‘Irma Vep’: la serie de HBO sobre la evolución de la cinematografía de la mano de Olivier Assayas
Olivier Assayas lleva a cabo una redención hermosa a través de su nuevo trabajo. Irma Vep vuelve a la pantalla, en este caso en formato de miniserie de HBO. Un juego de muñecas rusas donde Les Vampires, serial mudo de 1915, es homenajeada a través de la película Irma Vep de 1996. Finalmente, con la nueva serie homónima, se cierra el círculo artístico donde el cine se lleva al máximo exponente. Crítica y homenaje se funden en una creación audiovisual sobresaliente.
El director francés Olivier Assayas retoma su trabajo con Irma Vep más de 20 años después. Como algo permanente en el tiempo, Les Vampires de 1915 continúa enriqueciendo la cinematografía contemporánea.
Sin embargo, el personaje de Irma Vep no permanece inmutable al paso del tiempo. Musidora actuó en la película de cine mudo y causó un gran impacto en la historia del cine. Posteriormente en 1996, Maggie Cheung retomó su disfraz para volver a pasearse ante las cámaras como una excelsa villana. Hoy, el mismo director que ya hizo un homenaje de Feuillade, lleva a cabo una aparente secuela de la cinta del 96. Con la brillante actriz estadounidense Alicia Vikander en su papel como la mítica Irma Vep.
En 2022, Olivier Assayas retoma la idea inicial de serial mudo de 1915, y lleva a cabo la miniserie recién estrenada. Cada episodio emula uno de los originales. ¿La diferencia? La audiencia es perfectamente consciente de que observan un rodaje de la adaptación de la propia serie. Un juego de bucles metafílmicos infinitos donde el amor por el séptimo arte del cineasta queda perfectamente plasmado.
El ocaso de una narrativa que se extiende desde el inicio de la historia del cine
Assayas ya reseñó su homenaje al séptimo arte con la selección del actor que interpretó al director de la Irma Vep en 1996. Jean-Pierre Léaud, figura clave dentro de la Nouvelle Vague encarnó a René, el director de Irma Vep. Actor de películas imprescindibles en la historia del cine como Los 400 golpes (1959) de François Truffaut. Esta elección no es arbitraria. De este modo, el cineasta francés recupera a una pieza esencial de aquel movimiento cinematográfico que buscaba la recuperación del cine como arte. Ante los trabajos más comerciales que estaban teniendo lugar en Hollywood.
En el trabajo de 2022 Olivier Assayas vuelve a recuperar esta perspectiva. Sin embargo, la adapta a la actualidad. Con críticas más evolucionadas que no solo hacen referencia al cine, sino a movimientos sociales como el feminismo y la perspectiva de género en el audiovisual.
Irma Vep: ¿una villana adelantada a su tiempo?
Una mujer lidera un grupo criminal. Ella es la auténtica e indiscutible protagonista. Tapada de pies a cabeza, deambula oculta llevando a cabo los más viles robos. Desde esa perspectiva, parece la definición de una mujer protagonista de alguna serie o película contemporánea. Sin embargo, hablamos de una película de cine mudo del año 1915. ¿Una villana adelantada a su tiempo? En cierto modo lo fue.
Sin embargo, terminó por encarnar el arquetipo de femme fatale. Además, en la serie actual, se hace referencia a una secuencia donde ella yace inconsciente mientras el villano la acaricia sin su consentimiento. Una imagen que se convierte en protagonista en la serie actual. Donde se cuestiona el rodaje de las agresiones sexuales hacia las mujeres.
Las agresiones sexuales hacia las mujeres son algo que se sigue mostrando en pantalla, en múltiples ocasiones. Y es cierto que es algo que hay que visibilizar. Sin embargo, ¿cómo se debe visibilizar? La violencia hacia la mujer – u otro colectivo oprimido en la sociedad -, no solo reside en la historia narrada. Sino que la selección de técnicas cinematográficas utilizadas para filmar dichas escenas también puede ejercer violencia, o no, hacia ellas.
La delectación en las violaciones a las mujeres es uno de los problemas de estas representaciones. Algo que el cineasta Gaspar Noé expuso de forma polémica en su insoportable plano de 9 minutos donde la protagonista es brutalmente agredida sexualmente. Sin embargo, la reacción del público no fue precisamente excitarse con las imágenes, sino retirar la mirada.
Este es uno de los aspectos que aparece reseñado de forma sarcástica y cuidada en la nueva serie de Assayas. [Ojo, pequeño spoiler]. Con frases sublimes como ¿Acaso por excitarme con esas imágenes que son ficción soy un pervertido? A lo que le responde la actriz: Sí, lo eres. Porque es posible filmar una agresión sexual sin provocar excitación en el público. Y esa sería la forma correcta de hacerla. Representándolo, así, como algo que rechazar y no en lo que buscar placer.
La sarcástica y ácida crítica a la industria cinematográfica
Son diversas las críticas que el cineasta hace a la industria del cine. Y entre ellas, reside la hipocresía de la industria a la hora de hablar sobre ciertos temas y cómo tratarlos. Como es el caso del feminismo y la figura de la mujer. ¿El problema fundacional? Lo que vende. El arraigo capitalista esencial de la industria cinematográfica que convierte a todas las personas implicadas en simples piezas del tablero que, según un movimiento u otro, pueden generar más o menos beneficios.
El cineasta Olivier Assayas lleva a cabo una apuesta arriesgada con esta nueva adaptación de Irma Vep. Múltiples producciones que han sido adaptadas una y otra vez resultan tediosas e innecesarias. No obstante, esta cuidada redención es brillante. Donde el director francés aplica en la práctica todo sobre lo que reflexiona en pantalla. Esa posibilidad de hacer un homenaje a una joya del cine mudo, pero sin reiterar aspectos anacrónicos en la actualidad. Esa posibilidad además de, hacer un producto más mainstream como es una serie en HBO, con una finalidad artística.
El agotamiento de recursos creativos es una realidad acuciante y preocupante en la actualidad. Con múltiples producciones que adaptan novelas o realidades. O incluso aquellas que son remakes interminables de los originales. No obstante, en el caso de Irma Vep, se descubre una serie tan acertada como imprescindible. Incluso sin necesidad de haber visionado las anteriores obras, la teleserie es cautivadora. Y con un mayor contexto cinematográfico, la audiencia puede ir descubriendo las capas que envuelven el subtexto de forma enriquecedora.