Irene Márquez, la irreverencia en el cómic español
La dibujante española Irene Márquez presenta una obra rompedora, Esto no está bien (Autsaider Cómics, 2021), una creación que no dejará indiferente a los amantes del género gráfico.
Escrutar la realidad repartiendo collejas, por un lado, y por otro, sacarle el máximo partido a la idea de que, Si algo puede salir mal, saldrá mal. Esas son las bases de los cómics de Irene Márquez.
Humor negro, negrísmo, negro teléfono, que decían antes para referirse a la oscuridad extrema de los terminales de baquelita. Sus personajes pueden darse por sentenciados. Sorpresas desagradables y desenlaces cruentos insospechados capaces de activar sinapsis en nuestro cerebro. Historias que nos hagan troncharnos al punto de escupir el Cola-cao por la nariz y a la vez, agitar fosilizados preceptos con retrogusto a moralina que pretenden hacernos sentir que no está bien reírse de según qué.
De eso va Esto no está bien, su primera monografía. Un recopilatorio de historietas, tiras y diferentes formatos unidos por lo libérrimo y escandaloso de sus propuestas. Irene Márquez publica semanalmente en la revista El Jueves desde hace cinco años.
Cómic underground
El estilo de Márquez recuerda indiscutiblemente a los cómics de autores como Robert Crumb y especialmente a Daniel Clowes con su Bola Ocho.
Como nos cuenta detalladamente nuestro compañero Sergio Márquez, en su artículo dedicado al Ghost World de Clowes, entre los años 60 y 70, un grupo de artistas americanos, que se habían criado leyendo Archie, Dick Tracy y tebeos de superhéroes, decidieron soltarse la melena con un tipo distinto de cómic, alejado del mainstream. El underground nació al margen del Comics code authority y sus restrictivas directrices morales. Autores tales como Robert Crumb, Trina Robbins, Gilbert Shelton o Gary Panter produjeron un material explícito, cargado de humor irreverente y espíritu de crítica social y política.
A partir de la década de 1980 surgió una nueva corriente, impulsada por movimientos juveniles tales como el punk o el hardcore. Los cómics alternativos bebían directamente de los underground. Sus autores publicaban en revistas de baja tirada, a menudo autoeditadas, y fanzines, nadando como peces en el agua de lo grotesco, sexual y violento.
Al mismo tiempo, el cómic comenzaba a abrirse paso, no solo como producto de entretenimiento, sino como forma de arte. Algunos creadores se dedicaron a experimentar con el medio, incluyendo nuevas influencias y testando sus límites. Y esto, aun a riesgo de parecer elitista o pretencioso, llevó al cómic americano a cotas más elevadas de expresión. Se inició así un debate entre aquellos con ínfulas artísticas y los defensores del feísmo y lo cutre. El tiempo ha demostrado que había sitio de sobra para ambos.
Sin duda, el cómic de Irene mucho tiene que ver con el de estos quebranta reglas.
Irene Márquez
Irene Márquez (Valdepeñas, Ciudad Real, 1990) estudió Bellas Artes en Cuenca (2009-2014). Una carrera que estaba en aquel entonces muy enfocada al estudio del arte contemporáneo.
Se define profesionalmente como dibujante de cómics y humorista gráfica. Durante su infancia no tuvo demasiado contacto con el mundo de los tebeos. Sus dibujos de tendencia narrativa llamaron la atención de sus compañeros de carrera y de algún profesor, que le aconsejaron que se interesara por el mundo de la historieta. En esa época colaboró con Están Vivos, un fanzine que acabó publicando siete números. Profundizó una mirada crítica en sus dibujos cargados de humor, demostrando de forma explícita las influencias del cómic underground americano y europeo.
En 2016 se lanzó a publicar tiras cómicas y viñetas en las redes sociales, y un año más tarde decidió enviar a El Jueves un dosier con sus mejores trabajos. Su forma de dibujar y su oscuro, desvergonzado y particular humor gustaron en la revista satírica y desde entonces colabora con El Jueves.
En la revista publica semanalmente, Te has pasado, una pequeña sección de tiras cómicas de humor negro, en las que explora un chiste «sin piedad» en tres viñetas.
Puntalmente también colabora en la web de la revista y en otras secciones. Entre sus proyectos destaca la elaboración de Esto no está bien por la que fue nominada a Autora Revelación en el Salón del cómic Barcelona 2021, y ha obtenido el Premio a Mejor Autora Joven en Splash, Festival de Cómic de la Comunidad Valenciana 2021. Actualmente reside en Granada.