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Sitges 2021: ‘The Deep House, fantasmas pasados por agua

Dirigida por los franceses Alexandre Bustillo y Julien Maury, The Deep House es la nueva película de los creadores de una de las películas más duras y violentas del cine reciente, À l’Intérieur.

Pero esta de la que hoy os voy a hablar, muy poco tiene que ver con ese clásico moderno del nuevo cine de terror francés.

The Deep House sería una correcta película de fantasmas y casas encantadas que habría pasado completamente desapercibida si se hubiera rodado de forma convencional, pero estos directores no saben hacer las cosas de forma convencional. Al menos, completamente convencional. Por ese motivo, The Deep House se diferencia del resto al haber sido rodada en su mayor parte, bajo el agua.

The Deep House, miedo al aire (o su ausencia)

La película nos cuenta la historia de una pareja de youtubers, de esos que graban casas abandonadas, manicomios, hospitales o cualquier cosa creepy que pueda dar visualizaciones en la famosa red social de vídeo. Pero por mucho que lo intentan, sus vídeos no superan las 50 mil visualizaciones, así que deciden ir en la búsqueda de una casa que se encuentra dentro de un lago.

La pareja está interpretada por los jóvenes y solventes, Camille Rowe y James Jagger. Una vez han encontrado el lugar, con la ayuda de un perturbador residente obsesionado con Camille, se visten con equipaje de submarinismo y gadgets como un dron acuático para ir en la búsqueda del vídeo de un millón de visualizaciones.

James Jagger y Camille Rowe, en The Deep House.
James Jagger y Camille Rowe, en The Deep House.

Una vez se sumergen en el agua, comienza la película. Encuentran una casa horripilante en la que se masca la tragedia. Ella no está muy por la labor de adentrarse en ella, pero él es muy persuasivo y sabe que los sustos suelen viralizarse. Se introducen en el interior de la casa y se dan cuenta de que no es una casa convencional, es una especie de capilla de una familia de alta alcurnia en la que parece que hacían algún tipo de rito demoníaco con jóvenes y niños del pueblo.

Después de unos cuantos sustos, la pareja se encuentra con dos muertos colgados de una cadenas, la prueba definitiva de que no fue muy buena idea meterse en ese lugar, y por si fuera poco, el oxígeno se agota poco a poco…

The Deep House: Sí, pero no

La película está bien, es entretenida, funciona como cinta de terror al dar algún que otro susto y no es muy larga, pero se podría esperar algo más de ella y de unos directores que han demostrado tener unas de las mentes más retorcidas de la industria.

A los 10 minutos de que se introduzcan en esa casa llena de fantasmas, el recurso de grabar bajo el agua se agota. Deja de ser original, y eso es lo único original de la película.

Los fantasmas son como los que hemos visto mil veces y todo en The Deep House es previsible. Al desarrollarse la acción bajo el agua, uno espera que los sustos vayan a ser diferentes o las maneras de infligir dolor de los fantasmas o ¿zombis? nos vayan a sorprender sobremanera, pero, error, eso no ocurren en ningún momento.

The Deep House.
The Deep House.

Quizá el problema sea precisamente ese, llegar a ver la película con una idea muy concreta y esperar que se cumplan tus deseos. Es cierto que la novedad del medio y el tándem de directores induce a las aspiraciones, pero a The Deep House mejor llegar sin ninguna de ellas si lo que quieres es disfrutar de la película.

Podríamos decir que los fantasmas pasados por agua y los muertos de piel arrugada no son suficiente para salir del auditorio del Sitges Festival Internacional de cine fantástico de Catalunya con miedo de volver a casa, pero sí que cuándo te vuelvas a meter bajo el agua y encuentres algo misterioso, te vas a pensar un par de veces acercarte a echar un vistazo.

Saludos furiosos.