La guerra silenciada de Etiopía

Era la noche del 4 de noviembre y estábamos pendientes del resultado de las elecciones de EE.UU. De repente, mirando noticias en Facebook, vi que Etiopia declaraba la guerra contra el TPLF (Frente de Liberación Popular de Tigray). Al mismo tiempo estaba pendiente de la salida del vuelo de mi mamá desde Addis Ababa hacia EE.UU. Daba comienzo la guerra silenciada de Etiopía.

Cuando me enteré de la noticia de la guerra me empecé a preocupar por si eso iba a afectar al vuelo de mi mamá. Pocos minutos después, un amigo que acompañaba a mi mamá en su vuelo me dijo que les negaron volar porque eran de la etnia Tigray.

Poco sabía de la gravedad y la magnitud del problema. A medida que avanzaban las noticias, me preocupaba más sobre lo que estaba ocurriendo en Tigray.

A mi madre se le denegó el vuelo por su perfil étnico.

Un poco de historia

Cuando Abiy Ahmed llegó al poder hace tres años, la mayoría de los etíopes (incluso Tigray) tenían la esperanza de que iba a ser la persona adecuada para lograr paz, tranquilidad y reformas importantes, a nivel gubernamental, que el país necesitaba.

Abiy Ahmed llegó al poder respaldado por un movimiento de protestas antigubernamentales por parte de la etnia Oromo, a la que pertenece Ahmed. Ya que su sucesor, Hailaemariam Desalegn, no fue capaz de aportar respuestas a esas protestas. Por esta razón, había una gran esperanza en que Abiy ayudaría a aplacar las tensiones que aún existían entre el pueblo Oromo y el Gobierno.

Abiy Ahmed empezó su liderazgo con unas acciones muy importantes como liberar a algunos prisioneros políticos. Pidió perdón por la brutalidad estatal. Empezó un acuerdo de paz con Eritrea después de 20 años de una relación de “sin paz, ni Guerra” y por la cual el primer ministro ganó el premio Nobel de La Paz. Sin embargo, estos movimientos no duraron mucho.

Abiy comenzó a tomar las medidas que más tarde crearían conflictos con algunas regiones. Especialmente con el Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (TPLF).

Guerra entre Etiopía y Tigray.
Victimas de la guerra silenciada.

El comienzo del Conflicto entre TPLF y Abiy

Una de las medidas que causó un conflicto entre Abiy Ahmed y TPLF fue la disolución del partido EPRDF (Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope). Un sistema que administró al país por los últimos 30 años y se formó una nueva coalición gobernante, el Partido de la Prosperidad (PP), compuesto por ocho partidos regionales.

El TPLF, que era el más fuerte de la coalición disuelta del EPRDF, se negó a unirse al PP y se posicionó como oposición de la administración de Ahmed. La mayoría de los líderes miembros de TPLF se volvieron a su región de origen, Tigray. Cabe destacar que EPRDF fue formado después de 17 años de lucha de TPLF junto a otras regiones. Unos 30.000 tigregnos murieron en la guerra mientras un millón de tigregnos morían por la hambruna durante el Derg (una dictadura militar brutal).

A pesar de todo esto, el TPLF ganó al Derg en 1991.

Medidas que desencadenaron la guerra

El EPRDF es un sistema federalista étnico en el que la región tiene autodeterminación, incluido el derecho a la sucesión. Debido a que Etiopía es un país muy diversificado, muchos políticos creen que el EPRDF es un sistema adecuado para el país. El PP por otro lado es un sistema de movimiento “pan-etíope”, lo cual se percibe como un sistema unitario.

Otra decisión que generó conflicto fue el hecho de que “el acuerdo de paz” con Eritrea nunca fue publicado. Poco después del acuerdo, las fronteras entre los dos países volvieron a cerrarse mientras la relación de los dos líderes continuó cada vez más estrecha. 

Otra medida que desencadenó la guerra en Tigray fue cuando el Gobierno decidió posponer las elecciones que tenían que llevarse a cabo el 29 de agosto de 2020 utilizando como razón el Covid-19 de forma indeterminada. Sin embargo, la región de Tigra decidió llevar a cabo las elecciones (a las cuales Tigray tiene su derecho según la constitución) con la presencia de observadores extranjeros. La elección fue exitosa y con el resultado del TPLF ganado por mayoría de votos. Este acto fue entendido por Abiy como un desafío por parte de TPFL y la gente de Tigray en general.

Después de la elección de Tigray, el gobierno central tomó unas medidas que más tarde agravarían la situación. Primero, el Gobierno hizo un recorte presupuestario para Tigray que dejó la región económicamente más débil. Además, el Gobierno negó la provisión de los equipos de protección personal para Covid-19 en la región. La carretera que une Tigray con Amhara se mantuvo cerrada durante tres años y el Gobierno Federal no tomó ninguna medida para solucionarlo.

Guerra entre Etiopía y Tigray.

Cuando Tigray se enfrentó a una plaga de langostas, el Gobierno no hizo nada para ayudar, mientras la región vecina de Amhara sí lo hacía con unos drones. Además, unos expatriados de Tigray mandaron unos drones para luchar contra la plaga de langostas en Tigray y el Gobierno los retuvo en la aduana. Nunca llegaron a Tigray.

La propaganda contra Tigray 

Desde que llegó al poder, Abiy Ahmed usó propaganda para demonizar a los tigregnos y para crear odio hacia la gente de Tigray. Reclamaba que la región había sido privilegiada y beneficiada económicamente de forma desproporcionada durante los últimos 27 años. Creó unas acusaciones que no tenían base. Que solo servían para generar odio contra las personas de Tigray.

En un intento de subyugar al TPLF y a la gente de Tigray en general, Abiy Ahmed los etiquetó como terroristas, ladrones y corruptos (por haber gobernado el país por 27 años).

Estas propagandas fueros trasmitidas por los medios de comunicación dominantes del Gobierno generando una demonización de los tigregnos y el TPLF.

La guerra en Tigray

El 5 de noviembre Abiy Ahmed declaró una guerra contra la región del Tigray. Según el primer ministerio, la guerra fue declarada para “responder un supuesto ataque en la base militar de la división norteña”.

Guerra entre Etiopía y Tigray.

Según sus palabras, no era una guerra sino una “operación policial” para capturar a los líderes del TPLF. Sin embargo, hay demasiada información que indica que el primer ministro ha estado preparando esta guerra durante tres años y el acoso del ataque militar fue simplemente una tapadera.

El hecho de que la guerra comenzara la noche del 5 de noviembre, cuando la atención del mundo estaba en las elecciones de EE.UU, no fue una coincidencia, sino un intento de desviar la atención del resto del mundo.

A la vez que la guerra comenzaba, Abiy Ahmed declaraba un bloqueo de la comunicación. Cortó los medios de trasporte y la electricidad. Congeló las cuentas bancarias que se abrieron en Tigray, lo cual dejó, no solo a la gente que vive en Tigray, sino, a cualquier persona de este origen, sin poder sacar dinero de sus cuentas bancarias.

Abiy Ahmed también bloqueó el acceso a los servicios humanitarios y a los periodistas internacionales. Mientras tanto, contó con el apoyo de actores influyentes y gran cantidad de la población de Etiopía. El Gobierno ha manejado y controlado el relato utilizando la propaganda de odio hacia Tigray, debido a que Tigray es una de las regiones minoritarias y marginalizadas.

Abiy Ahmed logró convencer a la mayoría de los etíopes de que la guerra de Tigray era una “operación militar quirúrgica” donde el objetivo era capturar a los líderes de TPLF a los que les llama ‘Junta’.

Sin embargo, los líderes del TPLF fueron elegidos por la población de Tigray (a diferencia del primer ministro, Abiy Ahmed, que nunca fue elegido por el pueblo).

Los actores de la guerra (Fuerza de defensa etíope, milicias de Amhara, Eritrea y Somalia)

Poco después de que empezara la guerra, nos enteramos de que Eritrea había invadido Tigray por el norte. Por las fronteras de la región de Amhara, las milicias de Amhara invadieron primeramente partes de Tigray.

Somalia también participó en la guerra del Tigray enviando a sus soldados. Según el ex jefe de la Agencia Nacional de Inteligencia y Seguridad somalí, Abdilsalan Guld, los soldados salieron en secreto de Mogadiscio y fueron enviados a Asmara para recibir entrenamiento militar, para, posteriormente, ser usados como carne de cañón en la guerra de Tigray.

Guerra entre Etiopía y Tigray.
El presidente de Eritrea, Isaias Afwerki (izquierda), el primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed (derecha), y el presidente de Somalia, Mohamed Abdullahi Mohamed.

Consecuencias de la guerra en Tigray

La guerra de Tigray produjo miles de muertos civiles por matanzas arbitrarias, masacres y bombardeos aéreos.

Más de 60.000 refugiados de Tigray han cruzado al país vecino, Sudán. Se estima que hay más de 2 millones de desplazados internos.

Desde que empezó la guerra, los Defensas de Etiopía, los soldados de Eritrea y las milicias de Amhara, han saqueado y destruido casi todas las infraestructuras, fábricas, hospitales, escuelas y universidades de Tigray. Incluso quemaron los cultivos. Cabe destacar que la guerra empezó en una temporada de cosecha y los agricultores no llegaron a tiempo para recogerlas. Esto, sumado al hecho de estar luchando contra una plaga de langostas al mismo tiempo, dejó a la gente sin comida, sin agua, electricidad, sin dinero, sin hospitales…

Mucha gente está muriendo de hambre, debido a la falta de agua potable o a la ausencia de medicinas. 4,5 millones de personas necesitan de servicios humanitarios a los que el Gobierno de Etiopía sigue negando su acceso, lo que convierte esta guerra en un auténtico genocidio.

La masacre de Mai Kadra

La masacre de Mai Kadra fue solo una dentro de una serie asesinatos en masa donde se mataron a 700 civiles. Se produjo durante los días 9 y 10 de noviembre de 2020 en la ciudad de Mai Kadra, en la región de Tigray.

En las investigaciones preliminares realizadas por Amnistía Internacional, la Comisión de Derechos Humanos de Etiopía y el Consejo de Derechos Humanos de Etiopía, se atribuyó la responsabilidad a los jóvenes del Samri y a otros kebeles leales al Frente de Liberación del Pueblo de Tigray. Sin embargo, otras fuentes de información basadas en entrevistas realizadas en Sudán a los refugiados por Financial Times, Associated Press, Vice, Agence France-Presse (AFP) y AfricaNews, indican que la masacre se llevó a cabo tanto por las milicias amhara como por la Fuerza de Defensa Nacional de Etiopía.

Es importante destacar que la Comisión Etíope de Derechos Humanos está designada por el mismo Gobierno etíope. Además, tanto Daniel Bekele, jefe de la Comisión Etíope de Derechos Humanos, como Netsanet D Belay, Director de Amnistía Internacional, son de origen amhara.

Además, los dos jefes son suegros el uno al otro, por lo cual muchos les acusan de no haber hecho una investigación independiente, sino un “negocio familiar”.

El 18 de noviembre, Abiy Ahmed proclamó la victoria al mundo tras llegar con sus tropas a Mekele (capital de Tigray), mientras que los líderes de TPLF huyeron hacia las montañas para evitar una guerra en la capital de la región.

A pesar de que Abiy Ahmed declaró el final de la guerra, tanto los Defensa de Etiopía como las tropas de Eritrea y la Milicia de Amhara siguen en Tigray.

Además, los amharas están asumiendo el control de muchos lugares de Tigray; incluso instalándose en las casas de los refugiados huidos a Sudán y forzando a los que se quedaron a hablar y a cambiar su idioma a amárico. Si no lo hacen, los matan.

Por otro lado, los soldados de Eritrea siguen asumiendo el control de zonas de Tigray por varias fronteras. Están repartiendo tarjetas de identidad eritrea sin la voluntad de los residentes.

La masacre de Zalambessa

El 15 de noviembre, los soldados de Eritrea entraron en Zalambessa (mi ciudad de origen). Una ciudad fronteriza con Eritrea. Masacraron a unas 65 personas en un solo día. La mayoría estaban en una iglesia, durante una misa. Los soldados llegaron y los mataron.

Guerra entre Etiopía y Tigray.
El cura Isayas con su mujer Mebrihit son algunas de las víctimas de la masacre de Mariam Dengelat.

La masacre de Mariam Dengelat

Según un testigo y superviviente de la masacre ocurrida en Mariam Dengelat, una iglesia histórica situada en el suroeste de Edaga Hamus, Tigray, la masacre se llevó a cabo por los soldados de Eritrea durante la celebración anual de la fiesta de Santa María de Dengelat.

Guerra entre Etiopía y Tigray.
Imagen de Arsema y su hermano Binyam, son otras de las victimas de la masacre de Mariam Dengelat.

La masacre de Axum

La EEPA declaró que el suceso del 15 de diciembre de 2020 comenzó con la llegada de las fuerzas de seguridad de la Defesa Nacional Etíope y la milicia de Amhara a la iglesia de Nuestra Señora María de Sion (Maryam Ts’iyon), donde había alrededor de 1.000 refugiados.

Se produjo un enfrentamiento debido a que las personas que se encontraban en la iglesia creían que los soldados querían llevarse el Arca de la Alianza que la iglesia decía tener.

La gente salió a la plaza por la orden de los soldados. Los soldados de la Defesa Nacional Etíope y las milicias de Amhara comenzaron a disparar, matando a 750 personas. Basándose en los testimonios de los testigos, el geógrafo físico belga Jan Nyssen fechó la masacre entre el 17 y el 20 de diciembre. Un testigo en contacto con Le Monde coincidió con la estimación de 750 muertos.

Debido a la prohibición de entrada de periodistas en la región de Tigray, la noticia de la masacre de la iglesia de mediados de diciembre fue proporcionada por primera vez por los supervivientes que llegaron a Mekelle tras recorrer a pie unos 200 km.

Masacre de 20 jóvenes en la Factoría de Botella Goda

Soldados de Eritrea forzaron a 20 jóvenes a ayudarles a saquear y cargar todo el equipo de la fábrica de botellas, incluso las máquinas en los camiones.

Después de hacerlo, los soldados los mataron a todos. Después de una intensa búsqueda, los padres de las víctimas encontraron el lugar en el que habían sido enterrados los cadáveres de los jóvenes. Los enterraron a un lado de la fábrica.

Violación de mujeres

Una de las atrocidades más destacables de esta guerra fue la violación de mujeres y niñas por parte de los invasores. Muchos de los que se refugiaron en Sudán hablaron de la violación. Este problema es muy grave incluso en Mekelle, la capital, donde supuestamente la situación de guerra es más favorable que en el resto de Tigray.

En una emisión de ETV, un canal de televisión estatal, un oficial del Defensa de Etiopia habló admitiendo los repetidos abusos contra las mujeres. Uno se puede imaginar lo que podría estar sucediendo en el resto de Tigray bajo la oscuridad y el silencio, debido al bloqueo de la comunicación impuesto por el gobierno etíope.

Ataque al patrimonio

Tigray es un hogar con un gran patrimonio cultural tangible e intangible. Sin embargo, en la Guerra de Tigray el patrimonio fue una de las primeras víctimas de la guerra.

Hay informes sobre el saqueo de manuscritos de iglesias y monasterios, y existen advertencias de que serán sacados de Tigray para ser vendidos en mercados de antigüedades de otros países. 

La mezquita de al-Nejashi

La mezquita de al-Nejashi fue bombardeada. Su cúpula, el minarete y las tumbas de figuras islámicas resultaron dañados. Los lugareños creen que Al Nejashi fue construida por los primeros musulmanes que emigraron a África en la época del profeta Mahoma. Huyeron de la persecución en La Meca y se refugiaron en lo que entonces era el Reino de Axum.
Guerra entre Etiopía y Tigray.
Así quedó la mezquita tras el ataque.

Monasterio de Debre Damo

El monasterio de Debre Damo fue bombardeado y destruido (no hay imagen disponible de la destrucción).

Iglesia de Cherkos (Zalambessa)

Iglesia de Cherko en Zalambessa fue completamente saqueada de sus manuscritos y destruida por los soldados de Eritrea. La misma iglesia fue destruida por los mismos soldados durante la guerra de Etiopia-Eritrea. Hace 22 años se volvió a reconstruir.

Experiencia personal / Cómo se sienten los tigregnos que viven fuera del país

He vivido la guerra en una edad temprana. Durante la guerra de Etiopía-Eritrea, por haber nacido en una ciudad de frontera.

Sé cómo se pasa en una guerra, pero esta vez es más duro. Aunque no esté presente en Tigray, la angustia de no saber si tu familia está viva o muerta, el no saber si tienen algo de comer, el miedo a que tal vez tu hermana puede ser violada… ese sentimiento de impotencia por no poder hacer algo para cambiar la situación sabiendo la gravedad de la misma, es muy desconsolador.

No es como saber que tu familia está pasando por malos momentos y poder hacer algo para ayudar. Ni siquiera puedes mandarles dinero, ya que los bancos están cerrados o solo abiertos en la capital; pero solo para recibir depósito, sin la posibilidad de sacar dinero.

Enterarte por Facebook de la muerte de miembros de tu familia, compañeros de clase, vecinos… es algo que no lo puedo explicar. Cuánto te llega a impactar el hecho de que tu propio país, que supuestamente debe protegerte de los invasores, es capaz de invitar a otros países a matar a los jóvenes, humillar a los padres y aterrorizar a los niños de su propia población es algo que uno no puede esperar. 

Muchas amistades con otros etíopes han terminado. Gente que supuestamente eran paisanos, hermanos y hermanas. Esta guerra nos enseña la verdadera versión de cada una de nuestras amistades. 

Muchos etíopes apoyan la guerra, mientras a otros son indiferentes a ella. Esto es, en gran parte, debido a que el Gobierno controla la narrativa. Así consiguen que todavía muchos etíopes crean que la guerra es una “operación militar quirúrgica”. Algunos debido al papel de la propaganda de demonización hacía los tigregnos que el Gobierno inculcó en la población encontraron un buen motivo para matarnos.

Nada puede prepararte para esto. Cabe destacar que la región de Tigray es uno de las regiones minoritarias y marginalizadas del país. La gente de Tigray se conoce por ser muy trabajadora, humildes y personas perseverantes por haber pasado por muchos desafíos. Sin embargo, Tigray no tiene muchos recursos o forma de contar nuestra versión de la verdad.

La mayoría de los medios de comunicación están controlados por el Gobierno o sus seguidores. Tratan de reprimir nuestra lucha y voz en cualquier oportunidad que encuentran. Además, el bloqueo de comunicación que Abiy Ahmed ha declarado durante seis meses lo hace todo aún más difícil.

Cómo ser parte de la solución

Uno puede aportar a la lucha contra el Genocidio de Tigray, siendo la voz de los que no la tienen. Creando una conciencia, mostrando este genocidio al mundo. Creando una abogacía a los civiles que están atrapados en esta situación. Contactando con sus representantes políticos (senadores) y creando conciencia sobre el Genocidio de Tigray.

Contactando con las Naciones Unidas, la Unión Europea y otras agencias que trabajan defendiendo los derechos humanos. Se necesita que intervengan para que ceda la violencia y la guerra, pero, especialmente, para crear presión sobre el Gobierno de Etiopía. Para que permitan un corredor humanitario.

Además, uno también puede ayudar boicoteando a los que apoyan y patrocinan la guerra, como, por ejemplo, la Aerolínea Etíope.

La Aerolina Etiope (Ethiopian Airljes) trasportando soldados eritreos a Tigray durante la guerra de Tigray.

En estas dos páginas web se puede conseguir más información acerca de cómo poder ayudar en la defensa de Tigray.