‘Los Bridgerton’: Más fanfarria para nuestros ojos
Me he resistido todo lo que he podido, pero llega un punto en la vida en el que hay que rendirse y aceptar la condición propia. Nunca me llamó mucho la atención la serie los Bridgerton (Chris Van Dusen, 2020), que es de corte romántico e histórica, ambientada a principios del siglo XIX. Detrás de ella se encuentran la escritora Julia Quinn, en cuyos libros se basa la ficción, y la mismísima Shonda Rhimes como productora ejecutiva.
El tufillo a Jane Austen
Uno de los motivos por los que la gente me recomendaba esta serie fue que este año me enamoré de Jane Austen gracias a Orgullo y prejuicio. Efectivamente, la ambientación, los modos y el tema central de los Bridgerton es muy Austen.
La serie incluso está ambientada concretamente en 1813, año en el que se publicó Orgullo y prejuicio. ¿Casualidad? Puede ser, pero lo dudo mucho.
La historia habla de la familia Bridgerton, cuyo padre murió y que son ocho hermanos. De entre ellos hay cuatro chicas y cuatro chicos. La mayor de ellas, Dafne, busca marido en la temporada londinense y conoce al duque, típico malote que no quiere casarse ni tener hijos porque es un animal herido con un gran trauma.
Mis expectativas con los Bridgerton no eran muy altas, pero aun así me ha decepcionado un poco. Es verdad que tiene cosas en común con la obra de Austen, pero el fondo no creo que sea el mismo o, al menos, no se puede comparar la forma de llegar a la misma conclusión que la escritora victoriana.
Todo se vuelven intrigas cuando una misteriosa mujer comienza a publicar la crónica social periódicamente, hablando sin tapujos de todos los conocidos de la zona. Asistimos nada más y nada menos que al nacimiento de la prensa rosa.
Los Bridgerton: Los puntos a favor
A su favor la serie tiene varios momentos feministas, incluso de speech feminista algo más dramático, que están bien traídos bajo mi punto de vista. Está bien dar un pequeño giro a esa sociedad metiendo un feminismo que no existía en la época. Al igual que ocurre con los protagonistas de raza negra, cosa que tampoco pasaba en el diecinueve. Son puntos originales, que dan frescura y que traen la serie a nuestros días a pesar de seguir siendo de época.
El personaje de Eloise Bridgerton, hermana de la protagonista de la primera temporada, es el verdaderamente feminista. Es una joven que ve lo que pasa a su alrededor y le parece una fanfarria sinsentido, agobiante y completamente superficial. Para mí ella debería ser protagonista absoluta de la serie, de todas las temporadas, porque ahí está el punto diferenciador.
Su mejor amiga, Penélope, aunque a su modo más tierno de puertas para afuera, también es un ejemplo de mujer avanzada a su tiempo, sobre todo conociendo su pequeño secreto que trataremos de no desvelar aquí.
Otra cosa muy positiva es la banda sonora. Me parece brillante la idea de adaptar canciones actuales a los sonidos de aquella época, como ocurre por ejemplo con el Bad Guy de Billie Eilish.
También me sorprendió escuchar la recomposición de las Cuatro Estaciones de Vivaldi por Max Richter. Es un acierto usar la música de este compositor en una serie de época como esta.
Los Bridgerton: Los puntos en contra
En lo negativo he de decir que la trama principal de esta temporada me ha parecido un truño. Todos los detalles feministas se apagan en la serie cuando te das cuenta de que la trama es lo mismo de siempre: niña bien, inocente, dulce, preciosa y perfecta, salva a hombre más mayor, herido, orgulloso y que se hace el difícil.
¿Ya estaría no? ¿Y si por una vez es ella la que no se muere por tener hijos? ¿Y si es él el que busca algo estable? ¿Podemos intentar ser un poco más originales con las historias que contamos, así, en general?
Ya sé que en este caso hay otros personajes que desmontan los clichés de la época y que cobrarán más protagonismo en venideras temporadas, pero aun así conmigo este gancho o esta historia no ha funcionado. He acabado odiando la inocencia de Dafne, su cara de ángel y la arrogancia y estupidez del duque, que me parece ridículo en sus planteamientos.
Supuestamente es un hombre que lo ha pasado fatal. Que tiene un gran trauma infantil a consecuencia del cual se niega a casarse y tener hijos. Finalmente consiente en casarse porque se lía la marimorena y no queda otra (no creo que esté muy bien resuelto, pero bueno, se lo pasamos por alto). Por donde sí que no paso es porque este señor al final de la temporada acabe teniendo hijos y todo es super happy flower y feliz.
Si un personaje tiene un pony (trauma del pasado en términos de guion) como un castillo de grande y se niega a tener hijos… ¿cómo me resuelves ese pedazo de conflicto en los últimos diez minutos del último capítulo, alma mía? No lo veo claro yo esto.
A esto hay que añadir que los primeros capítulos me parecieron soporíferos hasta casi entrar en coma. Una trama lenta que avanzaba a trompicones y que hacia la mitad de la primera temporada se vuelve tan rápida que tampoco le vi el sentido.
Luego me enteré por amigos de que cada temporada se centra en la vida de uno de los hijos Bridgerton y todo encajó mejor. Aun así, no entiendo como el ritmo de la serie está tan mal medido.
Me alegra que la historia de Dafne y el duque esté finiquitada y pase a segundo plano en las siguientes entregas de la serie. Especialmente esperaré con ganas y ansias que la protagonista sea Eloise.