilante. Alto y de gesto severo, produce extrañeza entre los visitantes adultos, y un cierto temor entre los niños, acompañado de la particular fascinación que produce lo misterioso en aquellos cuya imaginación no ha sido todavía lastrada por el paso del tiempo.
Comprometido y diligente como pocos, se toma muy en serio su labor de proteger el lugar de cualquier posible peligro, tanto físico como sobrenatural (tales como el monstruo de roca que habita la cascada artificial). De lo segundo recela especialmente su nueva encargada, una mujer eminentemente práctica que está decidida a convertir el parque en un entorno moderno, eficiente y familiar.
Maldoror es el gato de Providence, y su mayor confidente. Además de con su encargada y con gatos parlantes, el protagonista del cómic trata con el resto de miembros del personal del parque, entre los que destacan tres viejas empleadas que contribuyen a sus devaneos ocultistas.
Un buen día, el vigilante del parque se encuentra con un fenómeno singularmente inquietante: el río que recorre las instalaciones se ha vuelto completamente negro, como tinta. Montado en un bote de madera, observa cómo unas carpas pelean entre sí por algo que flota cerca del fondo legamoso: un libro.
Se da el caso de que el Señor Providence tiene la costumbre de ir recogiendo objetos y llevárselos a casa, a la espera de encontrar a sus legítimos dueños. De modo que rescata el libro del agua y se lo queda. Para su sorpresa, las páginas están en blanco. Y lo que sea que hubiese en ellas parece haber calado en el río y se extiende por todo el parque, convirtiéndolo en un auténtico entorno de pesadilla.
Formas en la niebla
Esas gentes son tan silenciosas y hurañas que uno tiene la impresión de verse frente a un recóndito enigma del que más vale no intentar averiguar nada. Y ese sentimiento de extraño desasosiego se recrudece cuando, desde un alto del camino, se divisan las montañas que se alzan por encima de los tupidos bosques que cubren la comarca.
—La extraña casa elevada entre la niebla
The monstrous dreams of Mr. Providence difumina las barreras entre el mundo real y el de los sueños, y nos muestra un auténtico bestiario de pesadillas, inspiradas en su mayoría por el imaginario de H. P. Lovecraft. Y es que este cómic es una carta de amor al fantástico mundo creado por el conocido escritor de Providence, Rhode Island.
Todo, desde el nombre del protagonista de la historia hasta su apariencia física, pasando por las terribles criaturas acuáticas que asolan las viñetas como un mal sueño, tiene un aire inequívoco de fantasía lovecraftiana. También de Alicia a través del espejo, de Macbeth, o de Los cantos de Maldoror.
Un cuento de Lovecraft, en particular, destaca entre las influencias de la autora: La extraña casa elevada entre la niebla, publicado originalmente en octubre de 1931. Dicha historia es un alegato en favor de la fantasía, que resalta como una vieja morada en lo alto de un lugar recóndito, medio escondida por la niebla, en contraposición al frío racionalismo, la ciudad de Kingsport, en la que la perfectamente estructurada vida de Thomas Olney da un fascinante vuelco.
El Señor Providence, como Olney, se embarca (literal y figurativamente) en una aventura hacia lo desconocido, y no volverá a ser el mismo.
The monstrous dreams of Mr. Providence: Oscura y disonante
Mantén la llama hasta que podamos volver a despertar. La llama está en tus manos, te confiamos ese sagrado demonio ingobernable. Mantén la llama. Nosotros descansaremos tranquilos. Niño, sé raro, oscuro, sincero, impuro y disonante. Mantén nuestra llama. Nuestro amanecer llegará.
—Penda’s Fen
The monstrous dreams of Mr. Providence es un acto de onirismo artístico y literario que nos hace dudar de nuestro propio raciocinio. ¿Qué es real y que no? ¿Es el Señor Providence un loco que no sabe distinguir entre lo que ocurre cuando está despierto y cuando sueña? ¿Lo somos nosotros?
A esta experiencia contribuyen los espectaculares dibujos de Schmitt. Realizados en blanco y negro, en su mayoría, dan la impresión de grabados, con contrastes de color aquí y allá, que envuelven las ilustraciones en una neblina que puede olerse, tocarse, y casi escucharse. The monstrous dreams of Mr. Providence es el cómic más bello de contemplar que hemos leído en mucho tiempo, y uno no puede evitar maravillarse de la minuciosidad y el detalle que contiene cada una de sus páginas.
Su autora, Daria Schmitt, es una escritora y dibujante francesa que comenzó trabajando para varias empresas de entretenimiento diseñando escenarios, haciendo story-boards, etc. Igualmente, impartió clases de artes aplicadas durante años, y contribuyó a la creación de una agencia de arquitectura y museografía en su país.
Su primer cómic publicado fue Ornithomaniacs, en mayo de 2017 por la editorial franco-belga Casterman. Dicha obra le valió un premio de la Asociación Artémisia un año después.
The monstrous dreams of Mr. Providence ha visto la luz en junio de 2022, bajo el título original de Le bestiaire du crépuscule, de la mano de Dupuis, y puede leerse en francés en formato físico, o en inglés en digital.
Para ver una muestra del trabajao de Schmitt, os recomendamos encarecidamente visitar su perfil de Instagram AQUÍ.