‘Carol’, de Patricia Highsmith: Escapando de lo convencional
Carol fue la primera y única novela de Patricia Highsmith bajo el seudónimo de Claire Morgan. En ella, se nos presenta un tema controvertido para la época: el romance entre dos mujeres.
Su autora, conocida por sus novelas de suspense, concibió este libro a finales de 1949, tras un acceso de fiebre (literal y figurativo). Más de setenta años después, nos la contagia a nosotros.
Mujer fatal
—Eres una chica extraña.
—¿Por qué?
—Pareces caída del cielo.
Carol
Therese Belivet es una huérfana de 21 años que vive en la Nueva York de principios de los 50. Su ambición es convertirse en escenógrafa, para lo cual tiene formación y talento. Su condición de clase trabajadora, sin embargo, la obliga a aceptar un trabajo temporal en unos grandes almacenes para costearse su modesto apartamento.
Es la temporada navideña y Therese se machaca los pies y el ánimo en la sección de juguetes. Un buen día, sin embargo, aparece una clienta que rompe su tediosa rutina. Se trata de Carol Aird, una mujer elegante y madura, que ejerce sobre la joven una atracción inmediata. Therese memoriza sus datos y le envía una tarjeta navideña a su casa, iniciando así una relación personal entre ellas.
No cuenta como espóiler decir que dicha relación termina siendo romántica (o sexo-afectiva, si nos gusta más). Para Therese, Carol es una mujer fatal, un objeto misterioso que le atrae con un influjo casi sobrenatural. Para redondear el cuadro mefistofélico, la mujer mayor vive en una casa enorme a las afueras de la ciudad, como una especie de Condesa Drácula que (al igual que el personaje de Stoker) resulta atrayente y peligrosa a la par.
Carol no se alimenta a base de sangre, ni mucho menos. Pero su condición sexual era igual de controvertida a mediados del siglo pasado. Como contagiándola de vampirismo, por así decirlo, acaba abriéndole los ojos a Therese acerca de su propia sexualidad.
El precio de la sal
Una salvaje e inexplicable excitación invadió a Therese mientras mirada por la ventanilla. Deseó que el túnel se derrumbara y las matara, que sus cuerpos se arrastraran juntos.
Carol
Otro de los temas centrales de la novela es el deseo de escapar de la normalidad. Las dos coprotagonistas tienen un ancla fija en un mundo de convencionalismos y actitudes que les van minando por dentro. El de Therese es Richard, su prometido, un joven estudiante de arte que la ama honestamente pero que no la llena ni en sentido espiritual ni físico. Y el de Carol es Harge, el marido del cual se está divorciando con una hija pequeña de por medio.
Es por ello que cada una encuentra en la otra una vía de escape, un lugar en el que refugiarse. Pero ese refugio es inestable y corre el riesgo de derrumbarse.
Carol es un libro valiente y singular, tanto para su época como para la nuestra. Su título original, al publicarse, fue The Price of salt. Y de eso va también un poco la novela, del precio que hay que pagar para ser uno/a mismo/a, y arañar algo de felicidad.
En el caso de Therese, es el sentido de pertenencia que le ofrece la familia de Richard. Pese a no albergar sentimientos románticos hacia él, el arropo de sus parientes es un poco un salvavidas para ella, que es huérfana. Y en el caso de Carol, el mantener una relación homosexual puede costarle la custodia de su propia hija.
Es por esto que ambas huyen de Nueva York y se embarcan en un viaje en el que se crean una rutina que se parece mucho a los escenarios que Therese diseña para obras de ficción. La novela se encamina hacia un hermoso desastre en el que la realidad choca de frente con el deseo de amarse de sus dos personajes principales.
Un romance de película
Tras haber sido rechazada por la editorial Harper & Bros (que tildó la obra de “suicidio literario”), Carol fue publicada originalmente por Coward-McCann en 1952. Desde entonces, la novela se ha convertido en una obra de referencia LGTB.
En 1991 se publicó en castellano por la editorial Anagrama, incluida en su colección Panorama de Narrativas. Desde 2006, puede conseguirse también en edición de bolsillo, bajo el sello de Compactos.
En 2015, Carol, fue adaptada al cine por Todd Haynes, el director de, entre otras películas, Velvet Goldmine. Tanto Rooney Mara como Cate Blanchett realizan una labor excelente en los roles de Therese y Carol, respectivamente. El film fue nominado a hasta 6 premios Oscar (incluyendo el de mejor actriz).
La película no desmerece al libro en ningún momento, capturando su dramatismo y encanto, aunque difiere de él en algunos aspectos. Reduce el papel de Richard, por ejemplo, y lima un poco las asperezas de Carol, presentándola como un personaje bastante menos ambiguo en sus luces y oscuridades.