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Ledicia Costas presenta ‘Golpes de Luz’, una novela tierna y salvaje

Ledicia Costas, Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, muestra de nuevo su gran talento creativo tras el gran éxito de Infamia, libro que lleva más de dos años en lo más alto de las listas de ventas en Galicia. Con una consolidada trayectoria en la literatura infantil y juvenil, autora de varios bestsellers, Ledicia regresa de nuevo al universo adulto con Golpes de Luz, una novela donde los monstruos de la infancia cobran vida a través de los secretos familiares. 

Su habilidad para captar la sensibilidad infantil irrumpe con fuerza en este libro a través de la voz de Sebas, un niño de diez años que es uno de los grandes protagonistas de esta historia.

—Tu abuela es Thor —sentenció David—. Martillo, relámpagos y truenos. Está clarísimo.

—Querrás decir Thora —quise corregirlo.

—Nada de Thora. Thor —insistió, manteniéndose firme—. Quien porta el martillo es Thor. El Mjölnir decide quién es digno de portarlo. Y tanto puede ser un hombre, como una rana, un extraterrestre o tu abuela.

Golpes de Luz.

Según Ledicia Costas

“Tengo la sensación de que la infancia tiene menos presencia en la literatura para adultos de la que merecen. En realidad, Golpes de luz es una puerta abierta a un universo infantil que cobra mayor fuerza gracias a la presencia de la abuela Luz. Cuando haces que ese mundo mágico que protagonizan los niños entre en contacto con la crudeza del día a día, con el dolor de una separación, de la pérdida o de un drama como el narcotráfico, estás tocando unas teclas delicadas,” explica Ledicia Costas.

“Mi intención era construir una novela donde lo mágico se fundiese con lo indecente, con lo inmoral, sin renunciar a la inocencia. Y ahí es donde entra en juego el humor, que es el catalizador de esta novela. Necesitaba escribir una historia llena de luz. Creo que estamos viviendo un momento social en el que la gente necesita reírse, disfrutar, descansar del drama, aunque el drama siga ahí, al otro lado, » concluye.

Golpes de luz a través de sus protagonistas

En Golpes de luz , el foco está sobre personajes que no suelen ser protagonistas: una mujer cuidadora, un niño y una anciana. Esta novela visibiliza problemáticas de nuestra sociedad que son muy frecuentes y, sin embargo, tienen escasa presencia literaria: los cuidados a los mayores, la crianza de los hijos y cómo ese peso recae sobre las mujeres, que se ven obligadas a renunciar a otros aspectos de sus vidas para poder desempeñar esa labor.

Una vida compartida por tres generaciones de una familia en el rural gallego. Tres voces, la de la abuela, la madre y el niño, narrando y viviendo esta historia repleta de humor y ternura. Hasta que los golpes del narcotráfico tan presente en la Galicia de los años 90 irrumpen salvajemente en sus vidas.

Julia (La madre)

Edad: 40 años.

Profesión: periodista.

Obsesión: la desaparición de su padre.

«Sé que mi madre me oculta información. Siempre lo he sabido. La diferencia es que ahora estoy preparada para arrancarle la verdad. »

Julia está trabajando en un reportaje sobre el repunte del tráfico de heroína. Acaba de separarse de su marido y decide marcharse de Madrid y regresar con su hijo Sebas a Galicia, donde vive Luz, su madre. Necesita distancia para gestionar la ruptura. Pero la vuelta a su ciudad natal implica regresar a una casa llena de secretos: la sombra de la desaparición de su padre, que se marchó a Argentina sin dejar rastro hace más de treinta años, lo envuelve todo. 

Julia está decidida a descubrir la verdad, pero Luz no se lo pone fácil. Su carácter complicado y su negativa a hablar del pasado desesperan a su hija. Y las mentiras que dice sin parar. Es imposible diferenciar si Luz tiene una demencia o si todo es una estrategia para seguir ocultando lo que sucedió con su marido. Pero, por encima de todo, es su madre,

Julia está desbordada: su reciente separación, hacerse cargo de su madre, criar sola a su hijo, la pistola cargada que encuentra en un cajón y las pistas que va descubriendo a medida que avanza en su reportaje provocan que su vida se complique cada vez más . Todo cambia cuando encuentra una fotografía de Lucifer, un conocido narcotraficante: empieza a comprender que el pasado y la vida de su padre están unidos a ese hombre.

Luz (La abuela)

Edad: 80 años.

Ocupación: ama de casa.

Obsesión: su martillo.

«Llevo toda la vida oyendo mierdas. Y qué quieres que te diga, con casi ochenta años estoy hasta las narices. Espero ansiosa el momento en que mi hija pase de mí y me deje a monte de una puñetera vez.»

Luz es una mujer que apenas tiene estudios. Es prácticamente analfabeta y bastante malhablada. Considera que a sus ochenta años ya no está para aguantar ciertas cosas. Y mucho menos para tolerar que nadie le diga lo que tiene que hacer. 

Lo que quiere Luz es vivir tranquila cuidando su jardín, jugando al parchís con sus amigas y bebiendo vino Sansón hasta ver doble. Pero su hija Julia no se lo permite: le controla el dinero que gasta, lo que come, la ropa que se pone, las horas que duerme, los cigarrillos que se fuma… Y, encima, está obsesionada con saber detalles sobre la desaparición de su padre. Se marchó a Argentina, eso es todo lo que ella tiene que saber. El resto no le importa a nadie.

¿Ella podría ser Luz?. Golpes de Luz.
¿Ella podría ser Luz?. Golpes de Luz.

Pero Luz sabe más de lo que parece. Esconde varios secretos. Como el hecho de que su marido tuviese amigos narcotraficantes. Pero todo eso se irá con ella a la tumba. ¿O no?

Luz es tan excesiva que a veces su comportamiento tiene tintes de melodrama. Es un personaje muy divertido, que da pie a situaciones disparatadas. Jamás se separa de su martillo, duerme con él debajo de la almohada, a veces lo acuna, como si fuera su hijo. Cuando se enfada, pega unos martillazos tremendos.

La única persona con la que Luz se entiende es Sebas, a pesar de que entre los dos hay setenta años de diferencia. Su nieto es listo y es auténtico. Sin él, la vida sería un agujero negro.

Sebas (El niño)

Edad: 10 años

Ocupación: estudiante de quinto de primaria.

Obsesión: demostrar que su abuela es Thor.

«Me encanta ser un niño. Quiero quedarme aquí forever.”

Sebas es un genio con las palabras. Es un niño ocurrente y sensible y ha hecho dos grandes amigos en su nuevo colegio: Guerrero y Noa. Guerrero tiene un importante sobrepeso y lo han puesto a dieta. Sabe un montón sobre cómics y dioses nórdicos. Noa es muy inteligente. Todos dan por hecho que su cerebro va a terminar en manos de la ciencia. Los tres están convencidos de que la abuela Luz es el dios Thor. 

Sebas la ha visto de noche en el jardín, sosteniendo su martillo en medio de una tormenta eléctrica, debajo de un montón de relámpagos. Sebas la adora, aunque diga mentiras todo el rato ya veces lo meta en líos, como cuando lo convenció de que tenía que ir a casa del vecino a robar un paquete de cigarrillos.

A veces Sebas se pone triste porque en su vida están pasando cosas que no le gustan. Sus padres se han separado y él no soporta los divorcios. Tampoco le gusta que su padre viva en Madrid, está demasiado lejos. Y en el colegio hay un niño que no para de meterse con él. También tiene miedo porque cree que el Carnicero de Dioses quiere asesinar a su abuela con la Necroespada Negra. Pero, a pesar de todo, es feliz. Tiene a los mejores amigos del mundo y es el nieto de una diosa.

Sebas, junto a Luz, es un personaje que protagoniza varias escenas cargadas de humor. Su inocencia es el contrapunto al carácter de su abuela. Juntos forman una pareja que arrancará muchas sonrisas.

Conociendo a Ledicia Costas

Ledicia Costas (Vigo, 1979) es una autora gallega licenciada en Derecho que lleva varios años dedicándose profesionalmente y en exclusiva a la literatura. 

Ledicia Costas.
La escritora Ledicia Costas.

Ledicia Costas publicó su primer libro en el año 2000 y desde entonces ha escrito numerosas novelas infantiles y juveniles que han sido traducidas a varios idiomas, como el coreano, el italiano o el búlgaro. 

Por su extraordinaria narrativa, ha obtenido importantes premios literarios, como el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil y, en dos ocasiones, el Premio Lazarillo, gracias a los cuales ha ido conquistando a miles de lectores. 

Infamia (Destino, 2019), su primera novela para adultos, la consolidó como una de las autoras con más proyección de la narrativa actual. Golpes de luz (Destino, 2021) es su nueva y esperada novela.