‘¿Sabes quién es?’: cuando el detalle más ínfimo de tu identidad es el que te define
Hace unas semanas llegó a Netflix ¿Sabes quién es?, la miniserie basada en la novela homónima de Karin Slaughter (2018). Charlotte Stoudt y Minkie Spiro dirigen esta adaptación del thriller literario de 8 episodios. Una teleserie de suspense que va desgranando cada detalle poco a poco. Manteniendo la intriga de la audiencia. Aunque siempre pendiente de un fino hilo que podría dejarle caer en la indiferencia.
La adaptación estadounidense recién estrenada prometía como un thriller de suspense original. En el primer capítulo se establece una premisa atractiva que engancha a la audiencia para terminar de descubrir qué ocurre con las protagonistas. Laura y Andy Oliver, madre e hija, deben enfrentarse a un acontecimiento inesperado que cambiará sus vidas por completo.
Un reparto aprobado para una trama notable
El desarrollo de la trama principal se va desenrollando como un ovillo de lana al caer al suelo. Del mismo modo, con un golpe estruendoso al inicio. Y una continuación lenta e incluso tediosa que termina por desenrollar el ovillo. Descubriendo detalles hasta los últimos minutos de desenlace. Si bien es cierto que el argumento se presenta como genuino y atractivo, la construcción del relato alrededor del mismo no llega al sobresaliente.
El tránsito de la audiencia por la historia se descubre como un camino farragoso tras la lluvia. Esa dificultad que te impide avanzar fácilmente, pero no te obstaculiza el paso del todo. Esa pesadez en las botas cuando el barro se te queda pegado y que te hace el camino mucho más tedioso. Aunque nunca te desaparezcan las ganas de llegar al final. De este modo, la trama notable de la teleserie mantiene a la audiencia enganchada por un fino hilo a punto de romperse. Pero que termina dejando a la persona espectadora ante la pantalla esperando a que comience el siguiente capítulo.
Junto a la historia, es imprescindible el rol del reparto seleccionado. El cual tampoco ayuda a mejorar la calidad del relato. Las protagonistas, Laura y Andy, son interpretadas por la aclamada Toni Collette y Bella Heathcote. Madre e hija, ostentan – aparentemente – el protagonismo –de la historia. Por lo que el peso de la obra recae en su mayoría sobre sus hombros.
Desde su papel en la exquisita comedia dramática Pequeña Miss Sunshine (Valerie Faris, Jonathan Dayton, 2006), hasta el género de terror en El sexto sentido (M. Night Shyamalan, 2000) o Hereditary (Ari Aster, 2018), Toni Collette ha recorrido diversos géneros cinematográficos de forma excelsa. Sin embargo, así como en la historia de ficción su hija no termina de creer lo que la madre le cuenta. Parece que Toni Collette tampoco termina por ser creíble para la audiencia. Igualmente le ocurre a Bella Heathcote. Ambas interpretan papeles complejos por los altibajos de la trama, así como la vivencia de emociones diversas. Sin terminar de convencer en su representación.
¿Sabes quién es? Protagonistas en apariencia. Secundarias en su arco narrativo
La inclusión de protagonistas mujeres en el género de suspense es una tendencia al alza. Con series como Mare of Easttown (HBO, 2021) incluso se han cuestionado los estereotipos entorno a la edad, más allá de la historia de ficción. Otras como la española El desorden que dejas (Netflix, 2020) sitúan también a dos protagonistas mujeres que van desgranando la historia oculta episodio tras episodio. No obstante, ¿son ellas las protagonistas también de su propio arco narrativo? ¿Realmente toman las decisiones que hacen que la trama avance?, ¿o simplemente se dejan llevar por el vaivén de los acontecimientos?
En la serie ¿Sabes quién es? ambas protagonistas son manejadas por los hilos de un ente superior que las lleva de un lado a otro. Ese ente heteropatriarcal encarnado por los distintos hombres que ostentan los papeles de reparto. Las relaciones románticas continúan funcionando como ejes imprescindibles que atraviesan toda la historia y la hacen avanzar. Un sustrato que perpetúa los tropos comunes en torno a las mujeres en la historia del audiovisual. Incluso cuando aparentemente son ellas las que protagonizan la historia, no son más que marionetas que se mueven al son de los hombres que las rodean. Con papeles totalmente prescindibles como el de Michael Vargas (Jacob Scipio). O al menos la perspectiva desde la que se construye. Laura y Andy, dos planetas aparentemente independientes, que realmente orbitan alrededor del sol y dependen de él para existir.
La maternidad y la relación madre e hija como pieza fundamental, poco aprovechada
La representación de distintas maternidades también se descubre como algo recurrente en las obras audiovisuales actuales. Distintas visiones de la maternidad que se alejan de esa imagen más romántica que nos vendieron durante años. Con el éxito de películas como La hija oscura (Maggie Gyllenhaal, 2021), y su entrada indiscutible en los Premios de la Academia, se pone bajo el foco el rol de la “mala madre”. Poniendo en cuestión las distintas variables que pueden afectar a las mujeres que deben educar a sus hijo/as, solas o acompañadas.
Con la nueva serie de Netflix se vuelve a situar en el centro de la historia a madre e hija. Así como las distintas brechas que la relación puede sufrir. No obstante, la construcción de dicha relación se queda en algo superficial. Perdiendo así la oportunidad de presentar un nuevo perfil de maternidad que se centre en la identidad de la madre. Y la importancia de ser alguien en la sociedad para poder así ayudar a su hija a conformar también la suya propia.
Uno de los aciertos de la teleserie es esa sutil referencia a aquellos pequeños detalles que van construyendo la persona que somos. Incluso la más nimia circunstancia como el sentir el frío de las teclas de un piano bajo la calidez de los dedos que ansiaban volver a tocar. Pinceladas de distintos detalles argumentales que al trasladar del papel a la pantalla se pierden por el camino. Con un montaje e iluminación que se queda corto para construir una obra audiovisual excelsa. Pero brindando la oportunidad a la audiencia de consumir una miniserie entretenida y que mantiene el suspense, de una forma u otra, a lo largo de todos los episodios.