‘Perros’, de Naka Kansuke: dos fábulas sobre la bestialidad que reside en los humanos
Publicada por primera vez en 1924, la novela Perros, del escritor japonés Naka Kansuke, editada en castellano en 2024 por Satori Ediciones dentro de su colección “Maestros de la literatura japonesa”, recoge dos fábulas que muestran toda la bestialidad que se esconde en el ser humano y sus consecuencias impredecibles.
La primera de ellas, Perros, que da nombre al libro, y la segunda, El árbol de Bodhi, ponen el foco en las consecuencias de seguir los mandatos irrefrenables de los deseos mundanos, basados en la codicia, el sentido de posesión o el egoísmo.
Si amas la cultura nipona pero no puedes viajar al lejano oriente tanto como te gustaría, hoy te hablamos de estas obras imperdibles de Naka Kansuke (1885-1965), uno de los escritores más populares de Japón.
Imponer la visión occidental del mundo (a toda costa)
Los japoneses están hartos de nosotros. Ya no quieren recibir tantos turistas y estudian impuestos y una serie de medidas para tratar de disuadir a gran parte de los occidentales que llegamos en masa al país del sol naciente. Con 33 millones de visitantes al año, los japoneses necesitan recobrar la calma frente a un turista, a grandes rasgos, poco respetuoso con sus tradiciones, su estilo de vida y con la sensibilidad de una cultura de la que no quieren aprender. Si has viajado recientemente a Japón, te habrás dado cuenta del choque de ambas culturas a las que, sin duda, les cuesta coexistir.
Mucha de la esencia de Japón la encontramos en el libro del que te vamos a hablar: Perros, de Naka Kansuke, del que extraemos una necesaria reflexión sobre la imposición de la visión occidental en el mundo. Esta tendencia refleja la herencia de siglos de colonialismo, en los que las culturas dominantes establecieron una relación única sobre lo que significa ser una sociedad, lo correcto y lo incorrecto, la virtud y la vileza.
Perros y la esencia de Asia
En este sentido, la exportación de valores y modelos de vida aspiracionales bajo el envoltorio de ideales positivos como la democracia o los derechos humanos se convierte en un arma de doble filo, ya que pretende universalizar la visión occidental ignorando las múltiples formas de entender la existencia humana.
Y, precisamente, si algo fascina de Perros, es lo alejada que su narrativa está de todo lo conocido en Occidente. La forma en la que Naka Kansuke toma contacto y va desgranando las historias; la crueldad y franqueza con las que relata los momentos más duros; la influencia del hinduismo y el budismo en el trascurso de los acontecimientos o cómo la espiritualidad atraviesa los relatos…
Por otro lado, también lo onírico de gran parte de los pasajes da aliento al lector/a, permitiéndole tomar una distancia necesaria para compartir junto a los protagonistas el dolor de en una existencia que resulta, en muchos momentos, insoportable y carente de toda esperanza.
Por qué leer Perros, de Naka Kansuke
Me costó entrar en la historia de Kansuke. No es fácil conectar con el protagonista de la primera y principal fábula de Perros, ese anciano brahmán que vive aislado en el bosque dedicado a la mortificación de la carne para alcanzar la gracia divina.
El primer impulso es sentir una repulsión incontrolable por el personaje, que se acrecienta a medida que vamos conociendo sus intenciones y cómo un apetitito carnal irrefrenable le llevará a infligir un dolor eterno a la hermosa joven que un día tuvo la mala fortuna de cruzarse en su camino.
La transformación en bestias con otro cuerpo, en una forma no humana, recubrirá con una pátina de disculpa el salvajismo de sus acciones, revelándose, sin embargo, la forma humana que se vislumbra en el trasluz para mostrar su propia naturaleza con toda la bestialidad y brutalidad de lo humano. El cuerpo, la forma física, es tan solo una máscara que alberga a la bestia que no es salvaje por su condición de bestia, sino por la vileza más atroz que alberga en sus entrañas, precisamente por sus deseos y aspiraciones humanas.
Es probable que Perros no te enganche en un primer golpe de lectura, pero si continúas leyendo, será una de esas historias que se te quedará agarrada en el subconsciente.
Naka Kansuke, un pesimista romántico que no creía en la bondad del ser humano
Nacido en Tokio, Kansuke fue un hombre hipersensible y solitario que vivió prácticamente aislado de otros niños durante su infancia, hábito que mantuvo también en su edad adulta cuando decidió apartarse definitivamente de la sociedad y vivir como un ermitaño dedicado a la escritura. Considerado como un “pesimista romántico”, Kansuke era un hombre que no creía en la bondad del ser humano. Leyendo Perros, entendemos ese pesimismo que le acompañaría hasta el final de su vida.
Aunque el máximo exponente del realismo mágico japonés es Haruki Murakami, en Naka Kansuke encontramos también esa fusión entre lo sobrenatural y lo cotidiano. Como decíamos anteriormente, la realidad y lo onírico se entremezclan, en este caso, para hacer más soportable la vida mundana. Aquí lo mágico, el mundo espiritual, es una extensión de la propia vida. En el realismo mágico reina la introspección y lo onírico no trata de romper con las reglas que rigen la realidad, sino que sirve para revelarnos lo que realmente debemos mirar. En Naka Kansuke encontramos otra forma de realismo mágico, más cruda, que cava más hondo en las emociones más puntiagudas y menos agradables.
Sin duda, un descubrimiento. Seguiremos desgranando el catálogo de Satori para descubrir más y mejor la literatura japonesa.