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Entrevista a Elena Bartomeu: ‘El mundo es diferente cuando cierras los ojos. Intentar explicarlo a oscuras me parece mucho más interesante’

¿De qué manera se altera nuestro equilibrio al sentir que se aproxima una amenaza intangible? ¿cómo se activan nuestros sentidos y qué sucede cuando algo los descoloca? Elena Bartomeu (Vilablareix, 1978) indaga en Fórvid en el sentido de la audición, en la manera cómo se afecta cuando el peligro acecha y en cómo los sonidos pueden ser la puerta de entrada a mundos desconocidos.

“Los infrasonidos explicaban la existencia de mundos que no podían percibirse a simple vista, que tampoco se podían escuchar, pero que nos afectaban a todos. ¿Qué pasaría si pudiéramos oírlos? ¿Cómo nos sentiríamos al percibir nuevos sistemas sonoros?”

La sonoridad es un tema poco tratado en la literatura fantástica y Bartomeu nos sumerge de lleno en él creando una obra que nunca es lo que pensamos. La protagonista, Isis, hereda una finca en la zona de La Litera (comarca aragonesa situada en el este de la provincia de Huesca, en España) y todo parece indicar que se trata de una casa que está embrujada.

Desde el principio nota ruidos extraños, objetos que se mueven de lugar y, por historias que escucha, aprende que esos fenómenos han venido sucediendo desde hace bastante tiempo. Al investigar a fondo, se da cuenta de que lo que mora en su finca es algo diferente al típico espectro vengativo.

La autora traslada hábilmente a la página las sensaciones que podrían producir las notas de la música de una película de terror bien lograda en un espectador, causando el mismo efecto: inquietar profundamente.

Bartomeu es Doctora en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona. Su cuento Comando butxaca fue incluido en la antología Extraordinàries: Noves autores de l’insòlit (Males Herbes, 2020). Relatos suyos se encuentran en Arcana Sectarium (Apache, 2022), Tàndems Fantàstics (Spècula, 2023), Revista Freakcions #9 (2023) y Comando Buchaca (Transbordador, 2022). Fórvid fue ganadora del Premio 42 (otorgado por el Festival 42 de géneros fantásticos de Barcelona) a mejor obra fantástica en catalán 2022.

Portada de la novela Forvid, de Elena Bartomeu.
Portada de la novela Forvid, de Elena Bartomeu.

Hablamos con Elena Bartomeu

– ¿Cómo surge la idea para esta novela?

Fórvid empezó con una imagen de un campo de manzanos. Imaginé que las manzanas más rojas habían madurado bajo la influencia de corrientes musicales, como una especie de ríos de sonido, invisibles al ojo humano, que hacían que la fruta sacara lo mejor de sí misma. Con esa idea en la cabeza pensé: ¿qué tendría que ocurrir para que esto fuera posible?

Así empecé a orquestar la trama y los personajes de la novela hasta que se convirtieron en Fórvid, una forma de vida sonora adormecida entre los campos. Para poder escuchar a Fórvid inventé a Isis, la protagonista. Ella es una técnica de sonido que, por su formación y su sensibilidad, está preparada para percibirle. Pié, el temporero y Cisco, el agricultor, serán sus compañeros de batalla cuando Fórvid despierte y el caos llegue a La Litera.

– Fórvid parece encajar en el subgénero de historias sobre casas encantadas, pero luego se desvía y se adentra en un territorio nuevo y, quizás, inexplorado. ¿Fue necesaria la construcción de alguna estructura antes de empezar a escribir?

Cuando empecé a escribir tenía muchos elementos que integrar sobre el paisaje. Los campos eran el escenario de terror y se comportaban también como un personaje. Algunos de los elementos con los que juego vienen de subgéneros como el de casa encantada, que mencionas, y otros de un imaginario más amplio, más allá del género y de la literatura, cercano a la filosofía y al arte sonoro.

Por un tiempo me estuve documentando. Para escribir usé arcos de personajes, mapas de empatía, dibujé planos de la finca, planos de Fórvid, rutas de escape para Isis y Pié, y también preparé una escaleta. Me salté los andamios cuando fue necesario, pero en general hubo mucha estructura antes de empezar a escribir. Y durante la escritura también, porque los capítulos experimentales los inserté como una partitura de bajo cifrado.

– La periodista Karen Madrid dice en el prólogo que leer Fórvid es entrar en un experimento y advierte de sus consecuencias. ¿Fue la escritura de la novela también un experimento?

Hay diferentes experimentos en la novela, sí. Isis, Pié y Cisco son los personajes principales, y son como piezas perdidas de puzzles diferentes, pero encajan entre sí formando un nuevo dibujo. Quería testear si los individuos que no forman parte del mismo colectivo pueden desarrollar una identidad de territorio. Es algo que venía pensando desde que di clase de Diseño de la Identidad, y leyendo a Charles Taylor, Noam Chomsky y Jürgen Habermas se me ocurrió que siempre daban el colectivo por sentado.

En vez de escribir un ensayo cuestionando la relevancia del colectivo en la construcción del sentido de pertenencia me inventé unos individuos desarraigados y les puse bajo la influencia de un territorio vivo y cabreado.

Además, los párrafos que aparecen en cursiva en la novela son los que contienen la voz más experimental. Fue un proceso de prueba, error y mejora hasta que di con el tono y el tipo de información del territorio que debía compartir —y ocultar— al lector.

– “Los infrasonidos explicaban la existencia de mundos que no podían percibirse a simple vista”, se dice en un punto de la novela. Es una temática que me parece que no ha sido tratada lo suficiente en el género fantástico. ¿Es algo que obró en beneficio tuyo? Tener el espacio libre para crear…

Sí, me gusta desmarcarme del ocular centrismo de nuestra sociedad contemporánea, y eso siempre deja espacio libre para crear. El mundo es diferente cuando cierras los ojos. Intentar explicarlo a oscuras me parece mucho más interesante. El espacio sonoro está, en general, poco narrado, lo que permite que las personas lectoras se aproximen a la novela sin muchos arquetipos o prejuicios.

Eso permitió que cada uno pudiera leer Fórvid y concluir lo que quisiera: hay lectorxs que cuando terminan dicen “Isis está fatal de la cabeza, pobrecita”, mientras que otrxs afirman “Menudo monstruo prehistórico habita en La Litera”.

– Aun siendo una historia extraña y quizá compleja (para algunos), logra enganchar al lector y hacerlo continuar… ¿Cómo lo lograste?

¡Gracias! Creo que es principalmente por el ritmo narrativo, aunque también por los personajes y su permanente desencajar con el mundo. Por un lado, tenemos capítulos de unas dimensiones más o menos regulares, que en el nudo de la trama se reducen a la mitad, mejorando el avance rápido de la historia.

Cuando decides que la historia es demasiado compleja para ti ya no la puedes dejar. Porque han sucedido demasiadas cosas. Justamente en este momento los personajes empiezan a encajar, y eso compensa: todos los humanos deseamos encontrar nuestro lugar en el mundo.

– La atmósfera es muy importante en Forvid, así como la descripción del paisaje. ¿De cuáles autoras o autores aprendiste la relevancia de estos elementos en una narración?

Mis principales referentes son H. P. Lovecraft, Arthur Machen y Mariana Enríquez, con quienes he aprendido mucho de lo que puede hacer la creación de la atmósfera para contextualizar la acción. Pero de quien más he aprendido es de Ricard Ruiz Garzón, con quien me formé en sus clases de escritura. Con él aprendí de primera mano las técnicas narrativas y el oficio.

¿Con cuáles obras podríamos decir que esta novela dialoga, toma inspiración o se hermana?

Por el tema sensorial, esta novela se podría hermanar con El Perfume, de Patrik Süskind. Fórvid explora el sentido del oído desde la palabra, como Süskind hace con el olfato. Escribiendo con el foco en lo sonoro expando mis intereses sobre modos de comunicación no visual.

En publicaciones anteriores he trabajado con el sentido del tacto, tanto a nivel narrativo con Comando Buchaca, como a nivel académico, con publicaciones de divulgación científica sobre percepción háptica.

Fórvid la escribí después de publicar Comando Buchaca en una antología del fantástico titulada Extraordinàries (Males Herbes, 2019) que reúne cuentos de 15 autoras de géneros fantásticos en catalán. Formo parte de esta ola emergente de autoras que empezamos a publicar a finales de la década de 2020 y ahí seguimos, escribiéndonos y leyéndonos.

– ¿Sería acertado afirmar que hay algo de Folk horror en Forvid?

Totalmente acertado. Fórvid es una historia de vuelta a los orígenes, de neo ruralismo de frontera. Se ubica en La Litera, una comarca que linda entre Cataluña y Aragón, con sus conflictos territoriales y una pluralidad lingüística y cultural. La otredad y el miedo al desconocido impregnan las costumbres y los personajes.

Es también una novela que se expresa con la oralidad de los pueblos, las historias que se cuentan en los corrillos, donde es más importante lo que se oculta que lo que se dice, donde el boca-oreja produce los equívocos necesarios para que haya conflicto.

– ¿Qué implica que existan infrasonidos que no podamos percibir?

Implica que no estamos seguros. Nunca. Podrías tener un tigre detrás de ti, mientras lees esta entrevista. No escucharías cómo se acerca, porque no puedes percibir infrasonidos. Sería un “infratigre”, claro.

– La soledad y el silencio son temas importantes en la novela, ambos difíciles de lograr en nuestro mundo actual superpoblado y lleno de ruido. ¿Qué tanto tiene Isis de su creadora?

Yo, como Isis, adoro el silencio. También me gusta estar sola y estudié música de pequeña. Pero mi vida es una locura de ruido y socializar, y eso Isis no lo llevaría muy bien. También te digo que si me hubiera encontrado en la situación de Isis me habría largado enseguida de la torre Delosir, porque yo tengo siempre mucho miedo. Hay que estar loca para quedarse en esa casa con lo que está pasando ahí.

– Lo que está, digamos que, escondido en la historia, es algo que se intuye y se siente, pero nunca se muestra directamente, algo que puede gustar o disgustar a algunos lectores en igual medida. ¿Fue una decisión consciente evitar lo que hacía Lovecraft (por ejemplo), de mostrar el horror de frente?

En Fórvid quise explicar parte de la historia por contexto, desde la atmósfera, y no contarlo todo. Para mí era importante dejar que el lector imaginara parte de lo que estaba sucediendo, y llevarle así a la autosugestión. En algunas pruebas de escritura que hice descarté mostrar lo sonoro a través de metáforas, pues tienen una fuerte componente visual y no me permitían explorar los márgenes sónicos con todo su potencial.

Por otro lado, decidí mostrar en dos ocasiones a Fórvid, para que el lector pudiera anclar la experiencia auditiva en algo material y tangible. Lo traduje visualmente como un paisaje con pozos de cadáveres, como un mapa de muerte, que aparece en dos puntos de la novela.

– ¿Cuáles podrías decir que son las autoras y autores que más te han influenciado?

Me gusta la ficción especulativa y el terror, también el arte y el diseño. Las autoras que más me han influenciado literariamente son Caitlín R. Kiernan, Alice Munro y Ursula K. Le Guin. También Elia Barceló, H. P. Lovecraft y Kurt Vonnegut. Las diseñadoras y artistas que me inspiran son Superflux, Lucy McRae, Bompas & Parr, y Burton Nita.

– ¿Qué puedes contarnos sobre tus próximos proyectos?

Tengo algún proyecto, aunque tardaré en publicar, porque combino la escritura con el trabajo en la universidad y la crianza de mis dos niños. Es un libro de relatos de ciencia ficción, que mezcla el concepto de Internet de las Cosas (IoT) con el modelo ontológico orientado a objetos (OOO). En esta antología planteo que los objetos que nos rodean tienen empatía.