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‘Los viajeros de la noche’, los vampiros de Kathryn Bigelow

Se acerca la noche de Halloween, el mejor momento para recordar algunas buenas películas de nuestros monstruos favoritos, como por ejemplo, los eternos, nómadas y atractivos vampiros de Los viajeros de la noche (Near Dark).

Los viajeros de la noche fue la primera película de Kathryn Bigelow. Ella fue una de las primeras en hacer una excelente peli de vampiros como ópera prima. No debemos olvidar otros casos como El Ansia, de Tony Scott; Cronos, de Guillermo del Toro o la más reciente, A girl walks home at night, de Ana Lily Amirpour.

La película está protagonizada por Adrian Pasdar, Jenny Wright, Bill Paxton, Lance Henriksen y Jenette Goldstein. Los tres últimos, especialmente Paxton y Henriksen, eran actores fetiche del entonces marido de Bigelow, James Cameron, conocidos en esa época por Aliens o Terminator.

Bill Paxton, Lance Henriksen y Jenette Goldstein en Los viajeros de la noche.
Bill Paxton, Lance Henriksen y Jenette Goldstein en Los viajeros de la noche.

Aun siendo una película de bajo presupuesto y sin haber tenido mucho éxito en su estreno, Los viajeros de la noche, se ha convertido en una película de culto que sigue engrosando seguidores día a día.

Un servidor la encontró cuando era joven en la sección de terror del videoclub Tope, el más concurrido de los tres videoclubs de mi barrio. No tenía ni idea de lo que me iba a encontrar. Aún no era fan de Paxton y a Henriksen solo lo conocía por el androide Bishop de Alien. Ni siquiera sabía que era una película de vampiros, pero había algo en su portada que me sedujo los suficiente como para que me la llevara a casa un par de días.

Los viajeros de la noche, Near Dark (1987).
Los viajeros de la noche, Los viajeros de la noche (1987).

Los viajeros de la noche: Nómadas, autocaravanas, sangre y polvo

Cuando acabé de verla no tuve muy claro que era lo que había visto. No sé si era por lo oscuro de sus imágenes, por los sintes de la música de Tangerine Dream, por el miedo que me llegó a dar el personaje de Bill Paxton o porque nunca había llegado a sentir pena por los vampiros.

Ni siquiera sabía si me había gustado o no. Su historia era simple y sencilla:

Un Texas, un joven cowboy, Caleb Colton, liga con la atractiva Mae, una chica que vive junto a su “familia” en una autocaravana. Lo que no sabía Caleb antes de besarla era el secreto/maldición que escondía ella y su familia.

Mae y Caleb.
Mae y Caleb.

Mae lo convierte en un vampiro al amanecer y apiadándose de él antes de que arda por la luz del sol, lo lleva a la autocaravana y le presenta a su particular familia. No lo aceptan fácilmente, pero finalmente comienza a viajar con ellos.

Todo se complica cuando el padre de Caleb comienza la búsqueda de su hijo y de su hija Sarah, que también se ha hecho amiga de Homer, el niño vampiro del nuevo grupo de colegas de Caleb.

Kathryn Bigelow con Joshua John Miller (Homer), en Near Dark.
Kathryn Bigelow con Joshua John Miller (Homer), en Los viajeros de la noche.

El final de la película, unido al carisma de sus personajes y la humanidad que Bigelow impregna en todo el film, me pareció realmente triste.

Ese fue el sentimiento que me quedó al verla. Tristeza. Pero no como la que te queda cuando ves Los puentes de Madison. Hay algo mucho más profundo en esos vampiros nómadas. Ellos no dejan de huir y viajan sin un rumbo aparente. No le encuentran sentido a la vida y solo se preocupan por ellos mismos. Son muy diferentes entre sí, pero se aceptan y respetan. Son libres.

Near Dark.
Lo que hubiera dado por subirme a esa casa con ruedas.

Me sentí triste porque me sentí muy identificado con ellos. ¿Qué joven no es un poco así? Yo lo era, sin duda. Aún hoy mantengo muchas de esas consignas vitales.

Vampiros y neo-western

Kathryn Bigelow realizó una película de vampiros sureños. Una cinta neo western con guardapolvos, revólveres y rifles. Jeese Hooker y Severen, los personajes interpretados por Lance Henriksen y Bill Paxton, son una especie de Pat Garrett y Billy el niño o de Wyatt Earp y “Doc” Holliday. Son como dos pistoleros con muchas muertes a sus espaldas y mucha sangre fría para afrontarlas.

El personaje de Bill Paxton es quien se lleva la palma a la hora de crear admiradores. Severen es un sanguinario e impulsivo vampiro que además de robar escenas, nos roba el corazón y nos infunde terror en una de esas escenas que cuando ves de joven nunca olvidas. La sangrienta escena en un bar de vaqueros.

Severen.
Bill Paxton como Severen en Los viajeros de la noche.

Esa escena, como la escena de la sierra eléctrica del Scarface de Stone, es muy difícil de olvidar por lo creíble y violento de lo que nos muestra. Bigelow, se toma su tiempo, se recrea a la hora de rodar una de las mejores escenas ya no solo de la película, sino de todo el género vampírico. La música que pasa del country a una versión retorcida del famoso Fever de William Edward y Peggy Lee, sus momentos de silencio y el ritmo lento y preciso de la escena, unido a las reacciones de los personajes por las diferentes acciones que se suceden, son una auténtica maravilla.

Los viajeros de la noche y Halloween

Los viajeros de la noche es una película imperfecta y sencilla. De vampiros sin colmillos a lo The Hunger o The Addiction. Interpretada por un puñado de actores que rebosan carisma y rodada por una directora que ya dejaba claro que tenía mucho que ofrecer, como ha demostrado con su cine y en los Premios de la Academia. Es una película de su tiempo, pero que vista hoy, aún se puede colar dentro para darnos miedo o hacernos sentir más libres.

Por todo eso Los viajeros de la noche es una muy buena opción para ver en la noche de Halloween. ¿Te animas?

Saludos furiosos.