Miriam Makeba: “Mamá África” y su lucha contra el Apartheid

Aunque quizá no te suene su nombre, Miriam Makeba (1932 – 2008) fue una de las principales activistas antiapartheid en Sudáfrica, su país natal. Además de activista, fue cantante y utilizó su voz para luchar por los derechos civiles de la raza negra y contra el racismo estructural. Fue la primera mujer africana en ganar un premio Grammy. Más conocida como “Mamá África”, Miriam Makeba es uno de los principales iconos de la lucha contra el Apartheid y una diosa de la música.

“Nunca me he considerado activista, canto sobre verdades”. Así restaba importancia Miriam Makeba a su imprescindible y valiosa labor contra el apartheid en Sudáfrica. Comenzó a cantar en la década de los años 50 cuando formó su propia banda conformada por mujeres.

Mezclaba como nadie el jazz con la música tradicional sudafricana, y aunque su activismo no le permitió desarrollar su música dentro de su propio país (de hecho, tuvo que vivir en el exilio durante más de 30 años), ha pasado a la historia por ser la primera mujer africana en ganar un prestigioso premio Grammy. Aunque no fue el único reconocimiento que recibió.

A lo largo de su carrera fue premiada en muchas ocasiones tanto por su aportación a la música, como por su labor como activista. En 2001 recibió el premio de la paz Otto Hahn, por parte de la Asociación Alemana de la ONU, y en 2002 recibió el Polar Music Prize, de la Real Academia Sueca de Música.

Miriam Makeba.
Miriam Makeba.

Miriam Makeba: la voz que luchó contra el apartheid y conquistó el mundo de la música

En el vasto universo de la música, pocas voces han resonado con tanta fuerza y significado como la de Miriam Makeba. Makeba no solo fue una pionera musical sino también una incansable luchadora por los derechos civiles, cuya vida y obra se entrelazaron con la lucha contra el Apartheid en Sudáfrica.

Nacida en Johannesburgo en 1932, la vida de Miriam Makeba estuvo marcada desde el principio por la adversidad y la desigualdad. Crecer en el seno de una Sudáfrica segregada por el Apartheid moldeó no solo su conciencia social sino también su arte. Su carrera musical comenzó en los coros de iglesia y se disparó con su participación en el grupo Manhattan Brothers antes de formar su propio conjunto, los Skylarks, interpretando una mezcla de jazz y música tradicional africana.

La internacionalización de Makeba llegó tras su participación en el documental Come Back, Africa en 1959, que le valió el reconocimiento mundial y la invitación a actuar en Estados Unidos. Sin embargo, su activismo político le costaría caro: en 1960, tras testificar contra el apartheid ante las Naciones Unidas, el gobierno sudafricano le canceló la ciudadanía y prohibió su música. Este exilio forzoso la llevó a vivir y trabajar en Estados Unidos, donde su carrera alcanzó su plenitud.

Miriam Makeba en la película COME BACK, AFRICA de Lionel Rogosin.
Miriam Makeba en la película COME BACK, AFRICA de Lionel Rogosin.

Mamá África en el exilio

Como decíamos, el exilio marcó el inicio de una nueva etapa en la vida y carrera de Makeba. En Estados Unidos, su música ganó audiencias más amplias y recibió el apoyo de figuras influyentes como Harry Belafonte, con quien ganó un Grammy en 1965 por el álbum An Evening with Belafonte/Makeba, el cual exploraba la problemática del apartheid a través de la música. Este premio no solo marcó un hito en su carrera, sino que también la estableció como una de las primeras artistas africanas en ganar un reconocimiento internacional de tal magnitud.

Sin embargo, la vida en el exilio estuvo lejos de ser fácil. La activa oposición de Makeba al apartheid y su matrimonio con el activista Stokely Carmichael, en aquel momento líder de las Panteras Negras, la pusieron en el radar del FBI y le causaron dificultades profesionales también el su país de acogida, llevándola a trasladarse eventualmente a Guinea. A pesar de estos obstáculos, Miriam Makeba nunca dejó de emplear su música como plataforma para denunciar las injusticias del apartheid y abogar por la libertad y la igualdad.

Miriam Makeba: el legado de una guerrera musical

Miriam Makeba regresó a Sudáfrica en 1990, tras la liberación de Nelson Mandela y el comienzo del desmantelamiento del apartheid. Su regreso fue un momento emblemático, simbolizando no solo el fin de su largo exilio sino también el inicio de una nueva era para Sudáfrica. Hasta su muerte en 2008, Makeba continuó cantando y luchando por mantener y ampliar los nuevos derechos adquiridos. Canciones como Pata Pata, The Click Song y Malaika se han convertido en himnos a lo largo de su carrera, pero fue su incansable activismo lo que la convirtió en un ícono mundial.

En el mundo actual, donde la lucha por la justicia social y la igualdad continúa, la historia de Miriam Makeba resuena con una relevancia particular. Nos recuerda el poder de la música como herramienta de resistencia y la importancia de mantenerse fiel a los principios de igualdad y libertad, sin importar los desafíos. Mirar hacia la vida de Makeba no solo es explorar la historia de una gran artista, sino también descubrir una fuente de inspiración casi inagotable.

Apartheid: un sistema de segregación

El Apartheid, término afrikáans que significa “separación”, fue un régimen de segregación racial impuesto por el gobierno de minoría blanca en Sudáfrica desde 1948 hasta principios de los años noventa. Este sistema legalizó la discriminación racial, dividiendo a la sociedad en grupos raciales (“blanco”, “negro”, “coloreado” y “asiático”) y asignando diferentes derechos y privilegios de manera desigual. Bajo el apartheid, la mayoría negra fue sistemáticamente desplazada, privada de sus derechos civiles, y forzada a vivir en áreas separadas. Las leyes de pases restringían sus movimientos, y se establecieron “homelands” o bantustanes, supuestamente autónomos, para segmentar aún más la población.

La resistencia contra el apartheid tomó muchas formas, desde protestas pacíficas y huelgas hasta campañas de desobediencia civil y lucha armada. Figuras como Nelson Mandela, Oliver Tambo, y Walter Sisulu, entre otros líderes del Congreso Nacional Africano (ANC), fueron fundamentales en la lucha contra este régimen opresivo. Pero también activistas mujeres como Miriam Makeba ocuparon un lugar predominante.

El gobierno respondió con una represión brutal, como se evidenció en la masacre de Sharpeville en 1960 y el levantamiento de Soweto en 1976, donde cientos de manifestantes, muchos de ellos jóvenes y estudiantes, fueron asesinados por las fuerzas de seguridad. Estos eventos no solo captaron la atención mundial sobre la severidad del apartheid, sino que también avivaron el movimiento antiapartheid, tanto dentro como fuera de Sudáfrica.

Miriam Makeba.
Miriam Makeba.

El fin del Apartheid

El Apartheid comenzó a desmoronarse a finales de los años ochenta debido a una combinación de resistencia interna, presión internacional y sanciones económicas. La elección de Frederik Willem de Klerk como presidente en 1989 marcó un cambio significativo en la política del país. Liberó a Nelson Mandela en 1990, después de 27 años de prisión, y comenzó el proceso de negociación para terminar el apartheid.

En 1994, Sudáfrica celebró sus primeras elecciones democráticas con sufragio universal, resultando en la elección de Mandela como presidente y el inicio de una nueva era de reconciliación y reconstrucción. Este periodo no solo puso fin a décadas de segregación y opresión, sino que también estableció a Sudáfrica como un faro de esperanza para el mundo, demostrando que es posible superar incluso las divisiones más profundas a través del diálogo.