‘Train to Busan 2: Península’: Ya la hemos visto
En 2016 pudimos disfrutar en El Sitges- Festival internacional de cine fantástico de Catalunya de Train to Busan (2016) de Sang-ho Yeon. Una película de zombis infectados coreanos muy recomendable. Toda la acción transcurría dentro de un tren. La sensación de agobio era notable y dentro del grupo de personajes protagonistas había varios muy carismáticos. Hoy hablaremos de su segunda parte. Train to Busan 2: Península (2020).
Train to Busan 2: Península, también la podremos encontrar en el Festival de Sitges de este año. Competirá en la Sección Oficial con películas como la nueva película de Kike Maíllo Cosmética del enemigo.
Después de ver la secuela de Train to Busan, me extraña que aparezca 4 años más tarde, ya que Sang-ho Yeon ha rodado una película que da sensación de haber sido filmada deprisa y corriendo. Si nos dicen que la rodaron un par de meses más tarde de comprobar el éxito en taquilla de la primera, me lo creería.
Train to Busan 2: Península: ¿Una de zombis?
Train to Busan 2 es una película de zombis en la que los zombis no son más que parte del decorado. En ningún momento dan miedo. No hay ni un susto.
La película nos sitúa 4 años más tarde de la primera historia. Un pequeño grupo de coreanos refugiados en Hong Kong, que malviven y son rechazados por el resto de los ciudadanos, hacen un trato con una banda mafiosa para volver a Corea del Sur a recoger “algo” a cambio de millones de dólares. No tiene mucho sentido, pero piensas, bueno, a ver que se encuentran en Corea.
Lo que se encuentran en Corea es un mundo post apocalíptico que más que haber pasado 4 años desde que apareció el virus zombi, parece que hayan pasado décadas.
Al poco de pisar tierra, los zombis les atacan, está todo muy oscuro así que las escenas no se ven muy bien. Hacen mucho ruido, pero como el refrán, hay muy pocas nueces. Muchos zombis de los rápidos por todos lados, pero ninguno asusta. El maquillaje de los zombis no es ninguna maravilla.
Les acaban salvando dos niñas supervivientes de la península. A partir de aquí la peli es una de zombis + MadMax, pero de saldo.
La marca blanca de Train to Busan
Efectos especiales de segunda y muy poca violencia para ser una de zombis. La mayoría de las acciones violentas están fuera de plano y tampoco hay un plano para ver el resultado de dicha acción.
La historia está llena de lugares comunes del subgénero que hemos visto, mucho mejor, en Walking dead, en la saga de zombis de George A. Romero o en muchas otras películas: bandas malvadas que se divierten haciendo juegos sin sentido con zombis, persecuciones de coches con cuchillas en las ruedas, montones de paletos (parece que solo sobreviven los tontos) …
Los personajes son de una cara, aburridos, sosos y sin ningún encanto, quizá se salvan las niñas, sobre todo por la comparación con el resto. Los actores, sin ningún tipo de carisma, ni los protagonistas ni sus antagonistas. No te llega a importar ninguno.
La acción está bien rodada, pero, como decía, muy dulcificada. La música… mejor me ahorro la opinión. Y el final, da vergüenza ajena.
En definitiva, cuesta creer que la película sea del mismo equipo de Train to Busan (2016). No creo que haya tercera parte, pero si son tan osados como para hacerla, solo espero que no vuelvan a jugar con nuestras expectativas. Ya me diréis qué os pareció.