Entrevista a Rozalén: alma, corazón y luz
Érase una vez una niña tocada por el don de la música. Se llamaba María. Nació en un pequeño y bonito pueblo manchego de la Sierra del Segura. Allí, rodeada de montañas, con un sol de justicia en verano y un frío implacable en invierno, aprendió a amar y a disfrutar de la música. Primero entonaba las canciones que aprendía de su madre y su abuela. Me las imagino canturreando en una cocina con olor a pisto manchego…
Y hablando de pisto, su hambre insaciable por conocer y explorar diferentes registros y géneros musicales llevó a la pequeña María a escuchar a todo tipo de artistas. Por sus pequeños y curiosos oídos pasó desde el folclore de su tierra hasta las bandas nacionales e internacionales más dispares. También muchos cantautores y cantautoras hicieron mella en el gusto musical de esta niña albaceteña. Una niña, la pequeña María, que hoy es una gran mujer que llena estadios y salas de conciertos cantando con el corazón, erizando la piel y pellizcándonos el alma.
María Rozalén es una cantante única que ha demostrado que el esfuerzo tiene recompensa. Porque el éxito de Rozalén no es fruto de la casualidad o de la suerte, es el resultado de mucho trabajo y talento a raudales. De hecho, María siempre está currando, investigando y reinventándose. Su brillante carrera es la respuesta a dejarse la piel componiendo, cantando y dando espectaculares directos aquí y allá.
Rozalén, amor por la música y la vida
La cantautora y compositora cuenta con dos discos de platino, uno de oro y numerosos premios, entre ellos el reciente Goya a Mejor Canción Original por Que no, que no de la película La boda de Rosa de Icíar Bollaín.
Hace pocos meses lanzó su cuarto álbum, El árbol y el bosque, y hace unas semanas cogió carretera y manta para reencontrarse con su público en una gira con la que recorrerá todo el país.
También tiene en mente diversos proyectos, de los que no suelta prenda, entre ellos (se dice, se comenta…) uno que le llevará a trabajar de nuevo junto al malagueño Antonio Banderas. Pero, eso ya os lo contaremos más adelante…
Rozalén es un torbellino de energía que, como ella misma dice, lo mismo te canta un rap, que una copla, que agarra una bandurria. La artista hace un pequeño alto en su gira y nos atiende para traernos esta inspiradora entrevista.
Hablamos con Rozalén
– Hola María ¿Qué tal estás? ¿Cómo te encuentras?
Bueno, gracias por preguntar (risas). Me encuentro muy bien; ahora mismo preparando el concierto de mañana. Tenía muchas ganas de tener esa sensación que me da cantar en directo. Cantar me pone feliz.
– ¿Estás en un momento de pausa, de mimarte a ti misma, o sigues sin parar de aquí para allá?
(Risas) Pues mira, estoy sin parar de aquí para allá, pero hoy también me estoy mimando. Creo que siempre puedes buscar un espacio para mimarte dentro del caos, ¿no? Así sería todo más fácil…
Me gusta cantar las grandes canciones que se han hecho de corazón. Me gusta cantar de tó.
Rozalén.
– Ha sido un año difícil, pero tu último disco El Árbol y el Bosque te está dando muchas alegrías. ¿Qué nos has querido transmitir con este cuarto trabajo?
Después de lo que pasó con el anterior disco, que hablaba de mi raíz, de mis ancestros y familia, de historias mías y que fue un poco constelación familiar… ahora me tocaba ponerme frente al espejo. Este es un disco muy terapéutico, es un viaje interior, tiene también una mirada social, pero desde el ‘yo’. Hay mucha auto-terapia, de cuidar el arbolito que cada uno llevamos encima para que el bosque entero esté más sano.
– Mientras escuchamos las canciones de este álbum sentimos ese bosque, esa colectividad que resulta tan beneficiosa para sentirnos arropados. ¿Qué es lo que más te ha marcado durante los últimos meses? ¿Dónde has encontrado ese bosque tan necesario?
Necesitaba pararme un poquito más y reflexionar. Entonces, cuando uno para y piensa, se da cuenta de las cosas que tiene que mejorar y de las que tiene bien en la vida. Te da tiempo a valorar, a pensar en el futuro, a volverte más existencialista, a echar de menos a tu familia. Yo creo que es lo que nos ha pasado a todos. El valorar al cuidador, al que te mima, a pensar cuáles son las prioridades en la vida…Yo, por ejemplo, me he aferrado mucho, sobre todo cuando he estado sola, a la cultura, a los discos que escuchaba antes o a los libros que tenía pendientes…
– Beatriz Romero, intérprete de lengua de signos, es ya una parte indispensable de tus conciertos y actuaciones. Te confieso que me encantaría aprender. ¿Cómo llevas el aprendizaje de esta lengua?
También me encantaría aprenderla y tengo pendiente hacer algún curso de iniciación porque la lengua de signos es muy difícil. Voy aprendiendo cositas que me va enseñando Bea poco a poco, o las personas sordas con las que tenemos relación, pero como lo básico que se aprende en cualquier lengua al principio. Pues eso, hola, como estás, gracias, mi nombre… eso, lo muy básico, pero sí, tengo pendiente aprenderla.
– Uno de los temas que más me han gustado de El Árbol y el Bosque ha sido tu versión de La maza. ¿Por qué has decidido que este era el mejor momento para versionar este tema?
Yo versionaría todas las canciones de Silvio (risas) con todo el respeto que merece, porque es uno de los grandísimos. Pero en el caso de La maza y la cantera tenía mucho que ver con el disco, el individuo y lo colectivo, qué se debe a qué… Y además fueron muchas casualidades antes de grabar la versión (porque estaba entre varias canciones). Yo creo en las señales y me llegó la versión por Mercedes Sosa varias veces por diferentes personas. Así que creo que esta vez la canción me eligió a mí.
– ¿Qué otros temas te apetecen versionar?
Bueno, ya habéis visto que me gusta versionar de todo (risas). De repente te hago una de Kase.O, que te canto una copla, La Zarzamora o Ahí Dolores de Reincidentes… Me gusta cantar las grandes canciones que se han hecho de corazón. Me gusta cantar de tó.
Si uno está observando una injusticia y se está callando, está siendo un poco partícipe de ella.
Rozalén.
– Entre otras cosas, en tu nuevo disco se pone el foco en los problemas migratorios, pero también en la pasividad del observador ¿De qué forma crees que podemos remar a favor?
Claro, te refieres a la frase: “no solo mata el que asesina, también arrebata la vida quien deja morir”. Sí, precisamente es eso, que parece que cuando no te toca el problema de cerca no existe o cambias el canal de la tele sin problema. Para otras cosas o para otro tipo de problemas que sí que nos afectan más de cerca pronto sale uno a la calle a manifestarse. No quiero culpar, pero sí quiero hacer pensar: si uno está observando una injusticia y se está callando, está siendo un poco partícipe de ella.
– ¿Quiénes son tus principales referentes musicales? ¿Cuáles son esas voces que nunca podrías dejar de escuchar?
Soy súper melómana; escucho muchísima música de todos los tiempos. Ahora estoy escuchando mucho folclore, canciones que tocaba con la bandurria de niña, canciones que han cantado siempre nuestros abuelos… copla, los cantautores, los míticos y los actuales como Drexler, Silvia Pérez Cruz que es súper inspiradora, Zahara… los raperos también me flipan, por ejemplo, a Kase.O lo escucho muchísimo y sus mensajes me influyen mucho. Estoy muy pendiente de lo que va saliendo, no dejo de escuchar música y de conocer cosas nuevas.
– ¿Cómo describirías la evolución musical que has tenido desde tu primer tema hasta este último disco?
Creo que tanto yo como mi equipo entero, que está feo que yo lo diga, somos muy currantes. Intentamos mejorar cada día en las letras y melodías. Escucho ahora cosas de mi primer disco y me echo las manos a la cabeza, con razón… Hay estructuras que están mal hechas, pero, claro, yo era muy chica…
En las producciones he aprendido mucho más porque me he rodeado de gente que trabaja muy bien, tengo más claro lo que quiero, me gusta jugar y dar pasos hacia adelante… por eso en este disco me atrevo a cantar un funky, una canción disco, un son cubano… Hay mucho eclecticismo y creo que vamos dando pasos hacia adelante en cuanto a calidad y espero que también en las letras. Me las miro mucho más, intento ser más poética o medir más los versos. Bueno, pues eso, poco a poco…(risas).
– En El Árbol y el Bosque has colaborado con Mon Laferte y más recientemente en el single Extraños junto a Esteman, ¿qué nuevas colaboraciones tienes en mente?
Bueno, por ahora, como estamos con la gira… Eso sí, no paran de llegarme peticiones. Algunas me las dejan hacer y la mayoría me las tienen bloqueadas y con razón (risas). De todas formas, hay colaboraciones que van a salir, que ya están grabadas y las iréis viendo. Te puedo decir que tienen mucho que ver con el folclore.
– Por último ¿Adónde te llevarán tus próximos proyectos? ¿Algo con sabor malagueño (guiño, guiño)?
(risas) ¡Ay! Pues ojalá, hacerme una gira con el Kanka, por ejemplo (risas). No tengo ni idea, tengo muchas cosas en la cabeza que me gustaría hacer en el futuro. Ahora acabamos de empezar la gira y lo que quiero es que salga bien. Luego ya empezaré a pensar qué hago en el futuro.
Ahora estoy centrada en la gira. Llevamos pocos conciertos y el primer día en Málaga, durante la prueba de sonido, estábamos todos riendo y llorando sin parar. No podíamos creer que algo que habíamos deseado tanto tiempo por fin fuera real. Así que, estoy feliz de poder cantar.
Cuestionario furioso de Rozalén
Película favorita/recomendada: Una de mis películas a favoritas es La vida es bella. En cuanto a pelis españolas, me encantan Noviembre o Princesas.
Serie favorita/recomendada: Los Simpson me encantan y La Casa de Papel también me enganchó mucho. De las más recientes, Gambito de Dama.
Libro favorito/recomendado: de mis favoritos, Historias de cronopios y de famas de Cortázar o Mujeres de Eduardo Galeano.
Cómic favorito/recomendado: Aquí hay muchos, me encantan los cómics. De pequeña tenía obsesión por Asterix y Obelix, me los leí todos.
Cantante, grupo o músico favorito: es imposible…, me gustan muchísimos (risas). A ver, Queen es de mis favoritos, ahora me gusta mucho Rodrigo Cuevas. También Chavela Vargas…
Artista plástico favorito: Ángeles Santos. La he redescubierto hace poco y me fascina.