‘Hysteria’, de Carla Nyman: una mirada a los males del siglo XXI

El Teatro de La Abadía inaugura su temporada con el estreno de Hysteria, una obra que promete no dejar indiferente al espectador. Esta pieza, escrita y dirigida por la emergente Carla Nyman, se presenta como un montaje íntimo, cargado de emociones crudas, surrealismo y un toque de sarcasmo e ironía que desafía la lógica convencional.

La propuesta, que estará en cartelera desde el 25 de septiembre hasta el 13 de octubre en la sala José Luis Alonso, cuenta con las interpretaciones de dos jóvenes talentos: Lluna Issa Casterà y Mariano Estudillo, quienes se embarcan en una puesta en escena tan física como sonora, creando una atmósfera única donde lo reflexivo y lo sensorial se funden en una experiencia teatral inolvidable.

Cartel de la obra de teatro, Hysteria.
Cartel de la obra de teatro, Hysteria.

Carla Nyman ha descrito Hysteria como una obra que, en sus propias palabras, trata sobre “todos aquellos que buscan una alternativa a la lógica impuesta”. La directora profundiza en temáticas que tocan el deseo, la insatisfacción y la violencia sistémica que afecta a nuestra sociedad.

Para Nyman, Hysteria es mucho más que un simple montaje teatral: es una alegoría de la condición humana, un espejo que refleja los males que nos aquejan en el siglo XXI. La autora no teme explorar temas complejos y tabúes, ofreciendo al espectador una visión provocadora y desafiante, donde el cuerpo y el sonido son los principales vehículos para narrar las historias de sus personajes.

La trama de Hysteria comienza con Agustina, una mujer que acude a la consulta del Dr. Doctor por un dolor que ha estado albergando en su interior durante mucho tiempo. El médico, decidido a realizar un diagnóstico preciso y exhaustivo, termina siendo literalmente absorbido por el cuerpo de su paciente. Este suceso abre las puertas a un universo interno, donde una cosmogonía de acontecimientos y malestares reprimidos durante años comienza a aflorar.

A partir de este peculiar punto de partida, la obra se adentra en una exploración tanto del cuerpo físico como del cuerpo emocional, conectando lo personal con lo universal y lo íntimo con lo colectivo.

Mariano Estudillo, Carla Nyman y Lluna Issa Casterà | Foto: Dominik Valvo
Mariano Estudillo, Carla Nyman y Lluna Issa Casterà | Foto: Dominik Valvo

Hysteria: libertad y experimentación

La autora explica que la pieza parte de una investigación escénica sobre lo que históricamente se conoce como histeria, un concepto que ha sido objeto de controversia y estudio a lo largo de los siglos.

Nyman se propone rastrear la evolución de este trastorno a lo largo del tiempo, mostrando cómo ha llegado a nuestros días bajo formas aparentemente diferentes, como la depresión y la manía, que para ella son las dos grandes enfermedades de nuestro tiempo. Según la directora, mientras que la histeria se manifestaba como una liberación del malestar reprimido, la depresión y la manía funcionan como mecanismos de represión, una especie de negación de ese malestar interno.

En este sentido, Hysteria se convierte en una obra profundamente liberadora, una pieza que busca dar voz a aquello que ha sido reprimido y silenciado.

La obra es descrita por Carla Nyman como una cosmogonía, un mito del origen del mundo planteado desde el discurso de la histérica. En palabras de la propia autora, “las histéricas y los histéricos son aquellos que buscan una alternativa a la lógica impuesta”. En este sentido, la histérica no se limita a gritar su malestar, sino que introduce nuevas palabras en el lenguaje, transformando la realidad misma.

Mariano Estudillo y Lluna Issa Casterà | Foto: Dominik Valvo.
Mariano Estudillo y Lluna Issa Casterà | Foto: Dominik Valvo.

A través de este proceso de reinvención del lenguaje, Nyman plantea una reflexión sobre el poder de las palabras y la capacidad que tienen para generar cambios profundos en nuestra percepción de la realidad. La obra aboga por una liberación del individuo, una ruptura con las normas sociales y culturales que nos han sido impuestas, y que muchas veces nos llevan a la represión y la autocensura.

El montaje de Hysteria se caracteriza por su libertad creativa, un enfoque donde no existen filtros y donde todo tiene cabida. La directora mezcla referencias históricas tan dispares como Marco Aurelio, Ióssif Stalin e incluso algunos tiroleses alpinos del Oktoberfest de Múnich, creando un collage de imágenes y conceptos que invitan a la reflexión y al absurdo.

Desde lo sensorial hasta lo puramente conceptual, la obra transita por diferentes géneros, desde la tragedia hasta el absurdo, pasando por momentos cómicos que permiten al espectador distanciarse momentáneamente de la intensidad del drama.

Para Nyman, lo surrealista es un medio para deformar la realidad y, al hacerlo, nos permite entrar en los mecanismos de aquellos que proponen alternativas a lo establecido. Esto genera un efecto de extrañeza, donde lo cotidiano se presenta bajo una nueva luz, lo que a su vez provoca risa y reflexión en el espectador. Según la autora, este recurso ayuda a sublimar el dolor, un concepto profundamente ligado al discurso de la histérica, que en el siglo XX se definía como alguien que pronunciaba palabras aparentemente ilógicas, pero que en realidad estaba proponiendo una nueva forma de nombrar la realidad.

Lluna Issa Casterà, quien interpreta a Agustina, añade una reflexión personal sobre el significado de la obra. Para ella, Hysteria trata sobre el vacío, sobre lo que no existe. “Me gusta definirla como el hambre. Todos entendemos qué es el hambre. Es algo esférico, que está en nuestro interior, hueco. En nuestros días, estamos todo el tiempo intentando llenar ese vacío con actividades, con el amor, con las redes sociales, con compras, con la validación externa. Siempre buscamos algo externo que colme ese vacío, pero nunca lo logramos del todo”.

Las palabras de la actriz resumen a la perfección el núcleo emocional de la obra: la insatisfacción permanente y el deseo inalcanzable que caracterizan al ser humano en la era moderna.

Carla Nyman. | Foto: Dominik Valvo
Carla Nyman. | Foto: Dominik Valvo

Carla Nyman: visión y proyección

Carla Nyman, nacida en Palma en 1996, es una de las voces emergentes más prometedoras del panorama teatral español. Graduada en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla, Nyman ha sabido combinar su pasión por las letras con su vocación teatral, creando un perfil interdisciplinar que le ha permitido destacar en diferentes ámbitos.

Desde 2022, es miembro oficial de la Academia de Artes Escénicas de España y también imparte clases de escritura creativa en la Universidad de Salamanca (UVirtual), mientras trabaja en su tesis doctoral en la Universidad de Sevilla.

A lo largo de su carrera, Nyman ha demostrado una marcada inclinación por el teatro inmersivo y experimental, donde explora cuestiones como la escatología y la orificialidad, dos temas que también están presentes en Hysteria. Su ópera prima, Yo solo vine a ver el jardín, inspirada en Los jardines y campos sabeos de Feliciana Enríquez de Guzmán, le valió el premio en el Certamen Internacional Almagro OFF.

Además, otras obras suyas, como Huerto, han sido presentadas en espacios tan prestigiosos como el Corral de Comedias de Alcalá de Henares. Como escritora, Nyman ha publicado varios libros, entre los que destacan Tener la carne (Reservoir Books, 2023), Líquida tuya y vertebrada (Letraversal, 2023) y Quiero ver cómo la gente sin cuerpos hace el amor (Cántico, 2023), obras que han sido recibidas con entusiasmo por la crítica.

Kamikaze-Abadía, una pareja de éxito

La relación entre Teatro Kamikaze y La Abadía, dos de las casas más influyentes del teatro contemporáneo español, ha sido fructífera desde su primer proyecto conjunto en 2011. Desde entonces, han coproducido montajes de gran éxito como Juicio a una zorra con Carmen Machi y Antígona de Miguel del Arco.

En 2022, ambas compañías se unieron para presentar Finlandia, de Pascal Rambert, una obra que agotó todas las entradas antes de su reestreno debido a la aclamación de la crítica y el público. Ahora, en la temporada 2024-25, han apostado nuevamente por una coproducción, esta vez con la prometedora Carla Nyman y su obra Hysteria, consolidando su compromiso con la creación contemporánea y la búsqueda de nuevas voces y lenguajes en la escena teatral.

En resumen, Hysteria es una obra que combina lo íntimo con lo universal, lo emocional con lo racional, y lo físico con lo conceptual. Bajo la dirección de Carla Nyman, se convierte en un montaje profundamente liberador, que desafía las normas establecidas y ofrece al espectador una experiencia única. Con un reparto joven y talentoso, y una dirección que apuesta por la experimentación y la libertad creativa, Hysteria se perfila como uno de los estrenos más interesantes y provocadores de la temporada.