‘Simone, la mujer del siglo’: el director Olivier Dahan se atrevió con Edith Piaf, Grace Kelly y ahora con Simone Veil
El 9 de diciembre se estrena en las salas de cine españolas Simone, la mujer del siglo, un biopic dirigido por Olivier Dahan y distribuido en España por Youplanet Pictures y Caramel films.
Olivier Dahan y los biopics
Dahan ya fue aclamado en 2007 por La vida en rosa, otro biopic sobre Edith Piaf, en el que su protagonista, Marion Cotillard, recibió un Premio Oscar. Así como también por su exitoso film Grace de Mónaco, en 2014 con Nicole Kidman de protagonista.
En esta ocasión Dahan ha contado con la actriz ganadora de un Premio Cesar por Hace mucho que te quiero, Elsa Zylberstein, impulsora del proyecto desde el inicio, y con Rebecca Marder, que interpreta en la pantalla a la joven Simone. Los acompañan Élodie Bouchez, Judith Chemla y Olivier Gourmet.
Simone, la mujer del siglo: ¿Quién es Simone Veil?
Simone, la mujer del siglo narra la interesantísima y apasionante vida de Simone Veil, (no confundir con Simone Weil) una de las mujeres claves en la historia del siglo XX.
Icono irrepetible en la lucha por los derechos de la mujer y europeista convencida, Veil nació en Niza en 1927 con el nombre de Simone Jacob y murió casi nonagenaria en 2017. Procedente de una familia acomodada de origen judío, Veil fue superviviente de Auschwitz y posteriormente estudió derecho. A partir de entonces dedicó su vida a intentar cambiar la sociedad y los derechos en su país y poco a poco fue dejando una profunda huella en la política. Como joven abogada, por ejemplo, defendió con tesón los derechos de los presos, cuando a mediados del siglo XX eran tratados casi como animales en cárceles hediondas.
Veil pasó a la historia gracias a su lucha permanente contra la barbarie y a favor igualdad. Sin embargo, no todo lo que hizo fue bienvenido, pues dividió al país al promover la llamada ley Veil, que despenalizó el aborto en Francia en 1975 tras una larga travesía llena de negociaciones y debates ante una asamblea abrumadoramente masculina.
En 1979 fue la primera mujer en ser nombrada Presidenta del Parlamento Europeo.
Simone, la mujer del siglo: un flashback en desorden
Olivier Dahan escoge una estructura no estrictamente cronológica, sino abrupta, con idas y venidas adelante y atrás en el tiempo, y muestra fragmentos de la anciana memoria de Veil, que se van desplegando en diversos episodios de su vida.
En las primeras escenas, Veil aparece sentada frente al mar en la casa de su niñez con una libreta entre las manos. ¿Está tomando notas sobre sus memorias? Puede ser. Tal vez por eso, como la memoria misma que viene y va, dando saltos con conexiones indirectas y a veces carentes de sentido para quienes están fuera de la cabeza que las hila, Dahan decide plasmar en el film los pensamientos en el mismo orden en el que parecen llegar a la mente de la anciana Veil.
El relato comienza con fuerza, con la aprobación de la ley del aborto, pero aparte del mundo político y laboral, se muestran con importancia las cuestiones familiares, como su feliz y equilibrado matrimonio con Antoine Veil, el nacimiento de sus hijos, o la entrañable relación con su hermana Milou.
El nazismo en la infancia y la memoria colectiva
La infancia de Veil, marcada por la tragedia de los campos de concentración de Auschwitz, parece no querer salir del todo en la película hasta casi el final, llegando a suponer que no es necesario recrudecer la historia con esta etapa de su vida. Sin embargo, Dahan lo deja para el final, y cuenta la barbarie y la crueldad que sufrió Veil durante aquellos años.
Sorprende de igual manera la triste situación que hubo de soportar al término de la Segunda Guerra Mundial, cuando los supervivientes de los campos de concentración eran vistos por los miembros de la “Resistencia”, como gente débil que no supo defenderse de los nazis. Durante las escenas dedicadas a esta etapa se plasma de forma directa una Veil joven, asustada por todo cuando estaba pasando y no entendía, pero que ya mostraba el vigor y la decisión que más tarde la hicieron llegar a donde llegó.
La duración de algo más de 140 minutos que tiene el film quizá pueda parecer en algunos puntos demasiado prolongada, si bien es cierto que, para contar una vida como la de la mujer que retrata, hacen falta esas dos horas y media.
Este biopic cuenta la historia de una mujer que realmente modeló el siglo XX y permite así conocer a una de las personalidades femeninas más importantes del reciente panorama político francés y nos recalca, una vez más, la importancia de nuestra memoria colectiva.