‘Rick y Morty’: Descubriendo a Evil Morty
Nunca sabemos donde se puede ocultar la grandeza. House of Cosbys (2005), más allá de una posible demanda, y The Real Animated Adventures of Doc and Mharti (2006) no parecían destinadas a pasar a los anales de las series animadas. Sin embargo, supusieron el punto de encuentro entre Dan Harmon y Justin Roiland, los futuros creadores de Rick y Morty (2013-presente).
¿Cuáles son los ingredientes que han llevado a esta pareja de la nada a convertirse en una serie rodeada por teorías de cuerdas y fascinantes elucubraciones? En las primeras pruebas, Mike Lazzo, responsable de la productora Adult Swim, avisó de que Rick iba a gustar mucho al público, pero que Morty resultaba algo plano.
Reboot de antiguos conceptos y cortos plagados de humor escatológico, Rick y Morty se presentó en su origen como una parodia de la entrañable trilogía Regreso al futuro (1985-1990). Todo arranca cuando Rick Sánchez, un brillante y heterodoxo científico, regresa a casa de su hija Beth tras años ausente. Pronto, su nieto Morty se convertirá en su compañero de aventuras alrededor de la galaxia.
La primera temporada inicia así un producto plagado de guiños a la ciencia ficción y muchos detalles que es fácil pasar por alto en un primer visionado. No obstante, el punto de inflexión no llega hasta Rick Potion, sexto episodio. Puesto que Morty es tímido y con poca popularidad en el instituto, su abuelo le fabrica una poción seductora.
Resulta fácil predecir que algo irá mal y la pareja aprenderá una valiosa lección: ser uno mismo. Pues no. La cuestión y efectos secundarios del mejunje llevan a un apocalipsis tan grande que Rick convence a su nieto para viajar a otra dimensión donde eso no ocurre. Con sangre fría, reemplazan a difuntas versiones de ellos mismos y retoman su vida.
Wava lava dub dub
Dan igual las veces que Kenny fallezca en South Park. Tampoco importan los atroces golpes que puedan recibir El Coyote. Hay una regla no escrita en los dibujos donde todo vuelve a su status quo el siguiente fin de semana. ¿O no? Para entender la verdadera magnitud de “Rick Potion”, habremos de esperar a que Morty estalle y recuerde la traumática experiencia que ha supuesto tener que enterrarse a sí mismo.
Su reacción, tremendamente lógica, chocando con la sangre fría de Rick, haciendo pensar al público que no es la primera vez que ha recurrido a ese intercambio de dimensiones. Por aquel entonces, Justin Roiland había encontrado el tono justo a las voces de Morty y su abuelo. En el primer caso, un hablar aparentemente pausado y aletargado que venía genial a este mini-Watson mientras, Sánchez tenía coletillas tan pegadizas como Wava lava dub dub, una especie de sinsentido al estilo John McClane que luego demostró ser algo más.
La química entre ellos funcionaba en pantalla, aunque existían dudas acerca de su elección. En sus ocasionales participaciones, Beth Smith (Spencer Grammer), hermana de Morty, había demostrado tener capacidad sobradas para ser la camarada de su abuelo. De cualquier modo, algo en el científico le llevaba a considerar prioritario a ese pariente en sus objetivos.
Close Rick-counters of the Rick Kind (Temporada 1, episodio 10) arrojó varias claves a través de otro fascinante escenario: La Ciudadela. Urbe futurista y oculta, bajo su apariencia de gigantesco conglomerado de centros comerciales, es un punto de encuentro para todos lo Ricks y Mortys que existen. Algunos incluso deciden quedarse a vivir allí de forma permanente.
Allí descubrimos que “nuestro Rick” (el que protagoniza la mayoría de episodios) tiene el identificador C-137 y es uno de los más importantes. ¿Y su Morty?
Zona Spoiler: La melodía
Rock alternativo. Algo distinto. Un sabor agridulce. Blonde Redhead es un grupo estadounidense atípico, capaz de usar eclécticamente géneros. Dentro de su producción, For the Damaged Coda es uno de los temas que más rápidamente penetran en nuestra memoria. Hay un punto triste y adictivo en ese sonido. Sin embargo, ¿por qué esta música ha terminado siendo tan importante para Rick y Morty?
Eric Ducker ha rastreado ese instante donde la banda no sabía muy bien qué había grabado durante una jornada del año 2000 en Seattle. Aquel incómodo “aaaaah-aah-aah-aah-aaah-aah-aah” como estribillo y una versión alargada a piano invitaban a pensar que podía ser el principio de una cosa especial.
Hubo que esperar por más de una década, pero el momento llegó. Justin Roiland ha demostrado ser un verdadero gourmet a la hora de sorprender a su audiencia con las bandas sonoras escogidas. Pocas series de dibujos se animarían con Chaos Chaos o Mazzy Star, entre otras bandas.
Close Rick-counters of the Rick Kind es una trepidante trama donde El Consejo de los Ricks (la oligarquía gobernante) quiere descubrir quién está secuestrando a diferentes Mortys. Eliminando por el camino a sus abuelos. Desde los títulos de crédito, estamos acostumbrados a que a Morty le salga caro colaborar con el brillante científico, lo cual hace que sea poco llamativo que una malévola contrarréplica de Sánchez tenga un nieto tuerto, a buen seguro fruto de sus misiones.
Al igual que los protagonistas, nunca podemos ni imaginar que el Rick oscuro sea un mero títere, controlado mentalmente a través de un ingenioso dispositivo. Entre las ruinas de La Ciudadela y habiendo engañado a todos, el Morty que, presuntamente, servía al villano, prescinde de su parche y se mezcla en la multitud. Ha sido él todo este tiempo la serpiente que rondaba inadvertida.
Rick y Morty: Pistas y paradojas
Naturalmente, el público quedó encantado con aquel conglomerado urbano que permitía disfrutar de los personajes en distintas variantes. Pese a ello, el denominador común radicaba en la superioridad de Rick. Por ello, teniendo en cuenta el final de la primera temporada y algunas pinceladas que se iban dando, llamaba la atención un miedo bastante oculto del nihilista científico, el portador de los mejores diálogos y siempre un paso por delante.
¿Y si hubiera un Morty que desarrollase su inteligencia al máximo? Sin importar las burlas que hace su abuelo sobre las mediocres ondas que emanan de su cerebro y le permiten camuflar su genialidad, a raíz que acumula experiencias, el muchacho va añadiendo variantes a su personalidad y también tiene chispazos de astucia.
Y es que, de la misma forma que el abuso de la fuerza física genera injusticias, apabullar con las células grises sin ética tiene sus costes. Chris Parnell da voz a Jerry Smith, el marido de Beth (Sarah Chalke) y yerno de Rick, quien lo menosprecia sin reservas. El bullyng a través de la inteligencia ya ha sido tocado en otros shows de talento como Futurama. Sin embargo, si comparamos The Duh-Vinci Code (Temporada 6, episodio 15) con la fórmula empleada por Rick y Morty, aquí hay aristas bastante más profundas sobre la cuestión.
Ridiculizado en algunas versiones cinematográficas como el poco espabilado ayudante, el doctor Watson bien podría ser el enemigo más inquietante para Sherlock. Conoce todos sus trucos. Ha aprendido no solamente a entender sus investigaciones, también las traslada de una forma literaria y amena al resto de la sociedad. Mostrando empatía de la que su misógino amigo carece.
Mediante pequeños retazos y diálogos inconclusos, las temporadas avanzan dejando patente que Rick podría llegar incluso a tener pesadillas ante la idea de un nieto rebelde.
You gotta a be a wolf to catch a wolf
Desde aquel primer viaje en coche, Alonzo Harris se convirtió en una categoría aparte. El coprotagonista de Training Day (2001) es una figura antiheroica que atrapa a la audiencia en este thriller de Antoine Fuqua. El policía veterano que enseña a un idealista novato la realidad de las deprimidas calles en el sector sur de la ciudad de Los Ángeles.
Aprovechando la reconstrucción de La Ciudadela, Dan Guterman y Ryan Ridley usaron ese mismo esquema para el argumento que hallamos en The Ricklantis Mixup (Temporada 3, episodio 7). Un capítulo de equívocos. En primer lugar, su verdadero título es “Tales From the Citadel”, si bien se modificó a última hora para sorprender al público de Adult Swim cuando se emitiese.
La pareja protagonista del programa apenas aparece un instante en los 22 minutos de metraje. Justo para confirmar que no van a desperdiciar un día de asueto para ir a ese estúpido lugar. Ello no quiere decir que estemos ante una trama de relleno, todo lo contrario.
Emulando la estructura narrativa de filmes como Magnolia (1999) y con guiños a la franquicia de Robocop, el argumento muestra varias vidas cotidianas en una ciudad que está recomponiéndose. Por ejemplo, un veterano y asqueado policía Morty lleva de ruta a una entusiasta versión de Rick que acaba de salir de la academia por los lugares menos recomendables y que reflejan el caótico estado de muchos Mortys desfavorecidos. Estos dos personajes repiten la interacción de Denzel Washington y Ethan Hawke en la ya citada Training Day.
Asimismo, tenemos la triste desventura de cuatro compañeros de una escuela de aprendices para Rick. Ridley advierte que la clave de estos y otros arcos es que ningún personaje consigue lo que quiere.
Con todo, hay una excepción. La rendija de esperanza anida en un candidato.
Zona Spoiler: El Príncipe
Un aroma a David Fincher preside las elecciones que se hacen en La Ciudadela. De hecho, aunque suene a boutade, estos veinte minutos de animación incluso superan a la fascinante House of Cards (2013-2018). Por momentos en la corrompida serie ambientada en Washington, parece que la política estadounidense es un lugar donde discute mucha gente y, al final, los Underwood se salen con la suya, incluso sin esforzarse demasiado en algunos de sus complots.
Para el caso de Rick y Morty, esta lucha de las urnas tiene giros más inesperados y medidos, plagados de gags. El Consejo de las Sombras, un implacable grupo de Ricks con gran inteligencia y que aluden a grandes figuras de éxito (Steve Jobs, Elon Musk, etc.), dirige con mano firme un timón despiadado que tiene resonancias incluso al mundo orwelliano.
Las campañas son una patraña para cubrir telediarios y distraer a la opinión pública hasta el punto de que la audiencia puede tener un incómodo déjà vu. Todos los candidatos son Ricks en posiciones poderosas, salvo un adorable Morty que, a base de sensatos discursos, va colándose de manera improbable en las quinielas. Solamente una de sus contrapartidas, que ha sido su jefe de campaña, sospecha algo.
Mientras todas las subtramas dejan desenlaces desoladores y sin esperanza, este Morty presidencial logra convencer a los votantes, incluso después de sobrevivir a un intento de asesinato. Ya habituados al tono amargo y cínico de esta aventura, casi se espera que el Consejo de las Sombras ponga pronto en su sitio al supuestamente ingenuo ganador.
Justo entonces llegan otra vez los acordes de For the Damaged Coda para recordar que seguía existiendo un profesor Moriarty sosteniendo una espada de Damocles. Con la sangre fría de un César Borgia o Tywin Lannister, elimina cualquier atisbo de oposición.
Grandes esperanzas
Un discurso sobre política, orden, hermandas y poder. Pero los discursos son para las campañas. Ahora es tiempo de la acción.
The Ricklantis Mixup.
El último diálogo del recién electo presidente de La Ciudadela dejó, como era de esperar, al público impaciente de volver a verle. Sin embargo, en este caso deseaban que lo hiciese frente al Rick C-137 y su Morty, los verdaderos protagonistas.
No obstante, el equipo creativo tuvo en cuenta algo que Jack Kirby y Stan Lee ya descubrieron para el Doctor Muerte en las páginas de Los Cuatro Fantásticos. Desde su primera aparición en 1962, aquella actualización fascinante de mitos como El fantasma de la ópera se metió al público en el bolsillo. Por ello, pronto el equipo artístico descubrió que debían racionarle, eso sí, haciendo memorable cada saga en la que estuviera.
Ignorando los deseos de la comunidad de fans, Evil Morty estuvo ausente de toda la cuarta temporada, con la excepción de un falso cameo a lo largo del delirante viaje en tren de Never Ricking Morty (Temporada 4, episodio 6). Dirigido por Erica Haye, este capítulo escrito por Jeff Loveness jugaba con una versión ficcional del carismático antagonista.
A medida que avanza la trama, queda clara lo abusiva que es la relación de la pareja. En muchos sentidos, Rick recuerda a algunas de las enloquecidas versiones que Frank Miller ha brindado de Bruce Wayne a la hora de relacionarse con sus Robins. Por supuesto, Sánchez tiene asimismo sus pies de barro que incluso le llevan a tener tentativas de suicidio en el desenlace de Auto Erotic Assimilation (Temporada 2, episodio 3).
Parodiando Origen (2010), The Rickshank Rickdemption (Temporada 3, episodio 1) permite poner al científico frente a un implacable perseguidor: la Federación Galáctica, donde se intuye lo turbio que ha sido su pasado y sus traumas.
La paradoja Adler
Sherlock Holmes fue creado durante la explosión victoriana, en una era donde todo parecía posible alrededor de la inteligencia humana. La Revolución Industrial había traído sus efectos en Londres, con un hábil escritor llamado Conan Doyle, dispuesto a usar esos elementos en su detective. Con una cabeza genial y perfectamente amueblada para la deducción, el sabueso de Baker Street se ha ganado la ilusión de pensar que su privilegiado don le otorga una fantasía de control absoluto en la esfera de descubrir.
Por ello, resulta tan importante una de sus aventuras, Escándalo en Bohemia, un relato donde, como no existían precedentes, Sherlock y su fiel doctor Watson deben aceptar la derrota a manos de Irene Adler, una hábil dama capaz incluso de prever los inteligentes movimientos del investigador. Cura de humildad para su misoginia, la resolución sirve para dignificar a Adler y al propio Holmes, lo suficientemente sagaz para aceptar la derrota con deportividad.
Quitar la condición de invicto no supone ningún menoscabo para los grandes. Algo de eso hay en Rickmurai Jack (Temporada 5, episodio 10), otro capítulo crucial en la historia del show, allí donde Rick Sánchez, el brillante y carismático nihilista, se verá abocado a sufrir la misma paradoja que el mejor detective de la literatura.
Nuevamente, el momento cumbre de la temporada viene precedido de falsos señuelos (sin relación con la hilarante persecución que hallamos en Mortyplicity). Una subtrama de Rick que sirve para que separe, momentáneamente, su asociación aventurera con su nieto para homenajear y parodiar a los animes bajo la compañía de dos cuervos.
En resumen, la clásica hipérbole bizarra usada como descanso tras una agitada temporada. Nada más lejos de la realidad. Se trataba del telón de fondo para que todos los caminos condujeran a La Ciudadela.
Zona Spoiler: ¿Curva finita?
Nos gustan las sorpresas. Incluso a costa del engaño, cuando el ardid efectuado ha terminado dando resultados brillantes. Una vez nuestros Rick y Morty retornan a La Ciudadela, el presidente de la misma tarda poco en invitarles a cenar. Sánchez termina aceptando y declarando que espera descubrir cuanto antes que su anfitrión es un villano, casi emulando la célebre frase napoleónica pre-Waterloo: “Ce sera l’ affaire d’ un déjeuner”.
Y es que no hay factor sorpresa cuando uno se enfrenta a la versión desquiciada y genial de doctor Emmett Brown. ¿O sí? Inesperadamente, el presidente, pese a sus maquiavélicas conjuras para conquistar el poder, jamás ha tenido ningún interés por la urbe. Jeff Loveness y Scott Marder, responsables del guion, consiguen dar un giro de tuerca a la altura para que la audiencia se replantee si este Morty es realmente malvado.
Su única pretensión es escapar. ¿De qué? Pues de la Curva Finita Central, un concepto muy atractivo y poco explorado previamente en el programa, quizás con la pretensión de que estallase en el momento idóneo. Allí se albergan todas las realidades supuestamente, aunque termina siendo un mecanismo de control para los Ricks: en todas las selecciones, el brillante científico puede jactarse de ser la persona más inteligente entre todas cuantas viven.
No obstante, como él mismo debe admitir mientras está provisionalmente enterrado entre cascotes, en esta ocasión, no tiene plan B. Evil Morty escanea su cerebro para hallar la respuesta: cómo romper la maldita curva y escapar a un multiverso donde no tenga esa condena eterna de ser un ayudante supeditado a sus órdenes.
Igual que el Doctor Muerte en los cómics Marvel, cuando el oponente es más poderoso que él, esta versión de Morty se las ingenia para usar esa desventaja a su favor.
Fin Zona Spoiler: Por el camino de los portales amarillos
Tras la temporada 5 la historia avanza sobre la relación entre Rick y Morty, buscando que envuelva un poco más de confianza. ¿Qué desafíos podremos lanzar a dos personajes que deben comprometerse a trabajar conjuntamente?
Dan Harmon.
Las palabras de Dan Harmon implican que los sucesos en La Ciudadela suponen un punto de inflexión en una de las series de animación más fascinantes de los últimos años.
El último quiebre de la temporada 5 supone un homenaje a la figura de Charles Bronson con la implacable búsqueda de venganza de un Rick que se mueve en escenarios a lo Blade Runner o Mad Max.
Estos paquetes de diez capítulos se convierten en algo tan adictivo que no sorprende que su equipo de guionistas tenga que dar intervalos tan largos entre una y otra estación. Un escrutinio que han aplicado de forma inmejorable con el mejor antihéroe de show.
En el Renacimiento, se hablaba de los tremendos efectos de la acquetta di Perugia, un atípico veneno que destacaba por ser inodoro e incoloro. No obstante, sus efectos podían ser devastadores en cuestión de segundos. Era llamado también cantarella.
Siguiendo la fórmula de Augusto, festina lente, Evil Morty ha sido la metáfora perfecta de esta arma para alterar todos los cimientos que creíamos conocer de un programa delicioso.