‘Las Margaritas’, de Vera Chytilová: Una obra feminista y revolucionaria que vuelve a los cines
El 29 de noviembre marca el regreso a la gran pantalla de una obra maestra del cine checoslovaco: Las Margaritas (Sedmikrásky). Dirigida por Věra Chytilová en 1966, esta película sigue siendo una de las piezas más representativas de la Nueva Ola Checoslovaca y un hito en la historia del cine feminista y experimental. Con su reestreno, se nos ofrece una oportunidad única para revisitar y revalorizar una película que no solo desafió las normas de su tiempo, sino que sigue siendo un punto de referencia para entender la subversión y la experimentación en el cine contemporáneo.
El contexto histórico y cultural de Las Margaritas
Las Margaritas surgió en una época de cambios significativos en Checoslovaquia. La década de 1960 fue testigo del auge de la Nueva Ola Checoslovaca, un movimiento cinematográfico caracterizado por su oposición al realismo socialista impuesto por el régimen comunista. Este movimiento buscaba explorar narrativas innovadoras, estilos visuales rompedores y temáticas que desafiaban los valores establecidos.
En este contexto, Věra Chytilová surgió como una de las voces más radicales y audaces. A pesar de las restricciones y la censura que enfrentaban las cineastas de la época, Chytilová logró producir una película que cuestionaba no solo las normas de género y comportamiento social, sino también las convenciones narrativas y estéticas del cine tradicional.
Las Margaritas: ¿de qué va?
La trama de Las Margaritas es tan simple como compleja en su ejecución. Sigue las aventuras de dos jóvenes mujeres, Marie I y Marie II, quienes, al darse cuenta de que el mundo está “podrido”, deciden responder con un comportamiento anárquico y absurdo. Las protagonistas, interpretadas por Jitka Cerhová e Ivana Karbanová, se convierten en agentes del caos, desafiando las expectativas sociales y burlándose de las normas de comportamiento femenino.
Sin embargo, lo que hace única a Las Margaritas no es tanto su trama como la forma en que está narrada. Chytilová rompe con las estructuras narrativas tradicionales, presentando una película fragmentada y caleidoscópica. A través del montaje, el uso de colores saturados y una constante experimentación visual, la directora crea una experiencia que se siente más como un collage artístico que como una película convencional.
Las Margaritas: una crítica feminista y política
Uno de los aspectos más destacados de Las Margaritas es su crítica feminista. Las protagonistas representan una ruptura con los estereotipos femeninos tradicionales. En lugar de ser pasivas o serviles, son descaradas, autónomas y muchas veces crueles. Este comportamiento desafiante se convierte en una forma de resistencia contra las expectativas de género impuestas por la sociedad.
La película también puede interpretarse como una sátira política. A través del absurdo y el caos que generan los protagonistas, Chytilová parece criticar la hipocresía y la opresión del régimen comunista. En un mundo donde las reglas están dictadas por un sistema corrupto, el comportamiento “irracional” de los protagonistas puede interpretarse como una respuesta lógica.
Esta combinación de crítica feminista y política no fue bien recibida por las autoridades de la época. La película fue censurada en Checoslovaquia y Chytilová se enfrentó a serias dificultades para continuar su carrera. Sin embargo, esta censura no hizo más que aumentar el estatus de Las Margaritas como una obra revolucionaria.
Innovación visual y sonora
Uno de los aspectos más celebrados de Las Margaritas es su estilo visual. Chytilová utiliza una variedad de técnicas para crear una experiencia sensorial única: desde cambios abruptos de color hasta montajes frenéticos y composiciones visuales que juegan con la simetría y la fragmentación. Estas técnicas no solo refuerzan el tono anárquico de la película, sino que también desafiaban las expectativas del público.
El sonido también juega un papel crucial. La banda sonora, compuesta por Jiří Šlitr, mezcla elementos de música clásica, jazz y efectos de sonido experimentales. Este enfoque auditivo complementa la naturaleza fragmentada y surrealista de la película, creando un ambiente que es a la vez lúdico y desconcertante.
La influencia de Las Margaritas
Desde su estreno, Las Margaritas ha influido en generaciones de cineastas y artistas. Su combinación de estética experimental y crítica social ha inspirado a directoras como Agnès Varda, Sofia Coppola y Miranda July. En el mundo del arte contemporáneo, la película también ha sido referenciada en numerosas ocasiones por su enfoque visual único y su mensaje subversivo.
Además, Las Margaritas sigue siendo relevante en el contexto actual. En una era donde las luchas feministas y las críticas a las estructuras de poder siguen siendo temas centrales, la película resuena como una llamada a la acción y la resistencia. Su enfoque en el absurdo y la anarquía también encuentra eco en movimientos artísticos y sociales contemporáneos que buscan desafiar las normas establecidas.
El reestreno de Las Margaritas no es solo una oportunidad para disfrutar de una obra maestra del cine en la gran pantalla, sino también una ocasión para reflexionar sobre su relevancia en el presente. En un momento donde el cine comercial domina las salas, películas como esta nos recuerdan el poder del cine como herramienta de crítica y experimentación.
Además, el hecho de que se reestrene en 2024 demuestra que su mensaje sigue vigente. Las cuestiones de género, poder y resistencia que aborda la película siguen siendo temas urgentes, y su enfoque visual innovador sigue siendo una fuente de inspiración para quienes buscan desafiar las normas en el arte y el cine.
¿Por qué ver Las Margaritas en su reestreno?
Las Margaritas (Sedmikrásky) es mucho más que una película; es un manifiesto visual, una crítica política y un hito en la historia del cine feminista. Su reestreno este viernes 29 de noviembre en 4K, es una oportunidad para redescubrir una obra que, casi 60 años después de su estreno, sigue siendo tan relevante y provocadora como siempre.
No importa si eres un amante del cine clásico, un defensor de las causas feministas o simplemente alguien en busca de algo diferente, Las Margaritas tiene algo que recomendarte. Prepárate para adentrarte en un mundo de caos, color y crítica, y deja que esta obra maestra te desafíe y te inspire.
Sobre Věra Chytilová
Věra Chytilová (República Checa, 1929-2014) fue una directora de cine vanguardista y una de las pioneras de la llamada Nueva Ola del cine checoslovaco. Es considerada una de las más grandes directoras del país.
Estudió filosofía y arquitectura antes de ingresar en la Academia de Cine de Praga (FAMU), donde se convirtió en la primera mujer en estudiar dirección en la Escuela de Cine y Televisión. Desde el inicio de su carrera, su obra se caracterizó por la provocación, la crítica a los clichés formales de la institución cinematográfica, y por reflejar fuertes valores éticos personales. Las mujeres y su posición en la sociedad son algunos de los temas centrales de su obra.
Tras su primer largometraje, Hablemos de otra cosa (1963), Chytilová desempeñó un papel importante en la revitalización del cine checoslovaco, siendo parte de la Nueva Ola junto a directores como Milos Forman e Ivan Passer, y participando en la película manifiesto del movimiento, Las perlas del fondo del agua (1966). Su mayor éxito llegó con Las Margaritas (1966), una sátira anarquista y experimental que le valió el reconocimiento internacional. Hoy en día es considerada una obra maestra vanguardista y un trabajo pionero del cine feminista.
Sin embargo, tras la ocupación de Checoslovaquia en 1968 por parte de la URSS, el cine irreverente y transgresor de Chytilová fue censurado por el gobierno comunista, y se le prohibió trabajar hasta 1975. Durante este tiempo, se dedicó a su familia, rodando ocasionalmente anuncios televisivos bajo el nombre de su segundo esposo, el director de fotografía Jaroslav Kucera.
A pesar de la opresión a la que continuó enfrentándose, Chytilová dirigió más de veinte largometrajes, documentales y episodios de televisión, manteniendo su estilo personal y mirada crítica y abordando temas controvertidos con un humor oscuro y ácido. Tras la Revolución de Terciopelo en 1989, se incorporó como profesora en la Academia de Cine de Praga, y en 2005 pasó a encabezar el Departamento de Dirección. Falleció en Praga el 12 de marzo de 2014, a los 85 años.