El artista Masaaki Hasegawa alerta sobre la pérdida del vínculo con la naturaleza
El artista japonés residente en Madrid, Masaaki Hasegawa, deja la ciudad para llevar el arte al campo y cuestionar la concepción imperante que considera al ser humano como centro de todas las cosas. Se trata de la obra efímera Diálogo con la Naturaleza que irrumpe en el paisaje bucólico de una finca en Tres Cantos, Madrid, y propone una reflexión sobre el vínculo de las personas con su entorno.
En esta ocasión, el autor de la obra de caligrafía más grande de Europa, ha transformado el contenedor de un camión de carga en un gran volumen rojo y blanco de 5 x 2.5 x 2.5 metros. Los colores remiten a Japón y responden a un objetivo claro: trasladar a occidente la visión oriental acerca de la naturaleza a la vez que plantear una pregunta perturbadora sobre el arte.
Masaaki Hasegawa, el arte y la naturaleza
“Durante el año 2020, los seres humanos nos hemos visto obligados a replantearnos nuestras relaciones con la naturaleza”, explica el artista nacido en Tokio (1987). “Desde el Covid-19 a los incendios forestales en Australia, pasando por el tifón Haishen, el calor extremo en California, las inundaciones en Yakarta y el terremoto en Alaska, nos estamos dando cuenta de lo vulnerables que somos frente a la madre naturaleza”, añade.
Hasegawa argumenta que mientras el mundo occidental se centra en el dominio del entorno, el enfoque japonés busca convivir con él. Japón ha tenido que hacer frente a todo tipo de desastres naturales: tifones, terremotos, erupciones de volcanes y tsunamis. Por lo tanto, ha cultivado una filosofía de vida integradora basada en la coexistencia con la naturaleza en lugar de intentar someterla.
Una obra que perdurará hasta que la naturaleza lo decida
La obra efímera en Tres Cantos de Masaaki Hasegawa convivirá con su paisaje y permanecerá allí hasta que el sol, el viento y la lluvia acabe con ella. Esta pieza de expresionismo abstracto es parte de una serie de intervenciones del artista en el paisaje, que se van produciendo en el tiempo.
Desde la perspectiva del arte contemporáneo, el valor de esta obra se inscribe en el contexto y el entorno de su creación. Al colocar la pieza en un descampado, lejos del centro de la ciudad, se crea un claro y fuerte contraste entre la naturaleza y la creación humana.
Tras convertir en objeto de arte un contenedor que ha servido para el transporte de ganado y productos comerciales, Hasegawa lanza una pregunta peliaguda: “¿es el arte verdaderamente significativo o simplemente un producto del ego humano?”.
¿Es el arte significativo?
El creativo cuestiona la premisa que existe en el mundo del arte acerca de su función significativa y valiosa para la humanidad. “Si cambiamos la perspectiva hasta ahora centrada en el ser humano y la llevamos a la naturaleza, es obvio que las personas son solo una pequeña parte. Por lo tanto, hay una pregunta radical y fundamental: ¿es la creación humana realmente significativa y valiosa para la naturaleza?”, añade.
Esta pieza de arte es por tanto un medio que envía un mensaje al público sobre lo necesario que es cambiar la forma en que tratamos el Planeta. Pero como artista contemporáneo, es también una manera de desafiar la premisa básica del arte en sí mismo, y generar un cambio perturbador en la forma en que pensamos acerca de nosotros.
Imagen de portada: el artista Masaaki Hasegawa. Imagen: Nadia Bove.