‘Superman y Lois’ aterrizan en HBO
Mientras el mundo geek flipa (y con razón) viendo “Wandavision”, una de las filiales televisivas de Warner Bros. estrenó el episodio piloto de una serie basada en personajes de DC Comics el pasado día 24 de febrero. Habiéndolo visto, me dispongo a compartir con vosotros mis primeras impresiones furiosas sobre “Superman & Lois”.
Admitámoslo, los fans del hombre de acero no hemos tenido muchos motivos de celebración afuera de las viñetas en los últimos años. La serie animada de finales de los ’90 y principios de los 2000 fue una maravilla, claro. Pero desde entonces, y salvo honrosas excepciones, no hemos recibido sino versiones alteradas del personaje.
En “Smalville”, por ejemplo, Clark Kent es un jovencito que rompecorazones más preocupado del High School que de saber volar.
En “Superman Returns”, una copia apagada de la versión de Christopher Reeve.
Y en las películas del bueno de Zack Snyder… un quejica iracundo que no muestra ningún reparo en destruir ciudades enteras, un alienígena que rompe cuellos y mira con cara larga a aquellos a los que salva porque preferiría estar en su casa escuchándose la discografía de Alice in Chains.
Y me cuesta decirlo porque Henry Cavill es, en verdad, estupendo para el papel. Si tan solo le dejasen sonreír alguna que otra vez…
CW adaptando el universo DC
Pero afuera con lo viejo y que venga lo nuevo. Y eso que Tyler Hoechlin no es ningún novato interpretando a Superman. El actor se enfundó las mallas rojas y azules por primera vez en la segunda temporada de “Supergirl”. Antes de que pongáis los ojos en blanco y me mandéis a la ciudad embotellada de Kandor, dejadme que os diga lo que pienso acerca de esta y las demás series de la CW.
Es cierto que tanto “Arrow” como “Flash”, “Las leyendas del mañana”, o la propia “Supergirl” están dirigidas a un público juvenil. Sin embargo, prefiero mil veces un producto apto para todos los públicos realizado con esmero, a otro con pretensiones adultas carente de ingenio.
Y piensa, amigo o amiga, que tú tienes tu carnet de friki porque seguramente te enamoraste de estos personajes en la infancia. Yo me alegro de que los niños todavía puedan ver o leer historias de superhéroes y disfrutarlas. Y si las series de este canal no son de tu gusto… no te preocupes, hay otras mil ligerísimamente distintas que seguro que te chiflan.
El hombre del mañana
Está claro que el Superman de Hoechlin no luce tan bien ante las cámaras como el de Cavill (porque eso es verdaderamente imposible). Sin embargo, refleja a la perfección el espíritu y, sobre todo, el corazón del personaje, que es lo que lo hace tan especial y culturalmente relevante desde ni más ni menos que 1938.
Una vez escuché en un podcast algo así como que Batman gusta porque provoca empatía. Con Superman no se puede empatizar, pero sí aspirar a ser como él. El inmigrante por antonomasia, el Moisés que vino flotando en una nave espacial por el Nilo hasta nuestro lado de la galaxia, abrazó nuestros valores y se convirtió en el mejor de todos nosotros. Y lo hizo a base de humildad, cariño, y mucha tarta de manzana de su madre adoptiva.
El Superman de la CW terminó de conquistarme en el capítulo noveno de la quinta temporada de “Flash”. En este, Cisco Ramón cruza de una dimensión a otra y aparece en la granja de los Kent. Cuando se encuentra con Clark por primera vez, le pregunta quién es. La respuesta del último hijo de Krypton es directa y sencilla: «Tan solo un amigo», le dice, sonriente. Ese es Superman: el hombre más poderoso del mundo que no se cree más que nadie, y recibe sonriente a la adversidad. Un personaje soleado, el Apolo de DC Comics en contraposición a su Hades, que es Batman.
Era cuestión de tiempo de que esta iteración del personaje tuviera su propia serie. Y en efecto, casi un lustro después de su debut se estrena “Superman & Lois”, producida por Greg Berlanti y Todd Helbing.
Mirando hacia el cielo
El capítulo piloto arranca poniéndonos al día de quién es Superman en poco más de cuatro minutos (por si algún televidente ha estado despistado los últimos ochenta y tres años). Tyler Hoechlin aparece con el traje de la serie de animación de 1941 (una joya absoluta, por cierto) salvando a un niño de ser aplastado por un coche.
«Aquí tienes, amigo», le dice, extendiéndole la gorra que se le ha caído. «¡Qué traje tan chulo!», replica el muchacho. «Gracias, me lo hizo mi madre», concluye Superman, antes de salir volando por el cielo de Metrópolis. Y los fans respiramos tranquilos.
El tiempo pasa, y Clark conoce a Lois Lane, la periodista más famosa del mundo, con la que contrae matrimonio. La icónica pareja tiene dos hijos, Jonathan y Jordan. La historia arranca cuando estos son ya adolescentes y el “Daily Planet” es comprado por Morgan Edge, un agresivo empresario. El periodismo tradicional está de capa caída, y ya no resulta rentable. Por tanto, la primera medida de la nueva dirección del periódico es recortar personal. Clark Kent se encuentra entre los despedidos.
Por otro lado, un banco se hace con la mitad de la granja de los Kent, junto con la mayor parte del terreno agrícola que la rodea. Por si esto fuera poco, uno de los hijos de Clark padece un trastorno de ansiedad social. Las preocupaciones se acumulan para un padre que, además, le debe su labor al mundo como Superman. Y es que un misterioso personaje ha comenzado a infiltrarse en distintas plantas nucleares para hacerlas estallar.
¿Podrá Clark compaginar sus responsabilidades como hombre de familia y como superhéroe? Lo averiguaremos después de 15 capítulos. Lo único que podemos decir es que, de momento, ha empezado con buen pie.
La super-familia
Está claro que alguien en la CW comprende muy bien el universo DC, y a Superman en particular. En lugar de envilecer al personaje, esta serie lo introduce en un contexto realista y le otorga las preocupaciones de una persona de clase trabajadora en la época actual. El mundo a su alrededor oscurece para que él brille más por contraste, y no al revés (como en alguna que otra película que yo me sé).
A Hoechlin se le ve cómodo en el papel. Físicamente está correcto, pero es en su actitud donde excede. Tanto en su faceta civil como superheroica, Clark es un hombre manso, bueno, presto a tenderle la mano a quien lo necesite.
El actor se desenvuelve igual de bien en las escenas pausadas como en las de acción, que las hay. Nada más comenzar el capítulo, por ejemplo, Superman congela la superficie de un lago y la introduce a cuestas en un reactor nuclear. Y no sé si será que HBO Max ha metido algo de pasta por ahí, pero lo cierto es que las imágenes generadas por ordenador han quedado más que decentes, muy superiores a las del resto de producciones de la CW (aunque todavía algo inferiores a casi cualquiera de las de Marvel, debo admitir).
Elizabeth Tulloch, por su parte, es la mejor Lois Lane que hemos tenido en acción real. Su actuación nos hace creer que una mujer humana podría ser, de veras, la esposa de Superman. Amy Adams es una actriz como la copa de un pino, pero diría que su interpretación del personaje terminó por contagiarse del aire desangelado de las películas en las que aparece. Y por mucho que a mí me guste Margot Kidder, lo cierto es que a su Lois no se le dio mucho que hacer además de enamorarse de Superman (y no saber deletrear).
En cuanto a Jordan Elsass y Alex Garfin (Jonathan y Jordan, en la ficción), lo cierto es que no desentonan. Además, se nota complicidad entre ambos, como podría esperarse de dos hermanos (aun tan diferentes entre ellos)..
La fortaleza de HBO
Por sacarle alguna pega a la serie, diría que no acabo de comprender la fijación de Clark por no revelarle a sus hijos quién es. Y me parece un tanto inverosímil que ellos no lo hayan deducido por su cuenta en catorce años.
Siguiendo por esta línea, me chirría el momento en el que uno de los hermanos descubre que tiene poderes. Esto ocurre después de una sucesión de acontecimientos que resultan, quizá, demasiado convenientes.
Para acabar, diría que Jordan me cae ligeramente gordo (pese a que tiene el pelo rizadito, como yo). Clark hace todo lo posible por ponerse en sus zapatos, y él solo responde con aspereza y reproche. Pero supongo que eso forma parte de su condición y que irá cambiando paulatinamente.
Ah, y la armadura del villano parece un poco de corchopán.
Por lo demás, nada que objetar en un piloto de una hora y tres minutos. Me parece difícil que la serie pueda mantener este nivel durante 15 capítulos. Si lo consigue… creo que no es descabellado decir que nos encontramos ante el mayor acierto de DC en cine o televisión desde “El Caballero Oscuro”.
“Superman & Lois” puede verse en castellano en la plataforma HBO. Os animo a echarle un vistazo.
Nos vemos por Metrópolis o Smallville.
Abrazos furiosos.