‘La lista de Schindler’: ¿La mejor película de su director, Steven Spielberg?
Ya sabíamos que nuestro crítico favorito, el que está hecho de celuloide, Furius Fan, es muy osado, pero querer sacarle los colores a La lista de Schindler… ¿Acaso no es la mejor película de su director, Steven Spielberg? ¿Crees que hay algo con lo que se le puede sacar punta a la peli? Mira el vídeo y lo sabrás:
Y… ¡Acción!
La lista de Schindler… El listo de Spielberg… Qué listo es… Muy listo es Spielberg… Qué cabrón, o sea, cómo va el tío,… a lo fácil. Si algo tiene Spielberg es que va siempre a lo seguro…
Hace Tiburón. Un caos de rodaje, se pasa de presupuesto y se retrasa en el calendario… Pero claro, se lo puede permitir porque la peli va a batir todos los récords. Qué listo…
Luego hace E.T., y hace una peli que es un claro homenaje al cine de los 80, en los 80. Qué listo…
Y luego hace La lista de Schindler. Y mete escenas de comedia. Bueno, a lo mejor las mete Steve Zillian, que escribe el guion, pero Spielberg no las quita. ¿Por qué? Porque es Spielberg, y es muy listo. ¿Y por qué puede meterlas? Porque Spielberg es el director y el productor, o sea que es el jefe de todos, incluido el de sí mismo. Y si Spielberg contrata a Spielberg, ¿qué te puede salir mal?
Eres Spielberg y te contratas a ti mismo. Eso es ir a lo fácil.
¿Y estaréis pensando? ¿Cuáles son las escenas de comedia de La lista de Schindler? ¿Qué peli has visto? Si La lista de Schindler es la película más seria que trata el tema más serio que en cine no se había tratado lo suficiente antes ni se ha tratado lo suficiente después…
Pues no, os equivocáis.
En La lista de Schindler hay comedia de la buena
Una de las escena a la que me refiero por ejemplo es… El casting de las secretarias: Pura comedia. Cine cómico puro. Explicada prácticamente sin diálogos. En imágenes. En secuencia de montaje. Chiste narrado por corte. Puro cine. Y con el lenguaje corporal de los actores. Pura comedia física. Con dos giros en la misma secuencia que trae un gag detrás de otro.
Qué listo Spielberg. ¡En qué buena medida se toma en serio como artista y en qué buena medida se toma en serio como narrador!
Bueno, hoy tal vez esta secuencia no haga gracia de manera oficial y fuese cancelada porque se ríe a costa de esa última secretaria “no atractiva”… ojo que a mí sí me lo parece, ¡es más! ¡Lo es! pero en la escena de La lista de Schindler funciona como que no lo es, lo entendemos…
Tal vez sea porque le ponen el cigarrillo en la boca, ese cigarrillo echado a un lado de la boca que dice: “venga, vamos a por faena”, ¿Lo veis? qué precisión en el detalle… qué elemento de attrezzo más definitorio y lleno de intención… Y cómo además nos define al personaje de Oscar Schindler en su defecto de mujeriego…
Por eso el momento funciona porque es un momento que se pone al servicio de, primero: la historia. No sólo define al personaje, establece el punto de partida de su falta de conciencia en la realidad que vive, la cual evolucionará hacia esa revelación que tendrá lugar en el ya icónico momento de la película de la niña de la chaqueta roja…
Y segundo: también funciona porque es un momento que se pone al servicio de la película. Porque da un respiro antes de todo el trauma que va a venir. Y para darte fuerte con el trauma, lo mejor es pillarte con la guardia baja. Disfrutando un gag. Te deja respirar antes de meterse en el meollo…
Si te has cansado de leer, mira su vídeo sobre La lista de Schindler, hay más chicha y es más divertido. SUSCRÍBETE a FURIUS FAN:
Eso hay que hacerlo incluso a la inversa, como por ejemplo cuando en el El Rey León se mata a Mufasa, ¿qué secuencia es la siguiente? ¡Hakuna Matata! Porque eso hay que levantarlo como sea, que al público hay que traumarlo, pero a ratos. Y eso Spielberg sabe hacerlo. Porque Spielberg aprieta, pero no ahoga.
Va a lo fácil en todo, hasta con la elección de la historia: No elige un protagonista muy bueno, muy bueno, muy bueno que lucha desde el principio contra un malo, muy malo, muy malo.
¡El protagonista es un empresario que se aprovecha de las circunstancias y no cuestiona relacionarse con el horror para contratar mano de obra barata y conseguir el mejor trato! Es alguien que desde su burbuja, convive con lo que no le afecta a él. Es alguien que podría ser… como tú o como yo… O como tú, como tú….
No es blanquear, pero Spielberg no tiene miedo a incorporar grises. Incluso hay judíos corruptos que se hacen guardias del campo y aceptan sobornos. Es alguien que se arriesga a ser cancelado.
La lista de Schindler y los que se salvan
Luego, vale, están los “intelectuales” devotos del cinismo, reacios a la esperanza, que hablan de cómo La lista de Schindler no es una película sobre el Holocausto. Porque como Holocausto por definición es Exterminio, y esta peli no es sobre los que mataron.
A ver, que también, hay mucho bodycount, pero cómo hay gente que llega al final… pues dicen que es sobre los que se salvaron. ¡Pero es que nadie se “salva”! ¡Porque nadie sale ileso! Si un caso, es sobre los que sobrevivieron… Y vale, la historia la escriben los que consiguen la victoria, pero ese es el primer borrador.
También la reescriben, o complementan, o bueno, aportan una segunda versión, la que por desgracia no está en los libros de la selectividad, la que menos se escucha, la que es casi invisible y tienes que intuir entre líneas… pero vaya, esa versión, la escriben los que sobreviven. Y mientras sobrevivas… pues puedes creerte que sí hay esperanza…
Y eso sí que es ir a lo fácil. Lo difícil hubiera sido hacer una película con un material simple, maniqueo, con personajes de cartón, que muestre el horror continuamente, horror todo el rato, y que aún así quieras ver más, y sin un maldito chiste, sobre todo que se note que el sentido del humor no tiene cabida, que no hemos venido a reírnos hostia … Eso es lo difícil, ahí está el reto, y es una lástima, porque esa es otra película, que no será… Y… ¡corten!