‘Sigue respirando’: un nuevo manual de supervivencia en Netflix
La miniserie Sigue respirando, creada por Martin Gero y Brendan Gall, se encuentra en el top de las 10 series más populares de la plataforma. Un relato que pone el foco en Liv. La cual tiene el único y casi imposible objetivo de sobrevivir tras un accidente de avioneta. Ella es la única superviviente. Perdida en mitad de un paraje natural canadiense desconocido.
La proliferación de series estadounidenses que abordan el género de supervivencia aumenta de forma inexorable. A principios de los 90 con la película Viven (Frank Marshall, 1993) se detonó la creación de obras que reflexionaban sobre la capacidad de supervivencia del ser humano. Tras aquella catástrofe real en 1972 sobre el equipo de rugby uruguayo que se estrelló en los Andes. Esto, generó que a comienzos del siglo XXI surgieran películas y series de culto como fueron Naúfrago (Robert Zemeckis, 2000) o Perdidos (ABC, 2004-2010).
En la actualidad, tras la pandemia sufrida en los últimos años, parece que el género irrumpe de nuevo de forma estrepitosa. Con el progreso de los años y los movimientos sociales, una de las principales transformaciones que se observan reside en sus protagonistas. Los cuales ya no son todos hombres, sino que, por el contrario, son la mayoría mujeres. La Brea (NBC, 2021), Bienvenidos al Edén (Netflix, 2022 -), The Wilds (Amazon Prime, 2020), Yellowjackets (Showtime, 2021) o incluso la última película de M. Night Shyamalan Tiempo (2021) abordan esta temática. Múltiples producciones que se ofrecen como manuales de supervivencia en tiempos de postpandemia para la audiencia. Una situación tan apropiada como aterradora.
Con la reciente Sigue respirando, Netflix se aleja de los grupos de supervivientes de las series anteriores. Poniendo el foco en un solo personaje: Liv. Ella es la única superviviente del accidente de avioneta. Con esta historia, se presenta el manual definitivo de supervivencia para la audiencia. Donde de forma detallada, se van enseñando los distintos conocimientos y técnicas necesarias para poder superar los obstáculos provocados por el hambre, la sed o cualquier tipo de impedimento provocado por la naturaleza más imprevisible.
Liv, la protagonista más acertada interpretada por una excelente Melissa Barrrera
La miniserie compuesta por 6 capítulos de 30 minutos tiene una protagonista incuestionable: Liv. Ella es la única que puede sustentar la narrativa, y realmente lo consigue. No obstante, la historia también está repleta de flashbacks con otros personajes que van dando forma al personaje y su construcción psicológica.
La actriz mexicana Melissa Barrera es popularmente conocida por telenovelas como Siempre tuya Acapulco o Tanto amor. Así como series también de la plataforma como Club de cuervos (2017). Sin embargo, en la presente serie su personaje es el principal protagonista. Y está, literalmente sola, para afrontar todo lo que acontece en la trama.
Para ello, es necesaria una interpretación fuerte y estable que funcione como pilar de la serie. Algo que la actriz mexicana consigue de forma sobresaliente. Sin resultar exagerada o sobreactuada, cada emoción expresada es perfectamente transmitida. Algo que además resulta una ardua tarea teniendo en cuenta el vaivén de sentimientos que asaltan a la protagonista ante las circunstancias. Desde el llanto más sincero, hasta la risa más espontánea provocada por situaciones tan cómicas como reales. Enlazando así de forma sobresaliente y creíble, emociones tan dispares como la tristeza, el terror o la euforia.
Sigue respirando, de Netflix: los pasos a seguir para seguir con vida si eres la única superviviente
El argumento del avión que se estrella dejando a una superviviente en un espacio desconocido no es novedoso. La naturaleza más inhóspita, el hambre, la sed… circunstancias a las que la protagonista debe enfrentarse para sobrevivir. Hasta aquí, todo suena muy familiar. Sin embargo, la trama transversal se enriquece con piezas del pasado que van construyendo la personalidad de Liv. Así como recogiendo memorias que podrán salvarle la vida en algún momento de su travesía.
La historia personal de Liv está arraigada en una amalgama de clichés y estereotipos que tampoco resultan demasiado novedosos. Es por ello que, en 30 minutos de episodio, quizás, habría resultado más acertado el aumentar el tiempo rodaje con Liv y sus peripecias. Sustituyendo las múltiples imágenes de su pasado que, llegados a un punto, resultan demasiado repetitivas.
La trama en el paraje natural, sin embargo, se construye de forma adecuada. Manteniendo la atención de la audiencia. Y haciendo que un solo personaje en un escenario único pueda generar mucho más interés que todas las subtramas esbozadas con el resto del elenco. Realmente la historia funciona como manual de supervivencia para la audiencia. La cual va descubriendo junto a la protagonista, diferentes formas de encontrar comida, agua potable o incluso hacer un torniquete. Detalles que funcionan como puntos de giro claves. Y que son cuidados a la perfección y mantienen a flote la teleserie de Netflix.
El catálogo de series de Netflix se engrosa con otra de supervivencia, acertada, pero prescindible
Las palabras supervivencia y sobrevivir han sido repetidas múltiples veces a lo largo del presente texto. Una y otra vez. Como si la serie no fuera más que eso. Como si no hubiera nada más allá de este género en el que se enmarca. Desafortunadamente, aunque el perfil psicológico y la historia personal de la protagonista puedan resultar interesante. La única trama realmente atractiva es la encarnada por Liv cuando está completamente sola ante la naturaleza que la engulle. Esa girlscout que recupera recuerdos de su infancia. Haciéndole mantenerse con vida – contra todo pronóstico -.
Esa pequeña niña exploradora que tuvo que afrontar situaciones vitales antes de tiempo. Se enfrenta ahora a una de las situaciones más complicadas de su vida. Sin embargo, parece que esta vez, las satisfacciones pueden ser incluso mayores. Dado que ella es la única responsable de los resultados que obtiene. La audiencia puede empatizar perfectamente con la protagonista. Saltando de euforia junto a ella cuando consigue hacer su primera hoguera para afrontar las frías noches.
Sin embargo, lo más probable es que esa misma audiencia que saltaba de alegría junto a la protagonista, termine olvidando su historia. Tan pronto se funde la pantalla a negro al finalizar el último episodio. Este manual de supervivencia para seguir respirando se suma a la amalgama de producciones dentro del mismo género. Engrosando así el catálogo de la plataforma de streaming. De forma acertada, pero también prescindible. Sin dejar ninguna huella imborrable. Como sí que hizo Wilson, que siempre quedará grabado en nuestra memoria.