‘Encanto’: ganadora a mejor película de animación en los Oscars 2022
La película de Disney Encanto, estrenada en 2021, ha sido la ganadora del galardón a Mejor Película de Animación. Categoría que muchas veces es infravalorada, pero que tiene una gran influencia a nivel social y cultural. Las películas infantiles tienen un papel esencial en la creación del colectivo imaginario de la infancia. Personas en proceso de crecimiento y establecimiento de identidades. De ahí la importancia de abordar películas como Encanto.
Los directores y directora Jared Bush, Byron Howard y Charise Castro Smith llevaron al cine Encanto. La historia de la familia Madrigal, ubicada en Colombia. Disney ya había abordado otras culturas y sociedades como la mexicana con la aclamada Coco (Lee Unkrich y Adrián Molina, 2017).
Con Raya y el último dragón (Don Hall, Carlos López Estrada, Paul Briggs, John Ripa, 2021) se esbozó la cultura oriental. Esta última, con una perspectiva de género exquisita, también estaba nominada a Mejor Película de Animación en la última gala de los Oscars. Del mismo, con otra de las nominadas Luca (Enrico Casarosa, 2021), se aborda la cultura italiana y la diversidad de identidades desde una perspectiva peculiar.
En Los Mitchell contra las máquinas (Michael Rianda, Jeff Rowe,2021) se esboza una familia imperfecta que debe enfrentarse a un apocalipsis robótico. Una reflexión interesante sobre la incursión de las tecnologías en las esferas privadas y su influencia en el fortalecimiento o ruptura de las relaciones interpersonales.
Es destacable también la nominación de la película Flee (Jonas Poher Rasmussen, 2021). Filme para público adulto, que visibiliza esa categoría tan oculta tras el cine infantil, pensado como exclusivo dentro del cine de animación.
Encanto, la diversidad de identidades y la transgresión de los roles de género
En la película ganadora, se observa la evolución de Disney en su representación de personajes. Una gran variedad de identidades, todas en intersección con la cultura y sociedad colombiana. La protagonista, Mirabel, encarna la figura de alguien queer. En el sentido de ser aquella persona de la familia y la sociedad que se sale de lo establecido. Aquella persona “rara” que no es como las demás.
Todos los miembros de su familia tienen un poder que les ha sido otorgado. Mirabel, es la única que no posee ninguno. Con esta premisa, se establece esa idea principal de tener una serie de rasgos que se salen de lo normativo, y ser excluida o invisibilizada por ello. Junto a ella, hay tres personajes claves en el aumento del espectro identitario. En primer lugar, Luisa Madrigal. La hermana mayor de Mirabel que tiene el poder de la fuerza. El hecho de ser la mujer la que tiene la mayor fuerza física es una transgresión de los roles de género establecidos. Además, a esto se le añade la apariencia. Donde la mujer está representada una gran musculatura y un cuerpo grande, saliéndose así también de los cánones de belleza.
Otra de las hermanas esenciales para el abordaje de la perspectiva de género es Isabela Madrigal. A través de ella, se dibujan los rasgos de feminidad más estereotípicos. Asociados a la figura de la mujer como construcción social. Con estas representaciones, y su evolución a lo largo de la trama, se subvierten los roles de género. Siendo este aspecto especialmente relevante para el público al que va dirigido el producto. Un público infantil o joven que vive rodeado de estereotipos e imágenes cargadas de connotaciones negativas. Y que, al mismo tiempo, está conformando todavía su identidad.
En este sentido, otro de los personajes más destacados es Antonio Madrigal. El cual fue protagonista de un mensaje esperanzador y viral en redes. Un niño de la audiencia se vio finalmente representado en una película Disney. Un niño negro con el pelo rizado. Esta aportación de representaciones y la visibilidad de ciertos colectivos ayuda a la identificación de la audiencia y la reafirmación de identidades que son oprimidas.
Las mujeres en la animación y la representación de las emociones
El personaje de Pepa Madrigal es especialmente interesante. Una mujer cuyo poder es el control de la meteorología a través de sus emociones. La vinculación de las mujeres con las emociones ha sido algo común a lo largo de la historia. En el dualismo de racionalidad e irracionalidad, la racionalidad se ha asociado con lo correcto y lo irracional con lo incorrecto. Del mismo modo, las mujeres se han categorizado como aquellas que son más emocionales, mientras los hombres han sido los más racionales. Con esta representación, se da valor a las emociones de las mujeres desde otra perspectiva. Con la posibilidad y poder de crear, y no solo destruir.
En este sentido, la película de Pixar Del revés (Pete Docter, Ronaldo Del Carmen, 2015) es un perfecto ejemplo de ello. Ganadora también del premio a Mejor Película de Animación en los Oscars. Con esta obra audiovisual, se reflexionaba sobre la importancia de las emociones en la adolescencia. En la aceptación de ciertas emociones que han sido categorizadas como negativas a lo largo de la historia. Pero que son necesarias para poder evolucionar y madurar como persona.
Más recientemente, el filme de Pixar Red (Domee Shi, 2022) ha construido una representación peculiar, y controvertida a la vez.
Red: una película transgresora, con un subtexto controvertido [contiene Spoilers]
En la última película de Pixar es Mei Lee la protagonista. Una niña china de 13 años muy segura de sí misma. Obediente y que saca buenas notas. Sin embargo, tiene una madre muy sobreprotectora. El padre, está, pero como si no estuviera. Ya esta primera representación es bastante estereotípica. El papel de la madre que protege demasiado a su hija, con un tono de voz estridente y poco soportable. Junto al padre que se sienta al lado de ella y asiente con la cabeza. Pero, sorpresa – nótese la ironía -, al final es el padre el que pone solución a la situación. Algo que ya se ha visto también en películas para público adulto como The Fallout (Megan Park, 2021). En este sentido, la representación de la familia ya es bastante heteronormativa y patriarcal.
Si se pone el foco en Mei Lee, se encuentra una moneda con dos caras. Por un lado, hay una mención a la menstruación que es necesaria reseñar y aclamar. A lo largo de la historia la menstruación ha sido un tema tabú. En series como Podría destruirte (HBO, 2020), esto se aborda de forma brutal y transgresora. En Red, es especialmente relevante el hecho de ser una película para público infantil y adolescente. Sin embargo, todo ello se vincula con algo muy estereotípico, como es la exaltación de las emociones.
Volviendo a la trama central y en directa relación con ello, Mei Lee se convierte en un panda rojo cuando sus emociones sobrepasan el umbral aceptado. Y el objetivo del filme es eliminar esa parte animal de ella, porque no es correcto que sea así. Si bien es cierto que finalmente ella decide mantener esa parte animal, no deja de ser la única que se sitúa en dicho lugar. Provocando controversia con su decisión y debiendo tener especial cuidado en el control de sus emociones.
Por otro lado, la figura de la madre es muy controvertida. Una mujer que nunca ha conseguido controlar sus emociones e instinto más animal, provocando un destino negativo para ella y quienes le rodean. Finalmente, además, es bastante llamativo como las amigas y ella son las cuatro heterosexuales, y están locamente enamoradas de los cantantes de un grupo de música. Siendo este el principal motivo que hace avanzar la trama.
En general, es positivo que la protagonista decida mantener esa parte más animal para poder madurar. Sin embargo, hay que tener especial cuidado con las representaciones que la rodean y conforman un subtexto más controvertido. Una película con luces y sombras, que debe ser visionada con el público infantil para poder ayudarles a verla con un pensamiento crítico. El cine y series infantiles tienen la particularidad de influir en el crecimiento de personas que en un futuro perpetuarán o no, los roles de género normativos establecidos. Es por ello por lo que las representaciones más diversas y su visibilidad en galas mainstream como los Oscars, se presentan como algo imprescindible para tener en cuenta.