3 series españolas que merecieron más atención
Cada vez hay más más plataformas audiovisuales y con cada una de ellas nos llegan infinidad de series nuevas. Series españolas incluidas. Las series, para algunos el nuevo opio del pueblo y, para otras, un entretenimiento mucho más que digno.
Sea como sea, no podemos estar al tanto de todas. Muchas series se nos pasan, dejan de estar de moda, o se nos olvida su última promoción. Por ese motivo, hemos decido recordaros tres series españolas, que, sin alcanzar las cotas de calidad de Antidisturbios, consiguen entretenernos y hacernos pasar un buen rato.
Los favoritos de Midas, dudarás de ti misma
En noviembre se estrenó en Netflix Los favoritos de Midas. Una serie española con premisa explosiva que hace que te platees qué harías si fueras extorsionado. Cuenta con seis episodios de una hora de duración que bien podrían haber sido solo cuatro. Eso también es verdad.
Todo comienza cuando al protagonista le llega una carta lacrada en la cual le anuncian que si no paga cincuenta millones de euros, una persona desconocida e inocente morirá en ocho días. Claro que el protagonista no es un hombre normal, sino el heredero involuntario de un consorcio mediático.
En un entorno de revuelta social en el que los llamados “favoritos de Midas” van perpetrando sus asesinatos, tratan de lograr convencer al protagonista, quien desoyendo sus advertencias, involucra a la policía y ahí es cuando se caba de liar.
Estos policías que tienen una efectividad muy parecida a la de la realidad, y a quienes un caso como este desconcierta, terminan quedando solo como una formalidad en la trama. Sin embargo, su inspector se mantiene sin desaparecer de manera imprecisa.
La crítica a las situaciones sociales, la ética, los valores morales, el poder y la política se muestran con demasiada grandilocuencia sin terminar de definir la serie. Claro que, sirven para añadir realismo a una premisa que a pesar de haber sido escrita hace más de 100 años, sigue aún muy vigente. Una de nuestras series españolas recomendada de esta lista.
Un dilema difícil
El complejo dilema que tiene el protagonista para muchos tiene una respuesta simple. Pero a medida que pasan los episodios nos damos cuenta de que tal vez pagar podría no ser tan simple, o que se podría vivir con ello deshumanizando el asunto. Y deshumanizar las tragedias ajenas causadas por nosotros o no, tiende a ser más fácil que asumirlas. Llegando al punto de ser partícipes activos de las mismas, si el tiempo y la exposición nos impacta lo suficiente.
Algo remarcable que podríamos añadir es que la puesta en escena es tremendamente convincente. Aún entre tantas series en formato de thriller, logra convencernos de seguirla viendo hasta el final.
Nos deja un final abierto que augura una segunda temporada no planificada, sugiriendo las respuestas a las variadas preguntas que nos intrigan. Esta serie logra interesarnos más de lo esperado.
Definitivamente, Los favoritos de Midas se merece ser una de las series candidatas para pasar una buena tarde de ocio. Que aparenta más de lo que es, pero logra mantener una concordancia aceptable.
Nasdrovia, o cómo los impulsos te meten en problemas
Nasdrovia, de Movistar+, nos muestra una irreal faceta de la mafia rusa en 6 cortos episodios. Dos abogados en plena crisis de los cuarenta deciden que es buena idea renunciar a sus exitosos empleos y poner un restaurante con un chef de comida rusa que acaban de conocer. Lo que no esperaban es que el local se convirtiera en el restaurante favorito de Boris, un jefe de la mafia rusa.
Una serie obligatoria de visionar pues satiriza la cotidianidad, transformando a su vez clichés como el del típico mafioso ruso en prácticamente una sitcom.
Aunque la comedia aparece en cada episodio lo hace de buena manera (comedia negra en muchos casos), acompañada de escenas dramáticas.
En general Nasdrovia se presenta moderada. Sin llegar a ser una de las mejores series españolas de la temporada, logra satisfacer gustos variados. Todo sea dicho: para niños no, eso definitivo.
Con un inicio que te genera expectativas y curiosidad, pasando por unos episodios medios algo forzados, en el episodio final genera un completo cambio, que sin lugar a dudas te deja un poco intrigada sobre hasta dónde puede llegar la protagonista en la siguiente temporada.
Nasdrovia: tumbar la cuarta pared
La protagonista nos ofrece su punto de vista, a veces irónico y otras veces satírico sobre lo que sucede. Y es que, involucrarnos en la serie es más fácil cuando tenemos a un protagonista hablándonos.
La evolución de la trama nos enseña lo fácil que es que tu vida pueda descarrilar tan solo por seguir la corriente. Esta serie deja mucho a la reflexión sobre la crisis de los cuarenta, ese mítico último impulso para redireccionar tu vida. Que en la mayoría de los casos no funciona, pero deja historias para contar.
El Cid: la historia de la reconquista de la mano de Amazon
Amazon nos mostró su adaptación sobre la historia del famoso Cid Campeador en una corta temporada de tan solo cinco episodios llenos de intriga, honor y varias idealizaciones.
Hablar del Cid es hablar de la reconquista española en su faceta más heroica. Una época llena de conceptos hoy considerados inservibles, pero que regían su día a día llevando a nuestro héroe a convertirse en su propio señor.
Su inicio resulta cortado y forzado, con muchas menos explicaciones de las acostumbradas en este tipo de series. Una serie histórica debe poder ubicar a su público sobre qué ocurre y cómo ocurre, no solo partir del hecho que todos hemos leído el cantar del Mio Cid.
El Cid, como la mayoría de las series de este género, posee una buena cantidad de incoherencias con respecto a las relaciones históricas entre los personajes. Aun así, logra sumar fluidez, al convertir los diálogos en interacciones muy ligeras.
En el apartado gráfico, El Cid se muestra bastante auténtica, convirtiéndose en un deleite para la vista, logrando apreciarse la ausencia de estructuras de utilería. El acertado uso de lugares históricos bastante cercanos a los de la época, le añade más realismo y nos convence de que podría haber más temporadas.
Pero es en las batallas en donde El Cid se luce, gracias a sus buenas coreografías. Tambén un adecuado uso de la sangre y momentos de tensión, atraen lo suficiente para salvar los episodios más lentos y algo tediosos de una temporada que se nos entrega como un abreboca de lo que podría ser en un futuro.
Y los actores…
En una serie tan delicada de producir como El Cid, un buen elenco hace la diferencia entre el éxito o un completo desastre. En esta primera temporada los personajes que se presentan son fundamentales. Su protagonista, Jaime Lorente, nos deja satisfactoriamente convencidos.
La infanta Urraca representada por Alicia Sanz se siente mucho más manipuladora y con unos toques feministas que modernizan a un personaje tan intrigante como peligroso. El resto del elenco satisface lo justo. Con personajes por el momento tan decepcionantes como Jimena, que no termina de demostrar la fuerza y carácter que su personaje requiere.
Aunque en las semanas previas al estreno los medios repetían que El Cid se convertiría en el “Juego de Tronos español”, lo cierto es que no se acerca tanto por falta de recursos, como por una historia más realista.
Aun con todos sus defectos resulta una apuesta por demás interesante y con potencial. Claro que hace falta esperar a la segunda temporada de El Cid, para poder definirla como éxito rotundo o un fracaso estrepitoso.