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El fantasma y la señora Muir ¿Un amor imposible?

Delicada y bella podrían ser dos de los adjetivos que mejor describan esta novela, pero El fantasma y la señora Muir, es mucho más que eso.

La novela, editada por Impedimenta en noviembre del año pasado, narra el fantástico viaje de una mujer por sus deseos más ocultos. Nos muestra las vicisitudes por las que pasará, en la sociedad de mediados del siglo XX, por ser una mujer moderna, autónoma y con un secreto que no puede contar.

El fantasma y la señora Muir fue la novela más exitosa de R. A. Dick. En 1947, el director Joseph L. Mankiewicz, la adaptó con éxito en una excelente película. En la década de los 60 se adaptó para televisión siendo galardonada en los premios Emmy.

Tráiler de la adaptación del maestro Mankiewicz.

De qué va El fantasma y la señora Muir

El libro nos cuenta la vida de Lucy Muir, una bella joven que, además de sufrir la muerte de su marido, tuvo que cargar con las numerosas deudas que dejó pendientes.

Ella es menuda, pero muy valiente. Decide alejarse del pueblo lleno de habladurías donde vivía para comenzar una vida nueva junto a sus dos hijos en una pequeña villa costera inglesa.

Una vez allí, se enamora de una casa que lleva años sin ser habitada. Ni el mismo comercial que se la enseña a regañadientes cree que ella, una mujer sola, quiera alquilar una vivienda llena de tantos ruidos y misterios. Misterios y algo más…

Lucy le insiste, y aun viviendo junto al comercial algún episodio que atemorizaría al más pintado, decide quedarse con la vivienda. Con la ayuda de su amiga Martha, limpia y ordena la casa que, por el retrato de una enorme pintura, pareció ser de un señor con una mirada arrebatadora.

La vivienda no estaba vacía, la tendrá que compartir con el fantasma del dueño de la casa, el atractivo Capitán Gregg.

Lucy pacta con él que mientras ella viva en la casa, nunca podrá atemorizar a sus hijos ni hablarles. Solo hablará en su dormitorio, el que ahora sería de Lucy.

Un amor imposible

Ambos se hacen amigos, de noche hablan asiduamente. Él aconseja a Lucy sobre todo en lo que cree que puede ayudarla y sin que se lo hayan pedido le da a conocer su juicio sobre su amiga Martha o su cuñada Eva. Lucy discute mucho con él, pero le gustan las conversaciones que tiene con el Capitán.

Lucy conoce a otros hombres, como Miles, un hombre al que conoció una primavera, pero es innegable que los sentimientos del capitán Gregg y Lucy van más allá de una amistad.

Seremos testigos de la evolución de esos sentimientos durante la interesante vida de Lucy Muir. Veremos crecer a sus hijos Anna y Bill y descubriremos como un libro llamado Sangre y Embate, cambiará el curso de su vida.

R. A. Dick

En la vida de Lucy Muir encontramos algunos lugares comunes con la escritora irlandesa Josephine Aimee Campbell Leslie, más conocida por el seudónimo R. A. Dick.

Josephine Aimee Campbell Leslie o como firma la novela, R.A. Dick.

Las dos son mujeres valientes, talentosas, con una mirada de la realidad más avanzada que el tiempo que les ha tocado vivir.

El fantasma de la casa de Lucy es Capitán de Barco, como lo fue el padre de Josephine, por el que toma las siglas de su seudónimo.

Lucy Muir escribe el libro que le dicta el Capitán Gregg y no lo publica a su nombre. No deja de parecerse a Josephine escribiendo El fantasma y la señora Muir y las siguientes dos novelas con seudónimo como muchas de sus precursoras, las escritoras pertenecientes a la literatura de la «Nueva Mujer» del siglo XIX.

Muy interesante el capítulo en el que Lucy Muir está reunida con la familia del suegro de su hijo. Todos comienzan a hablar de la novela. Ella, que fue quien la escribió, pero nadie lo sabe, es la única que no dice nada al respecto y hasta su hijo se llega a mofar de ella por ese motivo.

No es solo una comedia romántica

Se puede decir que El fantasma y la señora Muir se enmarca en la comedia romántica, pero sería quedarnos muy cortos. También es un relato de género fantástico y una feroz descripción y denuncia de la visión y el papel que atribuía la sociedad de mediados del siglo XX a la mujer.

La obra es divertida, directa y preciosamente escrita, pero deja un poso de tristeza y soledad que te hace entender perfectamente como fue la vida de su protagonista, la señorita Lucy Muir.