‘Palindromeando’ con Javier Navarro de Zuvillaga
El significado etimológico de la palabra “palíndromo” es, literalmente, “volver sobre el camino”. Para emprender esta marcha de ida y vuelta contamos con el libro de un experto en la materia, Palindromeando. Esta es la historia cien por cien verídica de cómo topé con tan singular volumen.
Mi buen esfuerzo me había costado ingresar en la Facultad de las Artes Inútiles. Así que fue con una enorme y estúpida sonrisa que recogí mi carnet, y me dispuse a darle buen uso. Tras haber recorrido varias hileras de la biblioteca de tan ilusoria institución, topé con la sección de neopatafísica.
Ansioso, comencé a leer los títulos en los lomos de los libros en busca de alguno que le diera solución a mi absurdo mal. Y es que padecía una sed incontrolable de palabras o frases que pudieran leerse igual de derecha a izquierda que de izquierda a derecha, conocida por los entendidos como “palindromodipsia”.
Rebusqué como loco por entre las polvorientas estanterías. Después de un rato de tensa búsqueda, encontré lo que necesitaba: Palindromeando, o del arte palindrómica, de Javier Navarro de Zuvillaga. Como descorchando una botella, abrí el libro y lo leí de un tirón, embebiéndome de su contenido.
Desde entonces lo llevo siempre conmigo, a modo de cantimplora, y le voy dando sorbos de vez en cuando. Os recomiendo que hagáis lo mismo.
¿Cómo? ¿Que nunca habéis tenido sed de palíndromos? Esperad a terminar de leer este artículo…
Ars palindrómica
Palindromeando fue editado por primera vez en 2010 por La Oficina, y cuenta con alrededor de tres mil quinientos palíndromos. Como especifica el autor en la introducción del libro, todos son de su cosecha. Sin embargo, no descarta que alguno se le haya ocurrido antes a otra persona. Alguno puede ser, pero ¿todos? Ni en broma.
Son tantos los palíndromos incluidos en este libro, que aparecen ordenados en cuarenta y siete categorías. Entre ellas, hay palíndromos amatorios, geométricos, psicológicos, escatológicos y, sobre todo, neopatafísicos.
Cada uno de ellos es una muestra de la función lúdica que posee el lenguaje, y de provocar asombro y risa. Javier hace alarde, no solo de un extenso vocabulario, sino también de un gran sentido del humor (presente tanto en los palíndromos como en las pequeñas notas aclaratorias que los acompañan). Del mismo modo, contienen multitud de referencias artísticas y literarias, que convierten su lectura en más que un mero pasatiempo.
Otro atractivo de Palindromeando son las ilustraciones que lo acompañan. Estos corren a cargo de uno de los exponentes de la llamada movida madrileña, el artista canario Carlos Bloch. Sus dibujos le añaden un interés gráfico a la obra, reflejando en todo momento el espíritu desenfadado y experimental de la misma.
A modo de ejemplo (y para abrir boca) os dejo por aquí algunos de mis palíndromos favoritos. Si al leerlos os sentís con ganas de más, es que habéis contraído la misma enfermedad que yo. Como remedio, ya sabéis: Palindromeando en dosis continuas hasta que la sed remita, y vuelta a empezar.
“La de de Dédalo, no la de de dedal”.
“Se da de cena necedades”.
“Acá pone su seno Paca”.
“A ti modo sodomita”.
“A Noel, al amar, brama la leona”.
“Al Ubu bula (con ese espíritu lo creó Jarry)”.
Mucho más que palindromear
Javier Navarro de Zuvillaga es arquitecto, dramaturgo, actor, poeta, escenógrafo, y Catedrático de Perspectiva en la facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. Por si esto fuera poco, es fundador y presidente de la Sociedad Neopatafísica, la cual, por no ser absolutamente nada, es de las cosas más bellas e importantes del mundo.
Además de Palindromeando, Javier cuenta con otros libros publicados (de carácter divulgativo) que pueden encontrarse fácilmente en librerías o por internet, tales como Forma y representación, Mirando a través: la perspectiva en las artes, e Imágenes de la Perspectiva.
Entre los méritos profesionales restantes de Javier se encuentra la rehabilitación arquitectónica del Teatro Lara de Madrid, así como la dirección de varias obras teatrales en la Escuela de Arquitectos de Madrid y en la Facultad de Bellas Artes de la Complutense.
Además, podemos ver y escucharle hablar acerca de Jardiel Poncela y su escenario giratorio en el episodio de Imprescindibles dedicado al escritor y dramaturgo madrileño. Pinchad en el siguiente vídeo y avanzad hasta el minuto 28:55.
Si lo que queréis es disfrutar de alguna obra de ficción del palindromeante Javier, AQUÍ podéis escuchar la versión radiofónica de La Gallina, escrita por él.
A modo de despedida, compartiré con vosotros un bonito terceto endecasílabo, porque no solo de palíndromos vive el hombre (en este caso, Javier Navarro):
“Con un suave rumor entre las alas,
Dejando solo el corazón inquieto,
Los pájaros se van cuando uno pasa”.