‘Las niñas’ de Pilar Palomero: una apuesta interesante, pero no suficiente
Camino a los Goya 2021
Desde el 4 de febrero se puede disfrutar en Filmin de Las niñas (Pilar Palomero, 2020), una de las películas más valoradas del cine español el año pasado, que se llevó la Biznaga de oro a la mejor película en el Festival de Cine de Málaga en Español y estuvo en la sección Generation Berlinale del Festival Internacional de Cine de Berlín. Además de esto, es una de las favoritas para los Goya 2021 con un total de 9 nominaciones, entre las que se incluyen mejor película, mejor guion original o mejor dirección novel.
El largometraje gira en torno a los temas de la infancia, el descubrimiento de la sexualidad, la opresión religiosa y la feminidad, creando un gran contraste entre el ambiente en el que se educan las niñas protagonistas y la realidad social, política y cultural del país.
Un sí, pero no
La verdad es que tenía las expectativas muy altas con respecto a esta película. Este es uno de los motivos por los que no me gusta saber nada de una película, una serie o un libro antes de verla o leerlo. Las opiniones de nuestro entorno acaban condicionándonos y predisponiéndonos de manera que no es raro que se nos aparezca el monstruo de la decepción en algún punto.
La protagonista de este filme es Celia, una niña de unos 13 años, que asiste a clase en un colegio de monjas en 1992. Este último dato, el año, es algo que sabes o hacia el final de la película o porque lo has buscado en internet. Son pocos los indicios de en qué año se sitúa la trama y eso no ayuda en exceso a comprender ese contraste del que hablaba al principio de este artículo.
Al ser una ópera prima de su autora, entiendo que quizá hayan tenido que tomar decisiones en cuanto a producción, como eliminar parte del metraje. Esto me lo figuro porque al ver el guion de la película hay varias escenas iniciales, que aportan el contexto y el año, y que en el montaje final no están.
Por lo tanto, vamos navegando entre las escenas sin saber realmente si estamos en los 80 o los 70 (cuando al final donde estamos es en los 90). Es una pena que se pierda ese factor de contraposición entre la educación opresiva y machista que reciben las niñas y el clima de apertura general que se vivía en la España de la época, que se alejaba cada vez más de los principios de la Iglesia católica.
Muchos temas, poco foco
El cartel, el tráiler y todo lo que rodea a la película invita a pensar que la acción va a estar capitaneada por las niñas en todo momento. No obstante, hacia la mitad del relato se produce un cambio y la acción principal pasa de las adolescentes a la relación de Celia con su madre.
Esta, interpretada por Natalia de Molina, es madre soltera y no se habla muy bien de ella en su entorno y en el colegio (se la tacha de puta, vaya). Nada se sabe del padre de Celia, a la que su madre le dice que murió antes de que ella naciera.
El caso es que la película empieza versando sobre unas niñas que comienzan a explorar la vida adulta, a fumar, a beber, a salir y adquirir comportamientos propios de la madurez para pasar, casi de forma brusca, a ir sobre una madre y una hija y los prejuicios sociales de la época en cuanto a la maternidad no compartida.
Como se suele decir, quien mucho abarca poco aprieta y me da la sensación de que el relato se queda algo cojo por este motivo. Al final no me estás contando ninguna de las dos historias. Quizá esto se deba a que la narración tiene bastante de autobiográfica y es complicado discernir, en esos casos, si lo que se está contando tiene sentido en el contexto del relato o si se está contando porque parece importante en el recuerdo de quien lo vivió.
En resumen
¿Es una buena película que trata temas interesantes? Sí. ¿Es algo que no te puedes perder si te gusta el cine? No necesariamente. Es verdad que es una propuesta diferenciadora en el cine español con respecto a lo que se ha visto en los últimos años, más próxima a Verano de 1992 que a El hoyo, pero la verdad es que yo personalmente me esperaba algo con más empaque.