¿Es 2021 el año de los reestrenos de cine?
El sector cultural ha sido uno de los más afectados indirectamente por la ola del coronavirus. Quizá el cine haya sido uno de los más tocados, junto con los eventos y espectáculos como conciertos o representaciones teatrales. Sus salas se han vaciado irremediablemente. ¿Los reestrenos están siendo una buena solución?
Es curioso que se hayan cerrado cines y salas de teatro en los que no hay por qué quitarse la mascarilla, no hay movimientos durante el tiempo que tiene lugar el espectáculo o la proyección y es más fácil, y hasta cómodo, mantener la distancia de seguridad.
Los destrozos de la pandemia
Una de las consecuencias que ha tenido el cierre de salas, especialmente en el confinamiento, ha sido que muchos festivales y estrenos se hagan en plataformas online. Los grandes adalides de la producción audiovisual han visto más rentable estrenar directamente en sus espacios y dejar las salas de cine para más adelante o para nunca.
Incluso la recién llegada a España, Disney +, estrenó su adaptación de Mulán online, eso sí, previo pago de una pasta gansa para poder ver una película que, por otro lado, no es que tenga mucho de especial ni novedoso.
Una posible solución
La reacción ante esto ha sido, una vez se reabrieron los cines, reestrenar clásicos modernos, por llamarlo de alguna manera. Así, durante las últimas semanas del año y las primeras de 2021 se pudo ver en sala algunos reestrenos como el de Deseando amar (Wong Kar-wai, 2000), película hongkonesa de culto que, la verdad, merece la pena ver en pantalla grande.
Esto pasó aprovechando que la película cumplía 20 años en 2020. Lo mismo ha pasado con Crash (David Cronenberg, 1996), que este año cumple 25 años y ha podido verse a principios de 2021 en el cine de nuevo (eso sí, si eres andaluz y quieres verla tendrías que irte a Málaga porque las reposiciones son en muy pocas salas, en concreto de esta película solo en 48 de todo el país).
De momento parece que la iniciativa va teniendo éxito. Yo misma me acerqué al Cine Ideal en Madrid para ver la película del hongkonés y la sala estaba todo lo llena que podía estar con las malditas reducciones de aforo.
En las siete semanas en las que estuvo en pantalla, Deseando amar consiguió 230 000€ de recaudación y actualmente está en el puesto ocho en el ranking de película más taquillera de 2021.
Una buena iniciativa que no saca del hoyo a las salas
Resulta una idea que creo efectiva, por una parte, pero por otra quizá no tanto. En un primer estadio pensé que la iniciativa molaba y es guay poder revisitar clásicos del cine que algunos no hemos tenido la oportunidad de ver en pantalla grande (por una cuestión logística de ser bebés o directamente no haber nacido aún en la fecha de estreno).
No obstante, también es cierto que el tipo de audiencia que tienen estos reestrenos es normalmente de personas muy aficionadas al cine, que les gustan las películas que van más allá o directamente profesionales del sector audiovisual o cultural. Es decir, es probable que al espectador medio le dé igual ver a Wong Kar-wai en pantalla grande o pequeña o, directamente, no verlo.
La supervivencia de las salas
La situación es realmente penosa y varios artículos de finales de año se hacían la pregunta de si las salas de cine sobrevivirían a 2021. Lo cierto es que esto sigue siendo una incógnita. La situación debe mejorar mucho, tanto en la reapertura de salas que se encuentran cerradas por restricciones, como en el estreno de las películas que estaba previsto estrenar. Esto último, que se cancelen estrenos, ha acabado de poner en la estocada a las salas de cine.
Con el ambiente general de crisis, a la gente le da mal rollo meterse en un espacio cerrado y sin ventilación, tanto más si lo que ofrece la cartelera no es lo suficientemente jugoso. Ojalá los reestrenos hicieran su magia, pero me temo que como lo que se reestrene no sea algo parecido a Harry Potter, va a ser complicado que la medida surta efecto real.