Sitges 2021: ‘Last Night in Soho’, sororidad, moda y horror
Al fin hemos visto Last Night in Soho, una de las películas más esperadas del Sitges Festival internacional de Cine Fantástico de Catalunya y nos ha encantado. La cinta de Edgar Wright ha sido el revulsivo que necesitaba después de una jornada, la de ayer, con fallidas propuestas cinematográficas.
Podemos decir sin equivocarnos que Edgar Wright es de esos pocos directores/autores que nunca fallan. Está en ese grupo de talentosos privilegiados compuesto por nombres como los de Wes Anderson, Paul Thomas Anderson, Nicolas Winding Refn, Andrew Dominik o Jeff Nichols. Autores que nunca defraudan aún con lo arriesgado de sus propuestas.
De todos ellos, Wright es el más divertido. Su filmografía está plagada de no solo muchas de las mejores películas de este siglo, sino también de las más originales y divertidas. De su creativa y desacomplejada quijotera surgen: su famosa trilogía del Cornetto (Zombies party, Hot Fuzz y World’s End), Scott Pilgrim vs. the World o Baby Driver.
Last Night in Soho, es su película más seria, un thriller psicológico que se une sin dificultad a todas las joyas que componen su filmografía.
Alicia a través del espejo
La película nos cuenta la historia de Eloise, interpretada por Thomasin McKenzie (Jojo Rabbit, Old), una chica de campo que vive con su abuela y que consigue ser becada para estudiar diseño en una exclusiva escuela de moda y alta costura en el concurrido Soho del West End Londinense.
Eloise llega a Londres llena de sueños y expectativas, pero una vez instalada en la residencia de la escuela y después de conocer a su compañera de habitación, se dará cuenta lo que la realidad no es tan bonita como la idealizada idea que tenía en su cabeza sobre cómo iba a ser su aventura en la gran ciudad.
Cansada del ambiente de la residencia estudiantil, de que se burlen de ella y de sentirse una inadaptada, decide alquilar una habitación.
Allí, sin que nadie le moleste, podrá ser ella. Escuchar la música de los años 60 que tanto la inspira en su propio tocadiscos o estudiar concentrada y en calma. Pero a la hora de irse a dormir le ocurrirá algo que era imposible que lo hubiera podido tener en cuenta. El mundo de la realidad y de los sueños se unirán en un baile sesentero. Ella vivirá a traves del espejo, cual Alicia de Lewis Carroll, la vida de Sandie (Anya Taylor-Joy), una joven cantante que quiere labrarse una carrera como artista y conseguir cantar en locales como el lujoso Café de París.
Cada noche, unidas por los espejos y el mutuo reflejo de sus aspiraciones, Ellie vivirá como Sandie y compartirá sus experiencias. De día, Eloise la convertirá en su musa e inspiración para sus diseños de moda. Además, como si de una influencer estuviéramos hablando, también adquirirá de Sandie su actitud hacia la vida y los hombres o su imagen y recursos estilísticos.
Una noche, en uno esos sueños/realidad, presenciará algo horrible que le afectará la punto de seguir viviendo esa nueva pesadilla una vez despierta.
Last Night in Soho: Edgar Wright y el cine de terror
Espero no haber dado muchos detalles de la historia que nos cuenta Last Night in Soho. El propio director pidió en su presentación a los periodistas que no adelantáramos nada hasta su estreno en noviembre. Quiere que los espectadores disfruten de la experiencia completa y que sea la propia Eloise la que les cuente toda su historia.
Edgar Wright, fanático del cine de terror, firma su primera película enmarcada en ese género. Concretamente en el subgénero de terror psicológico. Tanto es así que a algunos le podrá recordar a referentes como El cisne negro de Aronofsky o Repulsion de Polanski, de la que no esconde su influencia.
El guion de Wright es preciso, ingenioso y divertido aunque en esta ocasión haya prescindido de sus geniales gags y el humor característico de su cine. Esas particularidades propias de sus guiones, las ha intercambiado por un ambiente pesadillesco lleno de capas de profundidad e interpretaciones.
Su forma de rodar sigue siendo fresca, original y actual, y como en sus últimos trabajos, el color juega un papel muy importante en la forma de transmitirnos las diferentes capas de realidad de la historia y el estado emocional de Eloise/Sandie.
Aún siendo su peli más seria, Wright se da la licencia de sorprender al espectador con alguna que otra broma dentro de las habituales referencias pop de su obra. En una escena que se desarrolla en una fiesta de Halloween, me encantó reencontrarme con las chicas de Jóvenes y brujas, ya que a las chicas que se burlan de Eloise las disfraza de esos personajes, dejando el disfraz del famoso personaje interpretado por Fairuza Balk, a Jocasta (Synnøve Karlsen), la peor de todas ellas.
Con ese guiño nos demuestra que es muy consciente de estar repitiendo, cuando Eloise llega a la residencia, los roles típicos de pelis como Carrie, o tantas otras en las que una chica sufre el acoso de sus compañeras en el insti.
La música de Eloise
La genial selección musical, siempre ha sido uno de los rasgos diferenciadores de su cine. Wright suele presentar a su protagonista con una escena en el que la música cobra mucha importancia. Recordemos la maravillosa escena de presentación del personaje protagonista de Baby Driver:
En Last Night in Soho también lo hace. La película comienza con una escena en la que suena A World Without love, de Peter and Gordon y bailando la genial canción aparece Eloise mostrándonos las señas de cómo será ese personaje magistralmente interpretado por Thomasin McKenzie. Sin duda, el mejor de su carrera.
Otro de los temas de la película que también marca un punto de ruptura en el film es You’re My World, de Cilla Black. Precioso.
La elección musical de la banda sonora de Last Night in Soho será uno de esos discos que no deben faltar en la colección de cualquier amante de la buena música. Canciones de cantantes como Dusty Springfield son las necesarias para transportarnos al machista y luminoso Londres de los 60.
Sororidad, empoderamiento y grandes interpretaciones
Thomasin McKenzie y Anya Taylor-Joy son Last Night in Soho. Consiguen hacer suya la película. Interpretan dos de los personajes femeninos más interesantes y bien construidos que podemos encontrar en el cine de los últimos años. A la altura de Thelma y Louise pero con un enfoque diametralmente opuesto.
Un ejemplo de personajes excelentemente escritos e imaginados que participan en escenas de una alto grado de sororidad y orgullo a la hora de abrirse paso en un mundo tan machista y oscuro como el artístico. En el que, aún hoy, existen en la sombra algún que otro Harvey Weinstein.
Un viaje por el tiempo lleno de fantasmas
Eso es lo que nos plantea Edgar Wright, un viaje por el tiempo lleno de fantasmas que disfrutaremos como un sueño del que no querremos despertar.
Apunta en tu agenda el 19 de noviembre, se estrena una de las mejores películas de este 2021. La película que se estudiará en las escuelas de cine cuando les quieran explicar a sus alumnos cómo entretener, sin perder su propio lenguaje y tu autoría, sin desperdiciar ni un gramo de calidad por el camino. Cómo hacer cine utilizando todas herramientas que lo componen que no son otras que el conjunto de las diferentes artes.
Saludos furiosos.