Escapadas de cine: 12 películas que te traen el verano a casa
Para comenzar, una advertencia al lector: esta no es una selección de películas veraniegas típicas de amores fugaces, fiestas de fin de curso, chicos guapos o chicas en bikini. Nada que ver. Tampoco encontraréis en esta selección gritos escapando de tiburones o cualquier otro depredador de dientes afilados. Esta es una selección de lo que consideramos son excelentes películas estivales, donde el verano es un protagonista más.
12 películas imprescindibles que capturan el espíritu del verano
Ayyyy, el verano… esa época en la que cuando éramos niños el tiempo se detenía y parecía una vida entera. La época estival es tiempo de días vibrantes y noches interminables, de vida relajada, bicicletas, chanclas de río y juegos hasta las tantas. También es la temporada de conocer a amigos que se convierten en eternos y de descubrir esos amores de verano. Todo son emociones y primeras experiencias, ya sea en la casa del pueblo o en las vacaciones en la costa.
Pero no podemos olvidar que el verano también es terreno abonado para hacer aflorar las pasiones más terrenales. Sol abrasador, ambiente pesado y sudor constante pueden convertirse en un cóctel molotov insoportable. Todo esto y más está presente en esta selección que también incluye algunas joyas del cine nacional junto a una selección internacional.
Lucía y el sexo (2001) de Julio Medem
Lucía y el sexo es una película que ha dejado una marca imborrable en el cine español. La trama se desarrolla en una isla idílica, donde la protagonista, Lucía, busca sanar sus heridas emocionales tras una traumática pérdida. La isla, con sus paisajes hipnóticos, sirve como refugio y lugar de descubrimiento personal y sexual.
La historia, contada a través de una narrativa no lineal, explora los límites entre la realidad y la ficción, el amor y el deseo, y la memoria y el olvido. Esta película de Julio Medem capta la intensidad de las emociones y la belleza de la vida, haciendo de esta película una experiencia sensorial única.
La Ciénaga (2001) de Lucrecia Martel
Esta película es una obra maestra que muestra sin tapujos la decadencia más absoluta de una ostentosa familia venida a menos. El sudor, el bochorno constante y la tristeza convertida en hábito son sensaciones que traspasan la pantalla. Todo transcurre en la maltrecha finca La Mandrágora durante un verano asfixiante que obliga a convivir a dos familias. La vida de los habitantes ocasionales de esta finca está tan estancada como el agua en la piscina de aguas verdes. Si estás preparado para pasar casi dos horas de verdadero verano desasosegante y desequilibrado, esta es tu película de verano.
Swimming Pool (2003) de François Ozon
En esta película, la trama principal también se desarrolla alrededor de una piscina, aunque poco o nada se parece a la de La Ciénaga de Martel. Aquí, todo está envuelto en un halo aspiracional envidiable. Es una historia de deseos ocultos, tentaciones, anhelo por la juventud perdida y despreocupación del que la posee; es la búsqueda de la inspiración y las musas de carne y hueso, pero sobre todo es una historia de intriga que nos hace cuestionarnos: ¿todo vale para crear una buena obra?
El tiempo de la felicidad (1997) de Manuel Iborra
Ibiza se convierte en el escenario perfecto para descubrir las primeras ilusiones y los sinsabores de los amores de verano, la explosión de la amistad más pura, el refuerzo de los lazos familiares y el descubrimiento de aquellas cosas que el invierno esconde pero que el verano revela bajo su luz implacable.
El tiempo de la felicidad nos muestra el verano de una atípica familia madrileña a comienzos de los setenta, con el movimiento hippy como telón de fondo. Un verano que cambiará la vida de esta familia para siempre. Inolvidable la interpretación de Pepón Nieto y, cómo no, de la inolvidable Verónica Forqué.
Cegados por el Sol / A Bigger Splash (2015) de Luca Guadagnino
Luca Guadagnino siempre es maravilla; de eso no hay duda. Este remake de La Piscina (J. Deray, 1969) presenta a una Dakota Johnson de miradas sugerentes, a una expresiva Tilda Swinton, a un enigmático Matthias Schoenaerts y a un brillante Ralph Fiennes. En este verano italiano se entremezclan el pasado, el presente y el futuro, y se intuyen fatales desenlaces. Ahí lo dejamos…
¿Quién puede matar a un niño? (1976) de Narciso Ibáñez Serrador
Los niños son adorables, sí, pero también pueden dar mucho miedo, sino que se lo pregunten a los personajes protagonistas (Tom y Evelyn) de esta película que no pierde calidad con los años. Basada en la novela El juego de los niños de Juan José Plans, en esta cinta, la luz cálida da más miedo que la casa más sombría y las miradas de los encantadores niños se convierten en la peor de las pesadillas.
Barrio (1988) de Fernando León de Aranoa
De lo idílico del sur de Francia retratado por Ozon al Madrid más marginal de finales de los noventa que muestra León de Aranoa en la inolvidable y premiada Barrio. Javi, Manu y Rai son tres amigos que lidian día a día con la vida que les ha tocado vivir por nacer en el barrio en el que lo han hecho. Un verano forzoso en el barrio, lejos del centro de la ciudad y por supuesto de los chiringuitos playeros, con el calor madrileño y la desidia de agosto muy presentes.
Días azules (2006) de Miguel Santesmases
Nada como el verano para poner una o varias vidas patas arriba. En concreto, las de estos tres hermanos en un verano inolvidable (para bien y para mal) en la costa gallega. Bares de copas (donde aún se podía fumar y con tarimas a tutiplén), amores de verano, visitas nocturnas al cementerio del pueblo, atardeceres en la playa y secretos que marcan de por vida. Un cóctel que convierte a esta película española en un buen ejemplo de buena peli de verano. La primera parte es algo lenta, pero a medida que avanzan los minutos, la cosa se pone interesante.
El rayo verde / Le rayon vert (1986) de Éric Rohmer
Dicen que antes de que se ponga el sol, con el último rayo del día, en ocasiones aparece en el horizonte una luz de un color verde vibrante. ¿La has visto? Yo no, pero se dice (se comenta) que aquellas personas que ven esa luz junto a su pareja descubrirán sus propios sentimientos y los de la persona que los acompaña. Al menos esa es la premisa con la que parte esta película francesa del maestro Éric Rohmer. Delphine, la protagonista de esta cinta pasará unas vacaciones de intensa búsqueda.
Estiu 1993 / Verano 1993 (2017) de Carla Simón
La directora catalana Carla Simó ha arrasó con esta película, su ópera prima. Estiu 1993 / Verano 1993 fue galardonada en la Berlinale (alzándose con los premios del público y de mejor ópera prima) y ganó también la Biznaga de Oro a la mejor película española en la pasada edición del Festival de Málaga, entre otros reconocimientos que suma alrededor del mundo.
Partiendo de una premisa dolorosa (cómo se enfrentan los niños a la muerte) y basada en una vivencia personal de la directora, estamos ante una película tierna, luminosa y emocionante.
Call me by your name (2017) de Luca Guadagnino
De nuevo el gran Luca Guadagnino nos trae una joya cinematográfica de verano. Call me by your name es un exquisito retrato del primer amor. Ambientada en el verano de 1983 en el norte de Italia, la historia sigue a Elio, un joven de 17 años, y a Oliver, un estudiante estadounidense que se aloja en la casa de la familia de Elio. A través de días soleados, paisajes impresionantes y una sutil narrativa, la película captura el despertar emocional y sexual de sus protagonistas. La cinematografía es tan cálida y evocadora como el mismo verano italiano, haciendo de esta película una obra maestra moderna.
Moonrise kingdom (2012) de Wes Anderson
Moonrise kingdom es una encantadora y estilizada historia sobre el primer amor entre dos preadolescentes que deciden fugarse juntos en una isla ficticia en Nueva Inglaterra durante el verano de 1965. Con su estilo visual característico, Wes Anderson crea un mundo vibrante lleno de colores saturados y composiciones simétricas. La película aborda temas de juventud, rebeldía y la búsqueda de identidad, todo ello envuelto en un humor peculiar y una ternura inigualable.
El verano, con su mezcla de calor abrasador y momentos de calma, ofrece un marco perfecto para historias inolvidables en el cine. Estas películas nos transportan a diversos escenarios y nos permiten vivir experiencias que van desde la nostalgia de la infancia hasta los complejos dramas de la vida adulta. A través de playas soleadas, piscinas tranquilas, viajes transformadores y noches mágicas, el cine nos ofrece una forma de revivir, explorar y entender el verano desde múltiples perspectivas.
¡Feliz cine de verano!