‘Call my agent!’, un mundo diferente al del glamour del cine
Una agencia de talentos pierde a su fundador de manera accidental y sus agentes tienen que mantenerla a flote cueste lo que cueste. Esa es la premisa de Call my agent! Con tal de salvar su agencia y seguir ganando su diez por ciento, harán lo imposible por disimular la pérdida.
Presentando su cuarta y última temporada, en diciembre de 2020 nos entrega 24 episodios en total con actores invitados, comedia, drama y una trama, sí no original, cuando menos única.
Una premisa simple pero efectiva. Invitar celebridades que glorifiquen los episodios simulando ser ellas mismas, un elenco fijo que ameniza y crea una serie de situaciones dispares y disparatadas.
Actores de la altura de Jean Reno y Monica Bellucci nos acompañan en cada episodio mostrando lo esencial que son para su vida los agentes con los que trabajan. Agentes que son muy humanos y proclives a caer en envidias, cotilleos y conspirar para conseguir ese contrato tan esperado.
A medida que pasan los episodios se pone en evidencia cómo cambian los tiempos. Ahora no son los actores, directores, y productores las estrellas sino las corporaciones. Tiempos en donde una película ya no es tan deseable como un papel recurrente en series.
Ante todo, podemos decir que es una comedia de oficina algo irónica, pero que cumple con los requisitos indispensables para hacernos pasar un rato ameno acompañado de la familia.
Call my agent!: un equilibrio caótico
En el pasado hemos visto series que hablan del mismo tema, pero sus enfoques, aunque acertados, no terminaban de convencernos puesto que tendían al extremo. Call my agent! (también llamada Ten Percent) es una apuesta apropiada para complementar a series como Entourage.
El hecho de que sea una agencia parisina con enfoque en el cine francés le otorga mayor profundidad y permite vislumbrar mayores matices, entregando mayor inmersión sin tener que complicar en demasía la trama.
Puesto que mezclar a actores reconocidos con otros no tanto requiere un gran nivel de equilibrio para que los primeros no opaquen y desvirtúen a los segundos. Esto pone en evidencia el maravilloso trabajo de Fanny Herrero en sus primeras tres temporadas sin caer en la tan temida desesperación post The Office.
Con todo lo dicho podemos pensar que la serie aún podía entregar más, especialmente desde la vida personal de los agentes y su relación con el cambiante mundo que viven.