‘Imploding the Mirage’ Lo nuevo de The Killers es ¿más de lo mismo?
The Killers es, sin lugar a dudas, una banda que no tiene miedo a la evolución musical, o al menos eso pensábamos al principio de su carrera. Pero la verdad es que, al pasar del tiempo, han ido perdiendo ese toque de innovación y rebeldía para ir definiendo un estilo propio que no alcanza a gustar a todos.
Eso está bien, no se supone que una banda le guste a todo el mundo, el problema viene cuando aparentemente ya no logran gustarle ni a sus propios fanáticos. Es justo eso lo que sucede con Imploding the Mirage el sexto álbum de la banda y que vio la luz en agosto de este año.
La primera impresión que nos deja este disco es que es más de lo mismo, un disco sin ese toque de innovación apostando siempre a lo seguro, totalmente previsible, pero eso sí, con una sobredosis de sintetizadores al más puro estilo del Pop-Rock de los ochenta.
Ni bueno, ni malo, solo es un disco más de The Killers
En honor a la verdad, Imploding The Mirage es uno de esos discos que no son ni malos ni buenos, 42 minutos de música en los que destacan por sobre todo la voz de Brandon Flowers (hace más de un disco es lo que mantiene vivo a The Killers) y el uso excesivo de sintetizadores.
Una producción con 10 temas y mucho presupuesto que probablemente no va a estar en el top tres de las listas mundiales pero que seguramente va a tener una recepción aceptable por parte del público.
Temas como Caution o My Own Soul’s Warning que ya habían sido lanzados como sencillos, pueden ser considerados los mejores del disco y otros como Dying Breed o My God nos dan una idea bastante clara de lo que podemos encontrar en el resto del disco.
El resultado es un disco que nos demuestra, una vez más, que muchas veces no es necesario tener gran calidad musical sino un presupuesto adecuado para un lanzamiento grande. Y aunque esperábamos más de los estadounidenses, la verdad es que parece que han perdido la chispa que los caracterizaba.