‘Libélulas’: Milena Smit, drogas, sexo y sueños rotos
El 23 de marzo se estrena en el 25 Festival de Málaga, Libélulas, ópera prima de Luc Knowles. La cinta está protagonizada por Olivia Baglivi y Milena Smit. Ellas son las encargadas de introducirnos en la sórdida vida de un grupo de jóvenes que viven en la Sierra de Madrid. Una historia llena de drogas, sexo, desesperación y sueños rotos.
La película comienza con Álex (Olivia) y Cata (Milena) pasando el rato en un supermercado y jugando con un carro de la compra. No tienen nada que hacer. Son dos chicas cansadas de su vida. Tienen ganas de jugar y cambiar las cosas. Cambiar su situación. Álex quiere irse de la Sierra y tiene un plan para conseguirlo. Son jóvenes y más inocentes de lo que creen.
Por desgracia, las cosas no son tan fáciles como uno cree cuando es joven. Hay muchas cosas que se pasan por alto. Sobre todo, cuando vas puesto hasta las cejas. Los jóvenes de Libélulas provienen de familias desestructuradas, pobres y atrapadas en el inquebrantable cepo de un mundo de drogas, policías corruptos y desesperación.
Libélulas, en busca de la verdad
Luc Knowles, joven y talentoso director de videoclips y publicidad, debuta en el cine con una película atrevida e imperfecta que nos recuerda los primeros pasos de directores como Harmony Korine, Iñarritu, Larry Clark e incluso Wong Kar-Wai. Todos ellos comparten en su filmografía el haber retratado a jóvenes sin futuro que se sienten atrapados en un mundo en el que no pidieron estar. Que viven en los estratos más oscuros y sórdidos de la sociedad. Y como también hace Knowles, todos ellos nos contaron sus dramáticas historias ofreciéndole a la imagen la belleza que no tenía la vida de sus protagonistas.
Libélulas no está a la altura de las obras a las que nos recuerda, películas como Kids, Gummo, Amores perros o Fallen Angels, pero es una cinta rodada con mucho gusto en la que la búsqueda estética encuentra sus mejores momentos en las situaciones más desesperadas y angustiantes. Iván Sánchez Alonso hace un excelente trabajo de fotografía. Juega con luz de exteriores recordándonos a películas como Tangerine, y las noches se convierten en una orgía de psicodelia y neones en sus manos.
El film no es solo un retrato de jóvenes perdidos y adictos a todo tipo de drogas. Libélulas también tiene pasajes de auténtico thriller o de brutal drama social. Los personajes “adultos” de la película, andan tan perdidos como los jóvenes, demostrando que cuando te metes en según qué laberintos, suele ser muy difícil encontrar una salida. Hasta puedes perder la vida buscándola. Perderla porque te la roben o porque tu obsesión pase por encima de ella.
Álex y Cata
El reparto de la película es excelente. Como decíamos, la película busca la verdad de su relato. Es curioso como en un momento en el que parece estar de moda utilizar actores naturales para encontrar esa verdad (con excelentes resultados como Destello Bravío, Espíritu Sagrado, Seis días corrientes o Alcarràs), aquí se apueste por actores profesionales. Da gusto ver como actores sin mucha experiencia plantan cara con su talento a actrices y actores mucho más experimentados.
A destacar el trabajo de Marina Esteve, hermana en la ficción de Álex y encargada de poner voz a la historia; Noemi Climent, Javier Collado y la naturalidad de los jóvenes y fotogénicos Lei Lei Wu, Pol Hermoso, Gonzalo Herrero y Berta Sánchez con su representación de la infancia.
Todos ellos forman las piezas del puzle perfecto y complejo que compone la sociedad de esa Sierra alejada de turistas y buscadores de espárragos que nos muestra Knowles.
Pero si hay dos piezas maestras en ese puzle son Olivia Baglivi y Milena Smit. Sus interpretaciones son intensas, cargadas de verdad, de valentía y de generosidad. El trabajo de ambas es magnífico y demuestran ser dos actrices a tener muy en cuenta en el panorama cinematográfico nacional e internacional.
Olivia Baglivi, protagoniza Libélulas y la pudimos ver en Los héroes del mal o Rosalinda. Este año la volveremos a ver en Las niñas de cristal, la prometedora película de Jota Linares con María Pedraza como protagonista.
A Milena Smit ya la conocíamos por su maravilloso y maltratado trabajo en No Matarás y por su personaje a las órdenes de Almodóvar en Madres Paralelas.
Sus particulares perfiles junto al desparpajo y la naturalidad con la que asumen la resolución de los conflictos de sus personajes es otro de los motivos que hacen a Libélulas una de las propuestas más interesantes del Festival de Málaga de este año.
Una mirada al futuro
Libélulas se une así a ese grupo cada vez más numeroso de interesantes y prometedoras óperas primas que auguran a nuestra cinematografía un prometedor futuro lleno de joyas arriesgadas, que buscan dejar claro que los jóvenes saben gritar utilizando las herramientas que ofrece el 7º arte. Mostrando su desconformidad sobre la sociedad neocapitalista, aburrida y sin salidas en la que les ha tocado vivir.
Libélulas en el cine, es al audiovisual lo que fue Cardo en las series de televisiones generalistas. Una puerta abierta a otro lenguaje, al riesgo, a la verdad y a lo crudo. Obras bellas, directas e imperfectas que nos hablan desde las tripas. Que nos juzgan y nos hacen replantearnos el mundo en el que vivimos.