El poder finlandés ha vuelto, Nightwish presenta ‘Human :II: Nature’
Humano y naturaleza, una relación inquebrantable que siempre ha sido motivo de estudio de las grandes mentes, una relación que genera cuestionamientos, una relación que inspira a las grandes mentes como la de Tuomas Holopainen, cerebro detrás de Nightwish.
En este nuevo disco, la banda finlandesa ha querido dar una mirada más profunda a esa relación y a como nuestra especie ha ido deteriorando y como nos hemos ido adueñando de algo que no nos pertenece.
Con dos partes bien definidas, la primera dedicada al humano como concepto, Human tiene por nombre una parte con nueve temas espectaculares que sin duda alguna nos hacen saber que se trata de un disco de Nightwish.
Temas como Noise, que ya habíamos tenido el privilegio de escuchar o Shoemaker, un tema que nos muestra el lado más cinematográfico de la banda y en el que podemos disfrutar del maravilloso y versátil registro vocal de Floor Jansen, la vocalista actual de la banda.
También podemos encontrar temas como el segundo sencillo promocional: Harvest que tiene una línea más celta, lo que hace que se salga un poco de lo que estamos habituados a escuchar de la banda.
Nightwish: Nature marca la diferencia
Sin embargo, esta primera parte es bastante reconocible, lo que deja un sabor amargo a aquellos que esperaban más luego de 5 años de silencio, pero la verdadera sorpresa llega en la segunda parte del álbum: Nature.
En esta parte, totalmente orquestal (no hay guitarras, ni baterías), Holopainen y su banda nos hacen sentir la paz que le estamos robando a la naturaleza, una canción dividida en 8 cortes que nos llevan a otro mundo.
Una parte pensada totalmente para liberar tu mente y sumergirte en un viaje entre la teatralidad de la orquesta y la belleza de la naturaleza, con melodías bien construidas e instrumentos bien ejecutados, es fácil perder la noción del tiempo mientras lo escuchamos.
En definitiva, un disco cuya primera parte es formidable, pero que es superada por una segunda parte sublime. Es cierto que viniendo de NigthWish, quizá esperábamos algo más apoteósico, pero este disco doble deja un buen sabor de boca a todos los fanáticos del metal sinfónico.