Las actitudes sexistas del profesorado condicionan la educación secundaria
“De las alumnas se espera más esfuerzo, mejor rendimiento académico y un comportamiento más positivo. En cambio, con los alumnos se es más permisivo y se espera menos de ellos. Lo que desanima a muchos a ser buenos académicamente”, señala Milagros Sáinz Ibáñez, investigadora líder del grupo Género y TIC (GenTIC); del Internet Interdisciplinary Institute (IN3) y de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
Se trata de una de las principales conclusiones del estudio Secondary School Teachers’ Views of Gender Differences in School Achievement and Study Choices in Spain. Publicado en Sage Open y realizado con Sergi Fàbregues, también de GenTIC, y Jordi Solé, investigador líder del grupo Laboratorio de Educación Social. Ambos profesores de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC. Así como con Sara García-Cuesta, investigadora de la Universidad de La Laguna.
El objetivo del trabajo ha sido “constatar, de forma empírica, en qué medida una parte del profesorado de secundaria sigue teniendo actitudes sexistas respecto a los logros académicos diferenciales entre hombres y mujeres y la elección de estudios”, explica Sáinz Ibáñez, autora principal de la investigación.
Los resultados, obtenidos a partir de una muestra de 36 profesores, ya han sido presentados en varios foros locales, estatales e internacionales. Con la voluntad de propiciar cambios en el sistema educativo para favorecer un entorno de socialización y de educación más igualitario.
Actitudes sexistas: De la capacidad intelectual masculina al esfuerzo femenino
La experta indica que muchas de estas actitudes son inconscientes, basadas en prejuicios, pero que condicionan, en gran medida, la trayectoria profesional del alumnado.
“Curiosamente, explicaban las buenas notas de algunos chicos en términos de su gran capacidad intelectual, pero no hacían ninguna referencia al esfuerzo. En cambio, para explicar las buenas notas o el mejor rendimiento de las chicas, se hacía referencia al esfuerzo que estas tienen que llevar a cabo porque son más trabajadoras y están mejor adaptadas al sistema educativo en comparación con sus compañeros chicos”, indica la investigadora.
Algunos integrantes del profesorado consultado opinan también que el hecho de que las chicas maduren antes favorece su rendimiento, porque las hace ser más responsables y estar más atentas en clase.
Actitudes sexistas: Más permisividad con la conducta de los chicos
“En general, se tiende a esperar menos de los chicos que de las chicas. Además, si un chico se lleva de manera disruptiva en el aula, el profesorado suele ser más permisivo con esta conducta porque se justifica que muchos chicos son despistados o inmaduros. Sin embargo, cuando una chica no tiene un buen rendimiento académico y presenta un mal comportamiento o una mala actitud en clase, es doblemente sancionada“, concluye Sáinz Ibáñez.
El profesorado consultado en el estudio considera que con su docencia no influye en la brecha de género en la elección de estudios. La atribuye a otros factores, como por ejemplo al papel de las familias o los medios de comunicación.
Aparte, a pesar de ser conscientes de la problemática, pocos hacían mención del impulso de acciones para hacer frente a esta realidad. En esta misma línea, la investigadora de la UOC destaca que, “para la mayor parte del profesorado, las medidas para abordar las diferencias de género en rendimiento y logros escolares no tienen que pasar por segregar por sexos”.
En los países ricos los chicos están por detrás de las chicas
El de España no es un caso aislado. Los autores de la investigación señalan, en el artículo publicado en Sage Open, que varios estudios demuestran que en muchos países occidentales los chicos se quedan por detrás de las chicas en varios indicadores académicos. Como el rendimiento escolar y el abandono escolar prematuro.
Aun así, esta tendencia no se observa en países en desarrollo de la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económico) como por ejemplo Bangladés; la India; Pakistán o Malasia, donde las chicas se quedan por detrás de los chicos en estos mismos indicadores.
En España, durante la última década, los chicos han mostrado una predisposición más alta a abandonar la escuela antes de que sus homólogas femeninas.
En el año 2019, como ejemplo, el 21,4 % de los chicos y el 13 % de las chicas abandonaron sus estudios. Aparte, el alumnado español sigue escogiendo caminos académicos congruentes con los roles de género.
Únicamente el 27,41 % de las alumnas cursa estudios tecnológicos y solo el 35,05 % de los alumnos chicos opta por estudios relacionados con las humanidades. A pesar de que el número de mujeres inscritas en estudios relacionados con la salud y las ciencias ha aumentado un 74,29 % y un 58,75 % en los últimos años, respectivamente.