Entrevista a Marina Rodríguez Colás: Historias del barrio
Entrevistamos a Marina Rodríguez Colás, guionista de Chavalas. Una película sobre volver al barrio desprendiéndose de las máscaras adquiridas en la gran ciudad.
Chavalas está dirigida por su hermana Carol Rodríguez y protagonizada por Vicky Luengo junto a Carolina Yuste, Elisabet Casanovas y Ángela Cervantes.
Marina Rodríguez confecciona una historia que funciona con meticulosidad suiza. Su retrato del presente de esos barrios o ciudades que en los años 60 y 70 recibieron con los brazos abiertos a tantas familias andaluzas, murcianas, extremeñas o manchegas a la provincia y periferia de Barcelona, es tan realista como divertido y emocionante.
Siempre es difícil volver a casa cuando te has ido a la gran ciudad a buscarte la vida y lo que has recibido de ella ha sido una mirada por encima del hombro y una sonrisa burlona.
En Chavalas, Marina Rodríguez nos cuenta, con situaciones que tanto ella como su hermana conocen bien, que mejor dejar las máscaras para los días de carnaval y que el barrio puede ser un lugar inspirador.
Hablamos con Marina Rodríguez Colàs
– ¿Dónde estudiaste?
Estudié publicidad y RRPP en la Universidad Autónoma de Barcelona, luego hice un máster en psico creatividad que tampoco me sirvió de mucho. Lo hice un poco para alargar ese momento de no querer lanzarse al mundo profesional al no estar seguro de lo que quieres hacer. A los dos o tres años estudié guion en la escuela de guionistas de Barcelona.
En el segundo año de publicidad empecé a hacer prácticas como creativa en una agencia de publi, ese trabajo lo fui compaginando con la escritura de guiones para los cortos que hicimos mi hermana Carol y yo.
– ¿Qué tal la experiencia en la escuela de guionistas? ¿Era como tú te esperabas?
¿Sabes que justamente ayer, me escribió el profesor de esa escuela por si quería coescribir un guion con él? (risas) Hacía diez años que no sabía nada de él.
Sobre estudiar en la escuela de guionistas, pues muy bien, fue un súper descubrimiento y estuve muy contenta. Está bien conocer las estructuras de guion para después jugar con ellas. Empezar de cero, sin saber nada del primer, segundo y tercer acto de un guion es un curricidio. Muchas veces quieres saltarte las estructuras, pero al final tienes que trabajar en función de unas expectativas dentro del mercado, aunque sea aburrido.
También tengo una parte de súper complejo de guionista, en el sentido de que ahora que he entrado en una industria profesional este último año, veo que hay unos curriculazos bárbaros de gente que sí corresponde con los parámetros que se esperan de un guionista profesional, “soy capaz de hacer una biblia para una serie, encargos constantes…”. Yo escribo historias que me apetecen y que gente de mi entorno me ha pedido, pero, así como estudiar cuatro años guion, no.
Hay una parte de complejo y otra de que me da un poco igual, porque a mí los guionistas que más me fascinan, Isa Campo, Nuria Villazán… nunca han estudiado guion. Han estudiado filosofía, literatura, filología, algo que me parece mucho más interesante que estar cuatro años en una escuela privada para estudiar cosas que corresponden al conocimiento del ser humano. Mi camino no es tan académico.
– ¿De dónde surgió la idea de Chavalas?
Creo que fue de conversaciones con amigas del barrio. Tengo como una división de amistades: las del barrio de toda la vida, con las que mantengo mucha fidelidad, me han seguido fascinando durante todos estos años y tenemos muchas cosas en común (excepto los intereses profesionales) y otras personas que conocí al salir del barrio para ir a estudiar.
La película sale de esos contrastes entre mis amigas de antes y mis amigas de ahora.
– ¿Qué sentiste cuando acabaste de escribir Chavalas?
Nunca sentí que acabara de escribir esta película, es horrible (risas). El proceso de financiación de la película en España es muy pesado. Ahora con las plataformas está cambiando la estructura, es todo mucho más rápido, no tienes que esperar subvenciones ni hacer preventas a canales de televisión.
Es más inmediato, pero durante este tiempo fue una escritura más intuitiva y acompañada de asesores de guion que vieron desde fuera si realmente lo que quería transmitir estaba bien explicado.
Primero haces una primera vomitada muy intuitiva y después puede que los temas que quieres tocar no se estén entendiendo o se pueden mal interpretar.
El que Marta Figueras, que trabaja con Isa Campos, entrara como script editor me ayudó un montón. Ella trabaja desde la psicología de los personajes, entonces matizaba mucho. Con ella se generaron muchas más capas.
Después, a nivel de estructura, trabajé con dos chicos más. Otros scripts doctors que ayudaron a hacer un guion un poco más redondo.
Ha sido mucho tiempo escribiendo, pero con idas y venidas.
– ¿Contenta con el resultado?
Sí, estoy contenta. Justamente ahora estamos recibiendo los feedback de la gente y súper bien. Tenemos muy buenas críticas, incluso de Boyero que no la puso de vuelta y media. Nos daba mucho miedo, porque él elige una peli a la semana y eligió ver Chavalas.
Una ópera prima tiene un montón de cosas imperfectas pero la complejidad de llegar a gente, emocionar y hacer reír, es un reto que hemos conseguido.
– En la próxima película, además de escribir el guion también codirigirás con tu hermana ¿Te picó el gusanillo de la dirección después de escribir Chavalas?
Sí, completamente. Antes de la peli hicimos La vella lluita, un corto que tuvo mucha repercusión. Ha rulado mucho en festis y fue candidato a los Premios Gaudí, o sea, que guay. Ese corto lo codirigimos Carol y yo.
Fue una experiencia maravillosa porque Carol, que tiene formación de dirección, estaba con el director de foto y controlaba mucho más la narrativa audiovisual. Yo estaba mucho con la actriz y al haber trabajado mucho el guion, sabía perfectamente hasta qué lugar quería llegar. Fue una buena división.
En Chavalas veía muchas cosas que me habría encantado comentar con las actrices y para esta nueva peli me doy cuenta de que mi escritura es muy visual, entonces, ¿por qué no lanzarme? Nos llevamos bien en el set y podemos dividir las tareas para sumar las dos. Podría estar guay.
– A la hora de escribir un guion, ¿cómo te planteas la creación de los personajes?
Justo ahora, nos pillaron en un programa de desarrollo de guion con Dones Visuals en el que se trabajan mucho los personajes. Nuestra asesora es Nuria Villazán, que es una guionista mítica, y ella siempre ahonda en la herida de los personajes.
Creo que mostrar la herida, la vulnerabilidad y cómo la herida se tapa, es muy interesante para empezar a crear personajes. Sobre todo, pensar en las cosas que diría y no dice.
– ¿Para ti qué es primero, la historia o los personajes?
Para mí, lo primero son los personajes. Conflicto al personaje y a partir del contexto, decido cómo mostrar el conflicto interno. A mí me funciona mejor así. De dentro hacia fuera.
– Cuando escribes un guion, ¿conoces el final de la historia o te aparece más adelante?
Depende del caso. En Chavalas, al principio, había un final más amargo, un poco más decepcionante, pero siempre tuve claro que quería que el personaje se reconciliara con sus raíces. El final conceptualmente debe de estar claro, pero más adelante lo tienes que formalizar, pensar y concretar cómo se muestra.
– Hay guionistas que cuentan que han tardado cuatro o cinco años en escribir una peli y Lars Von Trier dice que lo hace en una semana ¿Cuánto tiempo tardas en escribir una película?
Creo que Lars Von Trier dice eso, porque lleva mucho tiempo pensando en la historia. Cuando ocurre eso, te puedes poner a escribir y tenerlo en una semana. Creo que dos años, como mínimo, es bastante imprescindible para que el guion esté bien. Dos años pensando, escribiendo y haciendo nuevas versiones.
– Antes has hablado de Isa Campos y Nuria Villazán, ¿Cuáles son tus referentes como guionista?
Me encanta Diablo Cody (Juno). Me gusta que además de guionista sea una artista multidisciplinar. Hizo una peli que me gusta muchísimo y utilizamos como referente para Chavalas, Young Adult (2011).
Tiene un formato bastante comercial y la protagoniza Charlize Theron, pero su personaje cae muy mal y es súper odiosa.
Lo que me parece súper arriesgado de esa peli y una decisión muy valiente, es que su personaje cuando está a punto de cambiar y se ha dado cuenta de lo malévola que ha sido durante toda la película, decide seguir siendo como era. Sostiene hasta el final un personaje que crea muchísimo rechazo, hasta las últimas consecuencias.
Miranda July (Kajillionaire) también me gusta mucho. Es vídeo artista y es muy divertida a nivel visual. Experimenta mucho con el cine. Hace escenas que aparentemente son gratuitas estéticamente, pero todo tiene un sentido.
– ¿Te imaginabas al reparto de Chavalas cuando escribías sus personajes?
Sí, siempre quisimos que el personaje de Marta lo hiciera Vicky Luengo. Cuando se nos vino a la cabeza Carolina Yuste, también vimos que claramente era ella. El personaje más difícil para acertar era el interpretado por Ángela Cervantes.
Hacer de una tía de barrio que se ha pasado toda la vida allí, que tiene un bar, y no hacerla soez o meterla en el estereotipo de mujer chabacana, era muy complicado. Ella le aportó mucha frescura y la hizo astuta y muy inteligente.
– Me sorprendió ver a José Mota en la película ¿Fue idea vuestra que interpretara ese personaje?
Fue una aportación del productor. Son amigos y al productor le gusta mucho como trabaja. Mota ya trabajó con Álex de la Iglesia y ha demostrado su valía como actor en personajes muy diferentes a los que nos tiene acostumbrados.
José Mota es maravilloso. Se trabajó un montón el personaje, no es nada divo y es un tío súper humilde. A su personaje quiso darle esos matices que le aportaban ternura y lo hacían más entrañable. Su personaje tiene una sensibilidad propia y una faceta de artista que desarrolla paralelamente a su trabajo, que hace que el personaje de Vicky se rompa un poco.
Descubrió que los estereotipos de sus amigos artistas no tienen porque ser siempre conceptuales y que un fotógrafo de barrio también puede tener esa sensibilidad y ser tan válido como cualquier otro artista.
Fue una sugerencia del productor que fue todo un acierto.
– ¿Cómo ves la figura de la mujer en la industria del cine?
Creo que a nivel de instituciones hay unas nuevas validaciones para que haya más paridad en el mundo del cine y que también hay mucho activismo periférico fuera de estas instituciones que están empujando muchísimo para que la mujer tenga su propia voz y podamos tener referentes en el cine.
En nuestra generación era muy difícil encontrar mujeres guionistas y ahora sí que hay una nueva oleada de mujeres que han llegado para quedarse.
Hay programas muy interesantes que intentan empujar esto. Desde CIMA hasta su escisión Dones Visuals aquí en Catalunya. Carol y yo hemos participado en dos de esos programas para mujeres cineastas para realizar cortometrajes y también hicimos Acció Viver, que es una tutoría de nueve meses que incluye residencias o retiros para cine.
Isabel Peña dice que hace cinco años nadie la habría entrevistado, y ahora es súper mediática. La figura del guionista en sí cada vez tiene más importancia y la de la mujer creadora, guionista, está en alza.
Se están dando resultados en crítica, taquilla y premios. Desde La hija de un ladrón, el boom de Carla Simón, Elena Martín, Irene Moray, Clara Roquet… Hay muchas tías súper potentes, buenísimas todas y que han surgido en los últimos cinco años.
– ¿Qué nos puedes contar de Gang, tu nueva película?
Gang es una película que sigue tirando del hilo de los barrios periféricos, pero dando un punto más contemporáneo. El barrio que hemos retratado en Chavalas es el link con nuestra adolescencia más de hijos de emigrantes que tienen que ver con Andalucía, Galicia… y ahora en los barrios periféricos los hijos de inmigrantes son de origen magrebí o latinoamericanos.
Llevamos muchos meses haciendo entrevistas a adolescentes, sobre todo de ascendencia magrebí, y documentándonos.
El protagonista de esta peli es un chico de origen magrebí de 15 años. La peli es una especie de roadmovie pero en transporte público. La madre de este chico trabaja en una casa adinerada de la zona alta (no sabemos en qué ciudad vamos a rodar) y su hijo alguna vez le ha ido a ayudar.
La hija de la jefa de su madre lo invita a su fiesta de cumpleaños, así que la película es el viaje que hace él con sus amigos del barrio hasta llegar a la casa. Es un poco, la pérdida de inocencia y observar cómo se reflejan esos chavales desde fuera. Se tocarán los puntos más dolorosos de los personajes según su carácter y también hablaremos de todo el tema del racismo en España.
La peli ha sido una de las seleccionadas de las Residencias de la Academia de cine. Estamos súper contentas porque solo seleccionaban 12 ficciones de 700 candidaturas. También tenemos productora, será Fasten films que nos gustaba e interesaba mucho. Están haciendo películas con mujeres, historias más arriesgadas. Han hecho la última peli de Nely Reguera y acaban de presentar Mediterráneo. Estamos muy contentas.
– ¿Qué sueños te quedan por cumplir?
Pues tener un chalé en Vallvidriera (risas). Lo que me gustaría mucho es poder seguir investigando con la palabra y el audiovisual en diferentes formatos. Para mí lo ideal sería trabajar en temas de fondo, hacer proyectos a largo plazo, como la nueva película, que ya sería un sueño cumplido.
También descubrir y que sean efectivas nuevas formas narrativas para explicar una historia. Para eso queremos indagar mucho en las redes sociales y utilizar el formato móvil para aportar narrativamente cosas que sustituyan las viejas formas de explicar historias. En vez del flashback, otra narrativa, no sé, conseguir eso y que funcione.
A nivel personal, poder seguir experimentando con otro tipo de proyectos como las ideas que tenemos para series u otros que no tienen nada que ver con el cine pero que también me interesan mucho.
Cuestionario Furioso de Marina Rodríguez Colàs
Película favorita: El verdugo, de Berlanga. Además de ser un peliculón, me parece muy interesante como reto de guion lo que tuvo que hacer Azcona para saltarse la censura. Que estando en un contexto político social complejo pudiera hacer una película con un mensaje tan fuerte... Es increíble lo que se consiguió con esa peli.
Serie favorita: Monty Python’s Flying Circus. Los Monthy Python nunca morirán.
Libro favorito: Lo estás deseando, de Kristen Roupenian. Lo conocí por un relato maravilloso que está dentro del libro que se llama Un tipo con gatos.
Cómic favorito: No siento nada, de Liv Strömquist.
Cantante, grupo o músico favorito: Barbara Lynn.
Artista plástico favorito: Yayoi Kusama.
Miedo tecnológico: Que se filtren todas mis fotos, mis nudes del móvil, del iCloud. Que se publiquen por todas las redes (risas).