Muere Carlos Saura con 91 años: ¿Dónde está Carlos Saura en el cine español actual?
Carlos Saura, con 91 años prácticamente recién cumplidos (en enero), muere un día antes de recibir un Goya de Honor que llega con mucho retraso.
Revisamos la filmografía de Carlos Saura, uno de los grandes cineastas de los años 70-80, cuyo cine, muy heterogéneo y rico, parece haber pasado desapercibido para la generación de cineastas españoles actuales.
Hace unos meses me topé con el videoclip de C.Tangana Comerte entera (2021) y me acordé de la película La madriguera (1969) de Carlos Saura. Efectivamente, el artista utilizó la misma localización (la casa Carvajal) donde se rodó el film de los años 60 y la mezcló con la figura, ya siempre vermutiana, de Bárbara Lennie, actualizando ese lugar del cine de Saura.
Al verlo, me pregunté cómo era posible que no hubiera más influencias de alguien que siempre fue considerado uno de los grandes del cine español y que, de hecho, ha llegado a realizar hasta más de cincuenta películas.
Carlos Saura y su obra única
Carlos Saura se dio a conocer en los años 50 por su primera gran película, Los golfos (1959), suscrita el cine quinqui, género que luego repetiría. En La caza (1966) ya vemos la gran influencia que la Nouvelle Vague empieza a tener en su cine y habla más profundamente de las heridas de la guerra civil, tema que tratará de forma obsesiva durante los siguientes diez años.
Desde Peppermint frappé (1967) hasta Elisa, vida mía (1977), Saura utilizará los recursos sacados del movimiento francés y del cine de Luis Buñuel para crear un cine de aspiración intelectual en el que se puede destacar como elemento original su manera de realizar los flashbacks o introducir escenas oníricas. También vemos que comparte con Buñuel esta idea de “la vida es sueño” de Calderón de la Barca y su inclinación por elementos del teatro.
Tras esta etapa, más innovadora, Saura se lanza a la dirección de musicales y adaptaciones de obras teatrales, tales como Bodas de sangre (1981) o Amor brujo (1986). Este género es el que va a definir el resto de su carrera.
De vez en cuando, hará películas sobrias pero llenas de emoción, como ¡Dispara! (1993), Taxi (1996) o ¡Ay, Carmela! (1990) otra tierna comedia negra de la mano de Azcona, que llegará a tentar a los Oscars.
Multidisciplinar, a lo largo de su carrera, Saura ha colaborado estrechamente con personalidades fundamentales del cine español, como el productor Elías Querejeta, el editor Pablo del Amo y el guionista Rafael Azcona.
Carlos Saura, ¿olvidado?
Pilar Palomero, Fernando Franco, Sorogoyen, Carlos Vermut, Celia Rico, Carla Simón y toda la generación de nuevos cineastas españoles beben de la influencia de Berlanga, Buñuel o Almodóvar, pero ninguno evoca o cita a Saura.
¿Quizá su dirección era demasiado neutra? ¿Quizá todo lo surrealista se lo achacamos solo a Buñuel? ¿Es porque su temática y estilo están anticuados? ¿O fue porque su última etapa como cineasta fue demasiado documentalista?
No lo sabemos, pero, para mí, es un placer revisionar a un hombre que hizo la radiografía más exhaustiva de las secuelas psicológicas de la guerra y de la sociedad postfranquista sin rencores. Ojalá redescubrir a Saura en nuestro cine y ver a Carlos Vermut mezclarse con su tocayo no solo en el videoclip de C.Tangana. ¡Qué bien le queda a Bárbara Lennie un escenario sauraniano y cuánto lo echaremos de menos!