‘Reza por el diablo’: Jacqueline Byers es la primera mujer exorcista en la película de terror de esta Navidad
Daniel Stamm presenta Reza por el diablo (Prey for the Devil), su nueva película de terror. El director parece haberle cogido el gusto a esto de los exorcismos ya que en 2010 estrenaba El último exorcismo, cinta de terror found footage, que en contra de lo que podría parecer en un primer momento, entretenía, tenía una buena colección de sustos y era un producto bastante disfrutable.
En esta Reza por el diablo, Stamm nos vuelve a contar una historia de exorcismos, pero desde un punto de vista diferente. La película nos plantea la posibilidad de que una monja pueda estudiar clases de exorcismo, algo que la iglesia solo permite a los sacerdotes.
En 1835, el Vaticano establece una escuela en Roma para entrenar a los sacerdotes en el Rito del Exorcismo. En 2018, los reportes de posesiones demoniacas aumentan exponencialmente en todo el mundo. El Vaticano responde abriendo diferentes escuelas de exorcismos fuera de Roma, por primera vez.
Las monjas sirven como enfermeras, se les educa en el cuidado de los pacientes, pero tienen prohibido tomar clases de exorcismo. Al menos, eso nos cuenta la película al poco de comenzar.
Reza por el diablo: Jacqueline Byers encuentra su don
El film nos cuenta la historia de Ann (Jacqueline Byers), una joven monja, que según le cuenta a la psiquiatra Peters (Virginia Madsen), sufrió daños a mano de su madre porque esta estaba poseída. La doctora Peters no le acaba de creer, ya que su madre estaba diagnosticada como esquizofrénica, pero Ann está convencida que había algo más.
Ann es una joven rebelde y atrevida que cae muy bien a los enfermos, especialmente a Natalie, (Posy Taylor) una niña que creen que está poseída y que esconde un terrible secreto.
Ann, se suele colar en las clases de exorcismo, y un día en el que llevan a los alumnos a hacer unas prácticas, que Ann se encuentre allí evita que ocurra algo horrible. Desde ese momento, sus compañeros y el profesor de la clase descubrirán que Ann tiene un don muy especial para tratar con las víctimas del diablo. Lástima que la próxima vez que se enfrente con él, no le vaya a ser tan sencillo ganarle el pulso al maligno.
Reza por el diablo: ¿Publicidad católica y falso feminismo?
La nueva película de Daniel Stamm, es una película de posesiones y exorcismos convencional, con suficientes jumpscares para tenerte entretenido durante su ajustado metraje. Está bien rodada, sus efectos especiales son correctos, y la fotografía y música es la ideal para este tipo de producciones.
Por desgracia, volvemos a encontrarnos con una niña que ha sido poseída por Belcebú. Otra vez más.
Además, los puntos originales de la película, el que una monja se convierta en la primera mujer exorcista y algún detalle consanguíneo de la saga de Star Wars, parecen estar colocados porque es lo que ahora toca.
Todo lo interesante y feminista que podría ser ver el camino de una monja hasta conseguir ser la primera mujer exorcista aprobada por la iglesia católica, se convierte en algo completamente anecdótico. En ese sentido recuerda a La Presa, la última película de la saga Predator, en la que solo toman en serio a la chica protagonista cuando mata al depredador.
Se une así a todas esas películas con personajes femeninos que quieren dejar de ser cuidadoras para poder conseguir “trabajos para hombres” según la sociedad y que tan solo lo consiguen cuando son mejores que el mejor especialista masculino del oficio que sea.
Parece que ese es el requisito para que una mujer pueda decidir en qué trabajar, ser mejor que el mejor hombre en el puesto… Un mensaje que el cine debería dejar de dar.
Por otro lado, en Reza por el diablo se da una imagen de la Iglesia joven, fresca y moderna. Sus estudiantes son chicos y chicas normativos, cis y heterosexuales que, aunque se enfrenten al diablo siempre parece que lo estén pasando genial. Una imagen muy “blanqueda” de la religión, la verdad.
Reza por el diablo: una divertida cinta de terror
Lo que no se le puede negar a Reza por el diablo, es que es una película muy entretenida. Que utilice clichés de otras películas de exorcismos mejores que esta, como la propia, El último exorcismo, no le viene nada mal. Como decía, la cinta engancha desde el comienzo, es corta, divertida y te aseguro que un par de sustos te los llevas fijo.
Reza por el diablo no intenta luchar por colarse en la lista de las mejores películas de exorcismos de la historia. Es una película rodada para asustar y divertir, dos objetivos que consigue sin mucha dificultad.
Si lo que queremos ver es una buena película de posesiones y/o exorcismos, siempre le podemos echar un vistazo a esta lista:
The Devils (1971).
El exorcista (1973).
Possession (1981).
El exorcista III (Versión del director, 1990).
Fallen (1998).
Stigmata (1999).
El exorcismo de Emily Rose (2005).
Constantine (2005).
The Conjuring (2013).
Verónica (2017).
Pero si lo que queremos es que durante estas Navidades nos asusten en el cine y nos entretengan durante poco más de una hora y media, Reza por el Diablo es la película.
Saludos furiosos.