Entrevista a Daniel Minimalia: El Latin Grammy a un sueño
Daniel Minimalia ha sido el primer músico gallego en ganar un Latin Grammy. En sus comienzos lo apodaron el Mike Oldfield español, pero disco tras disco ha demostrado que ese apodo no le hacía justicia.
Daniel, tuvo el sueño de dedicarse a la música y el impulso y valentía de lanzarse a por él. Dejó su trabajo de administrativo y lo apostó todo a una carta. A su primer disco. Comenzó a salir a hacer conciertos, aquí y en América. Se dio a conocer y la recepción de su música fue genial.
A cada disco le dejaba una impronta más personal, más Minimalia.
Consiguió ganar Hollywood Music Awards y estar nominado a los Latin Grammy. Este año lo ha ganado con su disco, Terra, el que se prevé como primero de muchos. Ha sido la confirmación en forma de trofeo de que su sueño se hizo realidad.
El primer pedazo de Grammy lo gané en diciembre de 2011, cuando le envié el mail a mi jefe y le dije que no iba a volver a trabajar allí.
Daniel Minimalia
Hablamos con Daniel Minimalia
– Hola, Daniel, ¿Dónde estudiaste música?
No estudié música. Estudié ADE y he estado trabajando de administrativo en un concesionario de coches pero eso lo dejé hace nueve años.
Con la música he sido autodidacta. Empecé a tocar la guitarra con 13 años. El primer impacto musical lo tuve con Rock and Ríos en el 82. Me cayó la cinta con ocho o nueve años, imagino que era de mi padre, y me encantó. Me acuerdo de temas como Banzai o Reina de la noche, los escuchaba y creaban en mí sensaciones que desconocía hasta ese momento.
Siempre he sido un poco tímido, me ha costado mucho hablar, así que siempre tuve claro que desarrollaría mi vena artística. No sabía si sería la pintura, la escritura… pero a partir de escuchar esa cinta y después a los 13 comenzar con la guitarra, tuve claro que la vena artística la desarrollaría con la música.
– ¿Cuál es la música que te gusta? ¿Quiénes fueron tus referentes?
Para eso me vuelvo a ir a los momentos de la adolescencia, porque ahora te podría decir muchísimos guitarristas, instrumentistas o grupos. Me gusta ir a los que me despertaron esa curiosidad por la música. Me encantaba el rock de los 70, Deep Purple, Led Zeppelin, Pink Floyd, Thin Lizzy… En español era muy fan de Los Héroes del Silencio, aunque en aquellos años ya estaban separados, es la frustración que siempre he tenido, en aquella época o estaban muertos o estaban separados (risas). Es la espinita que tengo clavada, no haber podido disfrutar en un concierto de mis referentes de entonces.
Lo curioso es que nunca escuché música instrumental, no era fan de la música instrumental. Nunca pensé que me dedicaría a hacer música instrumental.
En 2007 había perdido a mis abuelos. Entonces, hice mi primer tema instrumental que se llamaba Al decir adiós. Fue tal la sensación, que me di cuenta de que había encontrado mi sitio en la música instrumental. Antes de eso había estado en diferentes grupos de heavy, rock o música tradicional gallega.
A partir de ahí empecé a escuchar otras músicas: Kepa Junquera, Jean-Michel Jarre o Mike Oldfield.
A esa primera canción le acompañaron otras. Estaba muy desencantado de los grupos y las hacía para mí. Cuando me di cuenta tenía 12 canciones. Decidí dejar mi trabajo, sacar el disco, taparme los ojos y hasta hoy. Bendita ignorancia.
– ¿Qué tienen de diferente tus discos, Terra, Cuentos sonoros, Arenas de luna y Origen? ¿Tienen algún un hilo conductor?
Lo que tienen en común los cuatro discos son las melodías. Soy muy melódico, trato de transmitir a través de melodías, de guitarras cantadas por así decirlo.
Una diferencia que encuentro mucho del primer disco hasta este último es que yo trabajaba mucho con sintetizadores, muchos juguetitos como decimos en el gremio. De ahí tuvo que venir lo del Mike Oldfield español.
Después fui encontrando mi personalidad haciendo fusión y siendo mucho más orgánico. De hecho, en este último disco, no hay nada hecho con sintetizador. Hay algo de flamenco por ahí, algo de clásico, en temas como Babel o Ave Fénix encontramos algo más guitarrero o psicotrópico de los 70.
Algo que nunca me ha gustado de los discos es escuchar una canción y tener la sensación de que ya has escuchado todo el disco. Me gusta ser heterogéneo en mis discos.
– Estuviste nominado a los Latin Grammy por Origen y ahora con Terra te lo llevas ¿Qué supone ganar un Latin Grammy?
Vamos a empezar por el lado emocional, al final los músicos nos movemos más por emociones que por cuentas corrientes (risas).
El Grammy lo ha recibido Terra, pero el primer pedazo de Grammy lo gané en diciembre de 2011, cuando le envié el mail a mi jefe y le dije que no iba a volver a trabajar allí.
Cuando hice el primer disco, no me quedé en casa, salí a hacer conciertos y en California pude llegar al público latino y anglosajón que es el que yo trabajo.
A nivel latino notaba como otros músicos, mexicanos, venezolanos, colombianos, me empezaban a conocer más y a respetar. Al no cumplir el cliché de un guitarrista español tocando flamenco, les pudo parecer interesante mi fusión o los rasgos de folk celta de mi música. Así que, el Grammy Latino gusta porque se ha votado por colegas músicos de media parte del mundo y valoro mucho el reconocimiento de los compañeros.
Por otro lado, sí que es cierto que ahora todo el mundo me llama, “soy muy bueno, soy muy guapo” esas cosas. Entonces, en 2021 sí que voy a tener más oportunidades de hacer conciertos, de ampliar la gira, que al final es lo que uno quiere, ejercer su profesión de la forma más cómoda posible. Ese es el mayor premio.
– ¿Cómo llevas que siempre se te compare con Oldfield?
Le doy la importancia justa. Eso vino sobre todo por el primer disco, Cuentos sonoros, hay un par de temas, Páramos lejanos o Akainik que se pueden parecer más a la música de Oldfield sobre todo la de Tubular Bells.
Estaba haciendo conciertos y la prensa, al haber falta de referentes en la música instrumental en ese momento, sacó ese apodo. Al comienzo me vino bien para que la gente me situase, pero siempre me he intentado alejar de él.
– Hiciste la BSO del documental Pelerinaxes (2016). ¿Te has planteado hacer bandas sonoras?
Me gustaría, pero tuve un par de experiencias que no me gustaron nada. No me dejaban mucha libertad. Te ponían como referencia otras músicas que ellos habían oído en bibliotecas, entonces al final tenías que cerrarte más a esas músicas que a otra cosa. Era hacer un sucedáneo de lo que ellos te habían mandado. En Pelerinaxes bien, pero luego en otros dos…
Me gustaría hacer algo para cine, pero tampoco me gustaría centrarme en eso. Como vengo de tocar en grupos por cerveza en los bares, lo primero, aunque sea música instrumental, es tocar. Lo primero son los conciertos.
– Nuevos proyectos ¿Qué nos puedes contar?
Tengo que pensar bien en él, pero mi objetivo es que, en 2021, para finales de otoño, pueda presentar un nuevo disco. Aún no me he puesto a hacer las demos, espero a Navidades que serán un poco raras, pero si hay que encerrase, yo encantado (risas).
– ¿Te quedan sueños en la música por cumplir?
Me gustaría ser cada vez más conocido. Eso querría decir que mi profesión la podría hacer con más comodidad.
Cuestionario furioso de Daniel Minimalia
Película favorita: La vida es bella (1997) de Roberto Benigni.
Serie favorita: Los Simpsons.
Libro favorito: Tu libro interior de Natalia Sanchidrián.
Cómic favorito: Mortadelo y Filemón.
Cantante, grupo o músico favorito: Zaz.
Artista plástico favorito: Rafael Cachaldora.
Miedo tecnológico: Desactualizarme, que me cuesta mucho estar actualizado (risas).