Conciliación: esa asignatura (siempre) pendiente
Escuchamos la palabra ‘conciliación’ como una especie de mantra, en demasiadas ocasiones carente de contenido. Los planes de conciliación no deberían ser para hacer las empresas más ‘guays’ de cara a la galería o únicamente para ‘facilitar’ el encaje entre trabajo-casa-niños. La conciliación va mucho más allá. Nos afecta a todos y todas, tengas o no tengas hijos o personas dependientes a tu cargo. Tu tiempo de ocio, familiar y de crecimiento personal es fundamental para lograr el equilibrio.
He hecho bastantes entrevistas de trabajo. Cuando empecé a buscar trabajo, me pareció todo un mundo esto de las entrevistas laborales. Primero te preguntaban aquello de ‘¿Cómo te ves en los próximos cinco años?’, y al pasar generosamente la treintena, el discurso se tornaba al a veces tímido, y en otras ocasiones descarado ‘no sé si tienes cargas familiares…’. Desde las secretarias en minifalda de Pajares y Esteso parece que ha llovido mucho, pero la realidad es que todavía, especialmente las mujeres, tenemos que aguantar un xirimiri bastante molesto.
No es magia, es conciliación
La periodista experta en fomento de la cultura corporativa socialmente responsable, Tania Cañas Montañés (la encontrarás en redes como Tania Camon, a modo de grito de guerra y de llamada a la acción) ha escrito uno de esos libros tan necesarios. Después de una extensa trayectoria como directiva, se zambulló de pleno en el mundo de la conciliación y acaba de lanzar el libro No es magia, es conciliación. Claves para unirte a la revolución de las empresas felices (Editorial culBuks).
Y es un libro necesario porque aunque la palabra conciliación esté hasta en la sopa, se tiende a simplificar todo lo que realmente engloba. Nos estamos quedando en la superficie y no estamos sabiendo aplicar una conciliación real para equilibrar todas las facetas de nuestra vida.
Escribe Tania: Resulta paradójico que aunque en muchos entornos laborales se pida a las personas “que no estén afectadas por sus circunstancias personales” a la hora de estar en el trabajo; estas mismas circunstancias sí se tienen en cuenta y se preguntan (o incluso, interrogan) a la hora de realizar los procesos de selección.
Todo esto resulta en una evidente desigualdad de oportunidades en el acceso y la permanencia en los empleos, que normalmente va en detrimento de las carreras profesionales de las mujeres.
Datos que reflejan la desigualdad
Si nos fijamos en los datos que aporta la Encuesta de Población Activa en España y el Instituto de la Mujer, y que Tania Camon recoge en su libro, durante el primer trimestre de 2020, el 74 % de los contratos a tiempo parcial fueron firmados por mujeres. De este 74 %, el 94 % de ellas alegaban como motivo cuidar a menores o personas dependientes. El sector de los cuidados sigue estando en manos femeninas.
Otros indicadores relevantes son las diferencias en el salario medio entre hombres y mujeres (21.600 euros anuales ellas; 28.200 ellos -ambos en contratos indefinidos-) y el mayor volumen de paro que recae en las mujeres (más del 56 % en abril de 2020). Además, el porcentaje de mujeres que interrumpe su vida laboral durante más de dos años para cuidar de hijos es casi seis veces mayor al de hombres. En concreto, un 17,7 % frente a un 2,76% de hombres.
Conciliación: el secreto de las empresas felices
La concordia entre vida familiar, laboral y personal parece todavía un largo camino por recorrer. Te hago una pregunta: Se habla mucho de conciliación, pero, ¿es una realidad en tu empresa o en las empresas en las que has trabajado anteriormente?
La periodista Tania Camon está convencida de que conciliar es la varita mágica que puede hacer felices a los y las empleadas y, en consecuencia, a las empresas como organizaciones vivas que son. Ha dedicado gran parte de su trayectoria profesional a sensibilizar sobre la necesidad de cambiar este paradigma y constatar que las medidas de igualdad y conciliación generan un impacto positivo tanto en la empresa como en el trabajador. “Creo firmemente que solo desde una vida equilibrada es posible que una persona aporte y genere valor”, asegura Tania. “Y es desde ese valor individual y la toma de responsabilidad personal de cada uno, desde donde se podrá construir otro modelo de empresas”, añade.
El equilibrio es importante
Ya lo decía Iván Ferreiro. Y por ahí van los tiros en la conciliación. Se trata de lograr un equilibrio entre el proyecto profesional de cada persona, su vida personal y el ámbito más íntimo. Y eso no afecta solo a madres y padres que hacen filigranas con los horarios, sino a todos y todas. A ti que estás comenzando tu carrera profesional, al que ha decidido no tener hijos, al que está a punto de jubilarse… Todas las personas tiene el derecho a conciliar y mantener el equilibrio entre estas tres esferas de la vida.
“Incluir la conciliación en la filosofía de la empresa es de las mejores inversiones que se puede hacer en ella”, afirma Tania. “Conseguir organizaciones con equipos de personas felices permitirán llevarlas a otro nivel”. A lo largo de No es magia, es conciliación, Tania demuestra que esto no es una entelequia, que ese equilibrio es viable, que la conciliación es posible y, además, muy productiva. Porque “con la colaboración de cada persona comprometida con trabajar su propio equilibrio, podemos conseguir la magia de las empresas felices”.