‘ONI. Crimen real en el Japón contemporáneo’: la obra imprescindible si amas la criminología
Todavía estás a tiempo de hacer uno de los mejores regalos de Reyes (que también puede ser un autorregalo, por cierto). Hoy te hablamos de una de las obras más interesantes que nos ha llegado en los últimos meses: Oni: Crimen real en el Japón contemporáneo, de Editorial Satori, una editorial que nos enamora con sus propuestas.
Esta nueva maravilla es una obra imprescindible para todas aquellas personas interesadas en la criminología, pero también para quienes quieran aventurarse a explorar las facetas más intrincadas y siniestras del Japón contemporáneo. La lingüista chilena Javiera Vega Tapia es la guía con la que nos sumergiremos en el lado más oscuro del país nipón.
Crónica de 15 crímenes que conmocionaron a la sociedad japonesa
La obra Oni. Crimen real en el Japón contemporáneo no es un libro amable para pasar la tarde o para irte a dormir y tener dulces sueños. Estamos ante la crónica cruda de 15 asesinatos reales que han marcado a la sociedad japonesa durante las últimas décadas. Mediante una investigación rigurosa, este libro detalla cada uno de los casos y nos presenta los factores biológico-psicológicos, personales y sociales que llevaron a sus autores a cometer estos terribles crímenes.
Javiera Vega reconstruye cada caso a partir de fuentes autorizadas, además de analizar las consecuencias penales y sociales de estos delitos. Y aunque esta obra resulte cruda y, en algunos fragmentos, áspera, no cae en la complacencia del sensacionalismo y reclama el respeto necesario por las víctimas y sus familiares.
¿Qué es el concepto de ONI en la mitología japonesa?
La dualidad entre el bien y el mal está presente en todas las culturas del mundo, aunque se represente y se entienda de diferentes formas. En gran parte del mundo occidental la figura del diablo y su influencia en los seres humanos viene a simbolizar el mal como una fuerza externa y arrebatadora, una especie de posesión que lleva al hombre o a la mujer a cometer acciones malvadas y violentas, apenas sin voluntad propia.
Sin embargo, tal y como asegura Javiera Vega en su introducción a Oni. Crimen real en el Japón contemporáneo, la ciencia ha demostrado que existe una predisposición genética a comportamientos sociópatas, sin olvidar el contexto social y familiar de quien comete los crímenes, que también puede ser determinante.
Si nos miramos en el espejo de Oriente, la dualidad está más integrada en la propia existencia, no se concibe tanto como una influencia externa que anule nuestra voluntad y juicio. De esta forma, en la mitología japonesa nos encontramos con el concepto de Oni, que da nombre a esta obra. El Oni es un ogro violento con una clara tendencia a la violencia y al canibalismo.
Y aunque pueda parecer un ser despreciable, a menudo se representa como un alma incomprendida, no únicamente malvada porque sí. Un alma que sufre, una dualidad intrínseca al ser humano de la que, en algunos casos, es difícil escapar. Oni también se entiende como “lo otro”, lo que vive al margen; ese temido doppelgänger malvado.
Una visión distorsionada de Japón: más perversa que la realidad
Lo exótico, lo lejano, todo aquello que no nos resulta cotidiano o familiar tiene el poder de fascinarnos. Sin embargo, esta tendencia a la fascinación por lo desconocido o poco conocido también suele teñirse de cierta “excentricidad”, tal y como asegura Javiera Vega, autora de esta obra.
De esta forma, es fácil creer que Japón es el escenario perfecto para criminales anormalmente desviados y perversos por la supuesta represión en la que viven. Pero nada más lejos de la realidad. El exotismo, la lejanía, la diferencia en cuanto a las latitudes, puede darnos una visión distorsionada de la criminalidad en Japón que, cabe destacar, presenta una tasa muy baja respecto a Latinoamérica o Estados Unidos, por ejemplo.
Por contra,los países de la Unión Europea y de la región de Asia Oriental y Pacífico tienen una tasa media de homicidios casi seis veces inferior a la media, según datos recientes de Statista. Por tanto, Japón no es el país con el caldo de cultuvo necesario para que se produzcan crímenes atroces. Dicho lo cual.
Por qué leer Oni. Crimen real en el Japón contemporáneo
En esta obra podrás tener una visión completa de los crímenes más significativos cometidos en Japón durante las últimas décadas. La obra comienza con una incursión detallada en los casos de tres asesinos en serie, todos ellos criminales que perpetraron asesinatos sin motivo aparente y siguiendo un patrón de comportamiento característico. En este apartado podemos destacar: el asesino Otaku, el asesino de Twitter o el caso del asesinato de las hermanas de Osaka.
Además de los serial killers, en Oni. Crimen real en el Japón contemporáneo también hay espacio para los crímenes juveniles, es decir, casos de asesinatos en los cuales el responsable era menor de edad en el momento de delinquir, como el caso de la chica en cemento, el asesinato de los niños de Kobe o el caso del acuchillamiento de Sasebo. El apartado dedicado a los cultos homicidas en el que los crímenes involucran a sectas y cultos merece especial atención por su complejidad.
El true crime que ama a las mujeres
Parece ser que las mujeres son las consumidoras más numerosas del género true crime, ya sea en formato novela, serie o película. El interés de las mujeres por este género puede atribuirse a varios factores respaldados por estudios y análisis sociológicos. La razón más habitual que se desgrana es la supuesta búsqueda por parte de las mujeres de estrategias de autodefensa y prevención.
Según un estudio publicado en Social Psychological and Personality Science en 2010, las mujeres consumen este tipo de contenido para aprender cómo evitar convertirse en víctimas, comprendiendo las tácticas de los agresores y las circunstancias de los crímenes.
Además, el true crime ofrece lo que se conoce como una experiencia de miedo controlada, empleada también en desarrollos de realidad virtual y videojuegos, permitiendo a las mujeres explorar situaciones peligrosas. Este fenómeno es comparable, por ejemplo, con el disfrute de películas de terror, donde se experimenta adrenalina sin riesgo real.
Con esta obra podrá experimentar esa sensación de experiencia de miedo controlado, pero, sobre todo, tendrás entre tus manos, una obra de gran valor que te permitirá comprender mejor los factores biológico-psicológicos, personales y sociales que pueden llevar a una persona a cometer un crimen.