‘La boda de Rosa’, una comedia previsible y sobrevalorada
Camino a los Goya 2021.
La boda de Rosa, dirigida por Icíar Bollaín, ha recibido ocho nominaciones a los Premios Goya 2021, entre ellos, mejor dirección, mejor película y mejor guion original. La excelente No matarás de David Victori, se ha quedado con tan solo tres nominaciones y no hay rastro de ella en las categorías principales. Cosas de la Academia, podríamos decir… La última película de Bollaín no está mal como comedia ligera para pasar un rato divertido. Es emotiva, hay buenas interpretaciones y tiene buen ritmo, pero de ahí a recibir ocho nominaciones… hay un trecho.
¿De qué va La boda de Rosa?
Rosa es una mujer de 45 años que vive por y para los demás. Es el comodín del público para todo. Todos acuden a ella. En el trabajo, toda la faena recae sobre sus hombros mientras los demás se llevan el mérito. En su familia, es la única de los tres hermanos que se ocupa de cuidar de su padre. El hombre anda deprimido después de la muerte de su mujer y Rosa se ha convertido en su tabla de salvación.
Tiene que cuidar de sus sobrinos cada dos por tres, del gato de su amiga cuando se va de viaje, de las más de veinte plantas del vecino cuando se va de casa… Todo el día de aquí para allá. Y claro, llega el colapso. Está hasta las narices y un día estalla. Es el momento de pensar en sí misma y quererse un poco más y mejor. Por eso, decide comprometerse consigo misma y empezar una nueva vida.
La boda de Rosa: ¿Una comedia de Goya?
La boda de Rosa empieza con muy buen ritmo, la carrera inicial es un puntazo. La película comienza bien y mantiene el tipo durante la primera mitad, después se va desinflando y se retuerce sobre sí misma, tratando el mismo tema una y otra vez, como si no se entendiera a la primera, resultando muy previsible. No hay lugar para la sorpresa, ni para el giro de guion. Que sí, que ya nos hemos enterado, que como se quiere comprometer consigo misma, y va a tomar las riendas de su vida, pues va a casarse ella solita para afianzar ese compromiso. Y así todo el rato…
Lo mejor de la película son las interpretaciones de Paula Usero, nominada a mejor actriz de reparto (esa chica tiene una naturalidad y capacidad de emocionar fuera de lo común) y la bestia parda Sergi López, también nominado a mejor actor de reparto, que borda todo lo que hace y que coge el tono de la película sin pretender darle profundidades que no vienen al caso.
Candela Peña también bien. Es una excelente actriz, tiene carisma a raudales, un talento natural para la comedia y sostiene bien el peso como protagonista de la peli. Aunque, a ratos, nos parece estar viéndola en La Resistencia.
Veremos cuántos premios recoge la cinta de Bollaín en la próxima gala de los Premios Goya que se celebrará el 6 de marzo. Por el momento, el número de nominaciones le queda grande a esta película, a ver en cuántos galardones se materializa la cosa.
¡Saludos, furiosos!