‘Pesadillas’: la terrorífica serie que tienes que ver este Halloween
“Temblad, muchachos… ¡temblad! ¡Qué miedo vais a pasar!” Así arrancaba Pesadillas, una de las series de televisión más características de finales de los 90. En España, la ficción podía verse en Antena 3, enmarcada dentro de aquel característico programa que era El club Megatrix. Ahora, 20 años más tarde, algunos de sus capítulos están disponibles en Netflix y no se nos ocurre nada mejor para acompañar este Halloween atípico.
Pesadillas (o Goosebumps, en su título original) era una adaptación de los libros de terror infantiles de Robert Lawrence Stine. Cada capítulo de la serie es autoconclusivo y, en algunos de ellos, el propio Robert aparecía introduciendo la historia de ese día. En total se emitieron unos 74 de entre media y una hora de duración cada uno.
No obstante, si algo de Pesadillas ha perdurado en la mente de todos aquellos niños que, a principios de los 2000, se sentaban las mañanas de sábado a ver El club Megatrix, es la cabecera. Esa musiquilla perfectamente reconocible y ese perro de ojos verdes que asustaba a pequeños y no tan pequeños han quedado en el recuerdo de muchos.
Desde hace ya un tiempo, tanto la primera temporada de la serie, como dos de las películas, pueden verse dentro del catálogo de Netflix. Si una cosa hace bien este servicio de streaming, además de ofrecer contenido infinito de todo tipo, es sorprender de vez en cuando con el rescate de ficciones que parecían olvidadas en la mente de la mayoría.
Pesadillas: ¿Sigue dando el mismo miedo?
Quizá muchos no lo sientan así, ya que han pasado unos 20 años desde que éramos unos niños arremolinados en torno a la tele y protegiéndose de la pantalla con un cojín. Se presupone un nivel de control y de raciocinio en los adultos y esto hace que el miedo a lo paranormal vaya desapareciendo con el paso de los años, de manera general.
Algo con lo que hay que ser benevolente es que la producción audiovisual ha avanzado de tal manera que los efectos visuales que presenta la serie son bastante flojos vistos hoy. Obviando esto, analicemos los dos primeros capítulos.
Terror en la biblioteca
Es el primero que se puede ver en Netflix. Lucy es una niña obsesionada con los monstruos y que lee compulsivamente libros donde estos son los protagonistas o el argumento principal.
Uno de tantos días en los que Lucy va a la biblioteca a por un libro descubre que el bibliotecario, Mortman, es un monstruo que come insectos. Se lo dice a su familia y amigos, pero, como siempre está diciendo que hay monstruos en todos lados, nadie la cree.
El capítulo se resuelve rápidamente con un giro de guion sorprendente, los padres de Lucy invitan a Mortman a cenar y ellos mismo se descubren como monstruos y se lo comen.
Lo mejor de esta historia es un pequeño diálogo entre el padre y la hija:
-Esperaba que la cosa de los monstruos fuera solo una fase por la que estás pasando.
-La vida es una fase por la que estoy pasando.
Sin duda, Lucy sabe de qué va la movida de vivir, aunque nunca se le vaya a pasar la fase de los monstruos porque ella misma es uno.
Hay algo vivo
El segundo capítulo, Hay algo vivo, narra la historia de una familia que se ha mudado a una nueva casa en la que, la hermana mayor, encuentra una esponja asesina. Esta idea, ridícula pensada hoy en día, provoca más risa que miedo.
El ambiente del capítulo sigue siendo de terror y misterio y, esto es seguro, a cualquier niño le daría escalofríos esta terrible esponja que se alimenta del odio para crear el mal, y que tiene dientes afilados (LOL).
Otros ingredientes propios del género están presentes en estas dos primeras entregas. Escenas oscuras, una enciclopedia de lo raro y escenarios como un instituto por la noche o una biblioteca situada en un edificio antiguo, algo bastante aterrador para los más jóvenes, aunque sea de día.
Un buen plan este Halloween para revisitar la infancia y elegir si asustarse o echarse unas risas.